28 de abril del 2003
(Esta es una versión en español, revisada, del artículo publicado en el Boletín Narco News http://www.narconews.com/es.html)
Justin Delacour
Rebelión
Durante el año pasado, varios corresponsales en Venezuela han repetidamente intentado mostrar al presidente venezolano, Hugo Chávez, como un líder impopular. La base más común para esta afirmación ha sido la utilización de "encuestas", cuyos resultados dicen que el apoyo a Chávez ha caído al 30%.
Los corresponsales de los medios raramente citan la fuente de sus encuestas.
Así que los contacté, y, entre los que me respondieron, todos mencionaron solamente dos nombres de compañías venezolanas:
Datanálisis y Keller & Asociados.
Mi investigación sobre estas firmas encuestadoras venezolanas, y la de sus relaciones con los corresponsales, reveló que, bajo cualquier medida, es una irresponsabilidad de los corresponsales citar a las dos firmas encuestadoras sin mencionar también que las dos firmas son dirigidas por unas figuras virulentamente antichavistas, quienes frecuentemente utilizan "muestras" que no son representativas de todo el universo de la población venezolana.
Los primeros factores que llaman la atención de las encuestas son las bien reconocidas relaciones políticas de los directores de las firmas, José Antonio Gil Yepes, de Datanálisis, y Alfredo Keller, de Keller & Asociados. En un intercambio de correos electrónicos con el corresponsal de Los Angeles Times, T.
Christian Miller, éste reconoció que las dos encuestadoras son "bastante antichavistas", pero les defendía su credibilidad con la base de que "ambas van de puerta en puerta para obtener representación de los más pobres de los pobres en sus encuestas, y las balancean también por el sexo y la región".
La defensa que Miller hace de Keller y Gil Yepes es bastante cuestionable, en vista de que la evidencia demuestra todo lo contrario. Sin embargo, antes de presentar esta evidencia, me gustaría señalar los problemas con las relaciones políticas de estas dos encuestadoras.
Gil Yepes y Keller no son solamente antichavistas, ¡ellos son abierta y fogosamente antichavistas! En un artículo del 8 de Julio, en Los Angeles Times, Miller describe a Gil Yepes como un hombre de la "élite venezolana" quien "se mueve en los círculos del dinero, poder e influencia" y que "fue educado en las mejores escuelas de los Estados Unidos de América". Es realmente sorprendente que Los Angeles Times le hayan citado textualmente la expresión de Gil Yepes, cuando dijo: "A Chávez hay que matarlo". Pero es aún más sorprendente todavía que LA Times y otros medios comerciales continúen usando los "resultados" de la encuestadora de Gil Yepes, después de sus fantasías homicidas resaltadas en las páginas de LA Times en el mes de julio pasado.
Según Miller, Gil Yepes vio el asesinato como la única vía para salir de "la crisis política que envuelve al presidente Hugo Chávez". Desde entonces, Gil Yepes ha dicho que su declaración fue sacada del contexto y que él solamente estaba haciendo referencia a un sentimiento surgido entre los opositores de Chávez.
Pero démosle un vistazo a la traducción del texto completo, tal y como lo reportó Los Angeles Times:
"José Antonio Gil Yepes está entre la élite venezolana".
"Se mueve entre los círculos de dinero, poder e influencia. Fue educado en las mejores escuelas de los EUA. Dirige una de las firmas encuestadoras más prestigiosas de Venezuela".
"Y él sólo puede ver una sola solución a la crisis política que envuelve al presidente Hugo Chávez".
"'Tiene que ser asesinado', dijo, usando su dedo para golpear la mesa en su oficina sobre las sucias calles de esta capital. 'Tiene que ser asesinado'." Una sola mirada a la Página Web de Datanálisis basta para encontrar una llamativa relación política que normalmente no se asocia con una respetable firma encuestadora. Por ejemplo, en el resumen del reporte de Julio de 2002 de Datanálisis, la firma pretende establecer, absurdamente, que el actual conflicto político es entre el gobierno ("el oficialismo") y "el resto del país". A pesar de lo ridículo de esta afirmación, ésta es una apropiada demostración del profundo odio que siente gran parte de la oposición hacia un gran segmento de la población. Estos sectores antichavistas prefieren fingir que los miles de pobres y clase trabajadora que apoyan a Chávez no existan.
Cuando una masiva concentración progobierno, realizada el 13 de Octubre, mostró que una buena porción de "el resto del país" apoyaba a Chávez, el editorial de El Nacional, medio de prensa de la élite venezolana que influye a los demás medios, no mencionó la cantidad de personas que asistieron a la concentración. El Nacional, que comisiona y publica las encuestas de Datanálisis, despectivamente llamó a los afectos a Chávez como "lumpen" (odiosa expresión discriminatoria social), quienes fueron traídos desde el interior "con un bollo de pan y una carterita de ron, para que vengan a dar vivas al gran embaucador de la comarca".
Tal y como lo menciona el antropólogo venezolano, Johnny Alarcón, "los términos 'lumpen', 'hordas', 'populacho', 'pata en el suelo', 'borrachos', 'gentuzas', 'turbas', son sólo algunos de los epítetos endilgados por la clase pudiente a los ciudadanos de tonos oscuros, a los buhoneros, a los obreros, a los indígenas y a todo aquel que viva en un barrio o vecindario humilde y que ose levantar la voz contra el poderoso".
Así, desde la torcida perspectiva de muchos de la oposición, la afirmación de Datanálisis de que "el resto del país" se opone a Chávez tiene sentido. Ya que las élites son las personas que "importan", y aquellos menos privilegiados pueden ser reducidos virtualmente a un status subhumano, los partidarios de Chávez no califican como "el resto del país".
Igual que Gil Yepes, existen buenas razones para creer que la encuestadora de Alfredo Keller ha estado defendiendo una solución violenta al conflicto político actual en Venezuela. En una reciente carta de Keller, publicada por PetroleumWorld.com, Keller describe la situación política como una "lucha a muerte por el poder entre dos fuerzas ideológicas contrapuestas: un socialismo autoritario con espíritu de revancha contra una democracia abierta al mercado".
El cargo de autoritarismo en contra de Chávez es débil, y es escencialmente hipócrita viniendo de gente como Keller.
Venezuela es un país golpeado por la intranquilidad, la provocación, el sabotaje y por la incitación al asesinato político. Es un país que sufrió un Golpe de Estado de 48 horas, donde los medios televisivos y la prensa escrita han exhortado diariamente a la violencia pública. Dadas esas circunstancias, es notable que el gobierno no haya arrestado a más de un líder de la oposición golpista y que no haya confinado a un solo periodista.
De hecho, los partidarios de Chávez frecuentemente le crítican su mano blanda en contra de la oposición. El Presidente cubano, Fidel Castro, señaló recientemente que: "Si hay algo con lo que disiento con él, es su excesiva generosidad y bondad". Continuó Castro: "¿En qué país pudiera haber habido un Golpe de Estado y luego tener en una plaza a todos los perpetradores juntos agitando a través de los medios televisivos, proponiendo otro golpe? Ningún otro país en el mundo lo permitiría. Creo que no hay otro hombre más democrático, más apegado a las leyes, más tolerante, más generoso que Hugo Chávez".
La etiqueta de autoritario es mas aplicable a Keller que al presidente Chávez.
Después de que varios generales antichavistas lideraron el corto Golpe de Estado en contra del Presidente de Venezuela y le entregaron el poder al empresario Pedro Carmona y a sus ministros de derecha, Keller saludó al golpe como "referéndum de facto".
La preocupación real para Keller y sus cortesanos avariciosos de la oposición es la "estructura de poder" que Chávez y sus partidarios han erigido. Steve Ellner, un historiador que vive en Venezuela y se especializa en los movimientos laborales del país, ha señalado que las reformas de Chávez, que incluyen la reforma agraria y las indemnizaciones por despido para los trabajadores, "han favorecido fuertemente a los trabajadores a expensas de los empresarios".
Algunas de estas reformas están cubiertas en la nueva constitución la cual fue democráticamente ratificada por el electorado en el 2000.
La mayoría de los representantes políticos del congreso unicameral apoya las reformas.
En su reciente carta, Keller expresa temor de la posibilidad que Chávez se mantenga en el poder hasta agosto, mes éste en que la Constitución Bolivariana permite un referéndum revocatorio en la continuación o no del gobierno.
Aunque Keller afirma que Chávez perdería este referendo, mantiene que la transición política del mismo podría representar "una tremenda derrota para la oposición" porque "la estructura de poder" permanecería intacta.
Tal y como el golpista Carmona, figuras ambiciosas dentro de la oposición como Keller buscan borrar el entero legado de Chávez. Pero ya que este legado ha despertado a las fuerzas sociales populares que se resistirían debidamente al regreso del mandato oligárquico, la insistencia de Keller y de otras figuras de la oposición en una posición intransigente reafirma su voluntad de promover la violencia.
Las conocidas relaciones políticas de las encuestadoras venezolanas con la oposición causan toda clase de problemas con sus encuestas. Llama la atención el que estén colocando o no preguntas parcializadas en sus encuestas. Como cualquier consultor político admitiría, una encuestadora -parafraseando sus preguntas y decidiendo "la muestra de encuesta" o de qué manera la encuesta es "sopesada" para grupos demográficos específicos- puede obtener los resultados que ésta busque.
Incluso, si asumimos que Keller y Gil Yepes no están manipulando sus preguntas, los encuestados, al saber de las relaciones políticas de las encuestadoras con la oposición, notarán la inclinación de la misma a favor de esta última.
Le pregunté a Matthew Mendelsohn, un canadiense especialista y científico en política y metodología de encuestas, si era posible o no que la reconocida relación política -independientemente de todos los otros factores- podría prejuiciar los resultados de las encuestas. Aunque Mendelsohn me dijo que no tenía conocimiento de cómo se hacían las encuestas en Latinoamérica, nos respondió lo siguiente:
"Cualquier percepción por parte del encuestado de la inclinación del encuestador, puede influenciar el resultado. Pueden notar esto con el efecto que causa el entrevistador todo el tiempo sobre el entrevistado… [C]iertamente si el encuestado conoce que tú eres partidario de un grupo o un partido, esto prejuicia los resultados".
Los factores que pueden prejuiciar las encuestas de Gil Yepes y Keller no están limitados a las relaciones partidistas solamente.
Una fuente académica -una persona que ha trabajado estrechamente con las encuestadoras venezolanas- dijo que, por más que las encuestas de Keller han sido realizadas en las áreas de clase media de las 10 más grandes ciudades, dejan por fuera un vasto sector popular, lo que significa que las populosas barriadas en donde se concentra la mayoría que apoya a Chávez han sido, en gran parte, excluidas de la muestra de la encuesta de Keller.
La fuente me informó que las encuestas de Datanálisis son menos inclinadas que las de Keller, debido a que, en la práctica, el equipo de trabajadores de Datanálisis es mejor que el de Keller, y que Datanálisis tiene acceso al censo venezolano de 1998.
Sin embargo, la encuesta que publicó Datanálisis en diciembre, acerca de la visión que la población tiene del llamado "paro general" y la manera que Chávez ha manejado la crisis, parece ser muy engañosa.
Otro hecho no reportado por los corresponsales de habla inglesa, que citan a las encuestas de Gil Yepes y Keller como un evangelio, es la que, desde que el "paro" comenzó el 2 de diciembre pasado, los chavistas no les permiten a los trabajadores de Datanálisis ir a los barrios de Caracas y Maracaibo, controlados por ellos. Mientras que Datanálisis anunció una encuesta en la que se manifestaba el apoyo popular al "paro", Gil Yepes no mencionó que sus trabajadores en el terreno no entraron en las populosas barriadas en donde el "paro" tuvo un rotundo fracaso. El economista progresista Mark Weisbrot, quien estuvo en Caracas en diciembre, escribió una columna para el Washington Post en donde decía que "existían pocos signos del paro" en "la mayoría de las ciudades en donde los pobres y las clases trabajadoras vivían".
Nuestra fuente académica dijo que Keller y Gil Yepes generalmente no hacen sondeos en la población rural. Los períodicos opositores que solicitan las encuestas no tienen la voluntad de pagar el incremento de los costos que el sondeo rural implica. De esta manera, los campesinos sin tierras, que pueden beneficiarse del programa agrario de Chávez, están también excluidos del muestreo.
En vista de los hechos mencionados anteriormente, es imposible no ver cuán ciegos están los cuerpos de prensa de habla inglesa con respecto de Gil Yepes y Keller.
Alexandra Olson, de Prensa Asociada (Associated Press -AP), llamó a Datanálisis "la más prestigiosa firma encuestadora de Venezuela" en un reporte reciente.
Juan Tamayo, del Heraldo de Miami (The Miami Herald), respondió a una pregunta que le hice a través de un correo electrónico que Datanálisis y Keller y Asociados son "las dos más creíbles compañías de encuestas de Venezuela".
Jehan Senaratna, de Dow Jones Newswires, llama a Keller "el jefe de una respetada compañía encuestadora y de investigación económica, basada en Caracas". A pesar de su comentario cortés acerca de Keller, Senaratna nos dice que Datanálisis es la "única firma que puede ser considerada como confiable y no prejuiciada políticamente".
Finalmente, Phil Gunson, un corresponsal independiente en Venezuela, que ha escrito para varios periódicos, dice que "las organizaciones encuestadoras que debemos considerar como las más confiables" son Keller & Asociados y Datanálisis.
En esencia, los corresponsales extranjeros han sido tan manejados por la histeria antichavista, que están ciegos al hecho de que las encuestadoras, sobre las cuales ellos hablan, no son creíbles, ni confiables, ni mucho menos políticamente imparciales. ¿Cómo serían recibidos en otros países, incluyendo a los Estados Unidos, Keller y Gil Yepes, promocionándose como unos encuestadores serios, cuando hacen declaraciones que rayan en incitar a la violencia en contra de un gobierno elegido democráticamente? Así que la próxima vez que un miembro del cuerpo de prensa le diga que equis por ciento de la población venezolana piensa de equis manera según las encuestas, pregúntese primero: ¿Identifican a la fuente de la encuesta? Y si el muestreo es acerca del presidente venezolano, Hugo Chávez, ¿era la encuestadora alguien en "lucha a muerte" o quién dijo que "Chávez tiene que ser asesinado"? En una democracia alimentada por los medios, las encuestas y simulaciones de encuestas pueden ser armas letales también.
Justin Delacour es un escritor independiente recientemente graduado de la Maestría en Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Nuevo Mexico, Estados Unidos. Ha escrito para Latin America Data Base (http://labd.unm.edu/ ), un servicio de noticias con base en la Universidad de Nuevo Mexico. Recibe mensajes de e-mail en esta dirección: jdelac@unm.edu
Tomado de Rebelión