15 de Abril de 2003
Roberto Hernández Montoya
La BitBlioteca
Así nombró un oficial al que declamó el Decreto Inmortal del 12 de abril de 2002:
-¿Entonces, Considerando? -le dijo cuando lo abordó al día siguiente en el palacio presidencial de Miraflores.
Testigos presenciales certifican que el sorprendido tuvo un súbito descontrol de esfínteres. Lo digo literalmente, pues procuro evitar las metáforas fáciles. Se entiende: como juzgó por su condición, presagió erróneamente que le harían lo peor.
Así como Rodin iconizó el pensamiento en su famosa escultura o Miguel Ángel la Creación en la Capilla Sixtina, el video La revolución no será televisada iconizó la derrota en la imagen que despedía este ciudadano, de cuyo nombre no quiero acordarme, desfallecido en el sótano de Miraflores. Contrasta con su imagen mientras leía altivo su aclamado decreto y arrestaban, torturaban y asesinaban a sus enemigos por las calles. Pero el icono de la derrota no fue solo el suyo en este video memorioso y memorable. Todo el mundo estuvo contra el suelo en esas horas, sin distingo de inclinación política. Solo se mantuvieron erguidas las multitudes del 11 y el 13, también sin distingo.
Otro icono fue la estampida de palacio durante ese fatídico 13. Una clase social con una maciza ambición de poder no huye de modo tan indecente. Resiste y da cara su dignidad, como la clase social contraria que a la misma hora histórica rodeaba Miraflores y Fuerte Tiuna. Con lucidez e invirtiendo vida, pues esa multitud desconocía lo que estaba pasando dentro de esos lugares. Así asciende una clase y otra huye de la historia. Con razón se preguntaba abatido un opositor en estos días que dónde estaban los Alberto Carnevali y los Leonardo Ruiz Pineda de esta oposición. Me pareció inclemente declararle que estaban muertos. O recordarle a mi padre cuando me narraba conmovido cómo fue apresado junto con un Carnevali entero y le tocó luego asistirlo en la muerte en la cárcel de San Juan de los Morros, sin perder la dignidad, gesto tan arduo ante un cáncer. Frente al primer amago judicial, estos dirigentes de oposición, a diferencia de aquellos héroes civiles, salieron en estampida hacia embajadas o huyeron con más pena que gloria hacia un exilio dorado. ¿Será un efecto secundario del whisky 18 años? Será por eso que en cuanto a whiskies prefiero el Laphroaig. ¿Sería esa desbandada la causa del fracaso tan estruendoso de la movilización de oposición del viernes 11 de abril de 2003? Tienen suerte de carecer de sentido del ridículo.
Aparece Considerando por el suelo, pero también lánguido en un pupitre, en otra toma, junto con otros abatidos. ¿Aprendieron algo en esos pupitres? Parece que no, a juzgar por lo que siguieron haciendo hasta su actual e inocultable ruina moral, económica y política. Por eso no sería malo instalar allí la anunciada universidad, a ver si al fin alguien aprende algo en Miraflores.
Tomado de Red Bolivariana