Domingo 14 de abril de 2002
Stella Calloni
La Jornada
''No puedo hablarte mucho porque luego de hacerlo debo salir de aquí, donde me pueden rastrear, como ya les ha sucedido a otros por medio de los celulares que son nuestro único medio de comunicación'', dice casi en susurro un periodista amigo convertido en sólo unas horas en fugitivo de los grupos de acción de los golpistas en Venezuela, que amenazan convertir al país en el espejo del Chile de Augusto Pinochet. El teléfono se corta y otra vez el silencio.
''El presidente Hugo Chávez nunca renunció. Por eso se lo llevaron en la madrugada. El exigió que dejaran salir a los cientos y cientos de personas atrapadas en el Palacio de Miraflores y que no les dispararan los francotiradores de los golpistas'', dice a esta corresponsal otra voz: un legislador que debió dejar su casa con la familia a cuestas. ''Chávez se quedó como rehén para salvar la vida de muchos de nosotros''.
Si en la noche y la madrugada escuchábamos ya los signos de angustia en las voces que llegaban tan lejanas por el teléfono, hoy el dramatismo aumentaba hora con hora. Porque Venezuela es ya un país en el aislamiento y la soledad típica de las dictaduras. Ahora sí hay una dictadura y casas allanadas en la noche, después de que lamentablemente muchos medios en el mundo cayeron en la trampa de reproducir la información, nada menos que de una cadena televisiva de golpistas.
''Quiero solicitar al mundo, a la Cruz Roja Internacional, a los organismos humanitarios, que actúen ya en Venezuela, porque estamos viendo allanamientos violentos, persecución y hasta se habla de ejecuciones sumarias en todo el país. Todos debimos escondernos porque no existe garantía alguna y vemos cómo intentan transformar a las víctimas de los golpistas en crímenes del gobierno democrático de Chávez'', dijo el diputado Juan Barreto, que anoche estuvo hasta la madrugada en el Palacio de Miraflores junto al presidente.
Ahora nada se sabe de él y por protección no se le puede llamar. El rastreo de celulares es uno de los elementos sofisticados que la Central de Inteligencia de Estados Unidos introdujo en varios países, dijo otro legislador. Llamar al celular de un amigo o de un político o de un periodista o simplemente de un militante de la llamada revolución bolivariana puede significarle prisión o muerte.
El montaje periodístico había comenzado hace mucho tiempo. ¿Cómo fue posible que tantos intelectuales y medios fueran atrapados en la mayor red desinformativa de los últimos tiempos?
Cuando se intentan juzgar crímenes de las dictaduras del Cono Sur y se conocen las estrategias promovidas desde Washington en Chile para derrocar a Salvador Allende (1973), ahora el esquema se repite casi sin agregarle elementos novedosos. La diferencia es la facilidad con que la mentira pasa, camina y atrapa. Perseguidos como en los mejores periodos dictatoriales diputados, políticos, estudiantes, trabajadores deben ampararse en refugios, después de una cantidad de allanamientos con suma violencia.
''Me tiemblan las manos cuando escribo esto y lo único que me provoca es gritar y llorar'', escribe una joven por la única vía posible: Internet. ''El golpe ?dice en este día sin luz? ha sido el producto de la manipulación de los medios de comunicación que desde temprano llamaron a la concentración de miles de personas de la oposición para marchar primero hasta una zona de Caracas y luego manipuladamente hasta el palacio de gobierno para tumbar al presidente... Simultáneamente policías de la alcaldía mayor de Caracas (oposición) se habían situado estratégicamente en los edificios aledaños al palacio de gobierno de Miraflores, donde se concentraban otras miles de personas a respaldar al presidente...
''Miles de personas que bajaban de los cerros pobres, que venían de todas partes... Al poco tiempo, sin convocatoria previa, ya toda una gran avenida que va al Palacio de gobierno estaba llena de gente, cuando la guardia nacional comenzó a lanzar bombas lacrimógenas contra los que trataban de llegar.... Desde los edificios la policía de Alfredo Peña, el alcalde mayor comenzó a disparar contra la manifestación de apoyo civil a Chávez y contra Miraflores... Las imágenes de muertos que se han transmitido por los canales de televisión fueron todas de personas que estaban respaldando a Chávez.
"No se los digo por tener afecto al gobierno, se los digo porque a mi lado pasaron muchas balas. Pude ver a los muertos siendo cargados hacia el palacio y a decenas de heridos tratar de ser salvados de las balas asesinas que salían de los francotiradores... Uno de los muertos trabajaba tranquilamente en el palacio presidencial, era del departamento de recursos humanos; otro era un muchacho recostado en un muro que cayó de repente, con un tiro que le sacó los sesos. Otro era un guardaespalda del vicepresidente de la república... Vi seis muertos, pero en total fueron once contados por otros compañeros... Todos vimos a los policías disparando contra nosotros. Todos vimos cómo murieron nuestros compañeros... Todos vimos el miedo de ser alcanzados por una bala... lo que está haciendo la oposición es sanguinario, es terrorista, nos están matando.
''Amigos, ya no sabemos qué va a pasar mañana. Por favor difundan este mensaje. Enteren al mundo de lo que nos están haciendo. De corazón espero volver a verlos alguna vez, pero ya no sé que va a pasar con mi vida y con la de miles de compañeros, pero pueden matar al hombre, no a sus ideas, hasta siempre compañeros'', escribió Verónica. Y Julio que dice en otra carta que América debe despertarse ya, porque mañana será tarde para todos.
Esta noche pensaba escribir una nota de análisis, pero quise recoger las voces del silencio de los perseguidos y que sean Juan, Julio, Verónica los que hablen y digan lo que muchos medios han callado. ''No saben el dolor que hay en los barrios pobres. ¿Y para qué ha sido todo esto, sino para dominar, para bajar el precio del petróleo en el mundo, para cortar la ayuda a Cuba, para volver atrás el único proyecto de democracia que habíamos vivido? Camino por la ruta de los miserables que habían comenzado a tener esperanzas y hay silencio, pero también detrás de ese silencio siento que existe un fuego que renacerá''. Es otra voz que me llega desde lejos. Y seguramente que ningún análisis podría reemplazar todo lo que ellas nos están diciendo.
Tomado de Rebelión