17 de marzo

Domingo 14 de abril de 2002

Los golpistas de Venezuela son los que hoy se reparten el poder político en el mundo al servicio de unos intereses económicos

Ramón Cánovas

Desde la lejanía de España y con la información de los medios, es imposible un conocimiento suficiente para un juicio equilibrado de los acontecimientos de Venezuela. Pero está claro que, por quienes lo han promovido como por las primeras mediadas, es un golpe de estado en toda regla de los militares auspiciados por el sector más reaccionario del capitalismo y sus organizaciones: iglesia católica, patronal, bipartidismo corrupto, sindicatos verticales y medios privados de comunicación. Varias organizaciones distintas y un solo dios verdadero, el capitalismo salvaje. Que és un golpe de estado en toda regla, lo demuestra el hecho, que quedan eliminados de facto todos los poderes democráticos: nacional, provincial y municipal, así como el Tribunal Supremo de Justicia. Y posiblemente la veda quede abierta para que a todos los representantes de la V República, se le pueda acusar impunemente de todas las vaguedades que les apetezca: traición a la patria, engaño al pueblo soberano, y lindezas por el estilo. Se supone que también quedará ilegalizada la coalición política que llevó a Chávez a la presidencia del gobierno. Los golpistas son los mismos que terminaron con la II República Española y la Unidad Popular en Chile. Solo que esta vez, a las fuerzas reaccionarias conservadoras, se les han unido los socialdemócratas y las burocracias sindicales obreras. Los tiempos cambian y los intereses también.

Desde la izquierda y la lejanía podemos apuntar errores del MVR. Lo que hizo posible que frente a la manifestación golpista de 100.000 solo hubiese unas 5.000 personas prochavistas en torno al palacio de Miraflores. Se ha dejado enfriar demasiado el proceso y se ha perdido popularidad; una visión del movimiento demasiado personalista; escaso protagonismo de las organizaciones acompañantes; una legislación laboral más protectora de los derechos de los trabajadores. Medidas de esta naturaleza hubiesen introducido división entre las cúpulas sindicales y las bases, y habrían mantenido una expectación de cambio.

Las medidas económicas sin abrir una vía al socialismo, si contenían una ruptura de clase en comparación con los gobiernos anteriores, sobre todo en el paquete de leyes de diciembre- 2001. Suponían un mínimo de independencia económica nacional, una pequeña redistribución de la riqueza para la clase media baja, y un mínimo de atención por gastos sociales a necesidades básicas para los más desfavorecidos. Cualquier economista nos diría que en absoluto son medidas socializantes. Son las mínimas que un estado de derecho que se precie tiene que atender. Por lo tanto los gobiernos anteriores del bipartidismo, son los que de democráticos, solo tenían el nombre. Siendo esto así, vemos que los golpistas representantes del capitalismo salvaje ni siquiera permiten unas pocas medidas Keynesianas (por el peligro del contagio). Han decidido que nadie puede salirse del guión establecido. Y me pregunto si triunfa, sino estarán pensando en eliminar de un manotazo la molestia y el grano de pus que representa Cuba.

Pero ni los errores que desde la izquierda podemos apuntar, ni una gestión económica no compartida (si la hubiese) da legitimidad a un sector de la población (mirando a los militares) a obligar a un gobernante democráticamente elegido a dimitir bajo la amenaza de enfrentamientos civiles. Todo lo más que se le podría exigir, es que convocase elecciones adelantadas. Si las urnas le han puesto donde está, es por ellas por lo que tendría que salir. Y según he leído, la propia constitución permite revocar a los elegidos. Pero en declaraciones a la tv española, un opositor decía, que la vía constitucional era de un año (larga) y no estaban dispuestos a esperar tanto. Así se ven sus claras intenciones. Manifestaciones más grandes que las que se apuntan en Venezuela, las han habido en España contra la OTAN, y sin embargo, estamos dentro de la organización militar. Las manifestaciones en un país democrático son medios de muestras de adhesión política, pero no para dilucidar una intención popular. A nadie en su sano juicio se le ocurre, que el numero de diputados en elecciones se obtengan de un calculo del personal que cada partido consiga concentrar en los mítines. Pero a los golpistas no es la democracia ni las urnas lo que les interesa, sino que han visto un agotamiento y debilidad activa del movimiento y han decidido aprovecharlo. Estoy convencido, de que el día 11 de abril estaba todo preparado para ejecutar el golpe de estado. Solo faltaban los muertos para que éste se hiciese más justificable, y de ponerlos se han encargado la policía municipal del alcalde opositor de Caracas.

Esto nos da una idea del poco control que sé tenia de lo que estaba sucediendo en los cuarteles. Demasiados errores para alguien que sabia a que poderes se estaba enfrentando.

En España Cuando pasan cosas como ésta, me encanta compararlas con lo que sucede en España.

Anteriormente he dicho que si lo ocurrido en la Argentina nos ocurre en el Estado Español, el personal de la calle hubiéramos hecho exactamente lo mismo, llorar, patalear y no ofrecer alternativas. Las fuerzas obreras no estamos en condiciones de mucho más. La constitución Bolivariana, por lo que he leído, me parece mas avanzada que la del estado español. Sin embargo, los políticos españoles son muy racionales y no son locos ni payasos como los que han impulsado la constitución venezolana. Desde las emisoras y medios de comunicación conservadoras y socialdemócratas, se está justificando el golpe contra el payaso loco, porque según ellos, en Venezuela ya no había democracia.

Estaba en peligro la libertad de prensa En España todos los canales de tv públicos y privados, dan asco a cualquier persona medianamente racional. El 80% de su programación es entretenimiento, y ya no saben que hacer para no aburrir. Las noticias son las mismas y con los mismos enfoques en todos los canales.

Fuera de las cuatro películas y cuatro programas de calidad a las tantas de la noche, la basura es el común denominador. En la radio cada emisora de peso tiene una plantilla de comentaristas políticos que después de las noticias originan un debate. Las más democráticas reparten la ideología entre conservadores y socialdemócratas (equivalente a COPEI y AD) y los menos democráticos como la COPE, emisora católica, y RNE, Radio Nacional de España, en manos del actual gobierno conservador, todos son de la misma cuerda conservadora, y cada uno rivaliza con el anterior en decir la inexactitud más grande. Y finalmente están los diarios privados que deberían de llamarse "Prensa de propaganda y engaño partidista". Pero aquí en España nadie dice que no hay libertad de expresión, cuando solo se expresa el poder. Que los medios de comunicación en todas partes son hoy el principal instrumento de dominación conservadora, no tiene discusión; y los periodistas, su medio humano de transmisión. Me pregunto, si encima cobran por decir las tonterías que dicen.

Que Chávez es un payaso Mas títeres y payasos son la representación europea que en estos días está desfilando por Palestina: Piqué, Solana, Aznar, Blair. No le da vergüenza a Piqué, estar todos los días diciendo frases como: "Hay que perseverar en los caminos iniciados de anhelos de paz", y vaguedades por el estilo.

El loco Chávez Hace unos años los medios decidieron que el loco oficial en España se llamaba Julio Anguita. Comunista desfasao, fundamentalista, estalinista,..Todo porque de vez en cuando decía cuatro verdades como templos.

En España las fuerzas dominantes conservadoras y corruptas son las mismas que en Venezuela: La iglesia católica, El bipartidismo de conservadores y socialdemócratas, los dos sindicatos verticales (UGT-CCOO), los medios de comunicación privados. Estoy convencido que de producirse lo que en Venezuela, aquí pasaría exactamente lo mismo. Si una coalición de izquierda sobrepasara en unas elecciones al bipartidismo, tendría la misma oposición y los mismos métodos. Se unirían en su contra la iglesia; el PSOE y el PP; la patronal y el sindicalismo vertical de CCOO-UGT, pidiendo a los militares que les liberasen de los locos y soñadores como Anguita y Chávez.

Un apunte para terminar. Me pregunto por qué ese movimiento tan internacional y viajero él, el FSM no se ha hecho presente en Caracas ni ha promovido actos contrarios a lo que allí estaba sucediendo.

Tomado de Rebelión


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