17 de marzo

22 de Febrero de 2003

Ya no es necesario que el fin justifique los medios

El barranco mediático de la oligarquía

Francisco Cedeño Lugo
Rebelión

A partir de ahora, los medios de comunicación de masas, los media justifican los fines"
Eduardo Galeano

En octubre del año pasado, Gustavo Cisneros convocó y reunió a la "creme" de la "creme" del poder mediático y económico de Venezuela, fue un encuentro breve , con intervenciones concisas, escuetas. Asistió acompañado de dos asesores extranjeros, un especialista en marcketing político y electoral (considerado como un discípulo aventajado de Joe Napolitan); y un experto asesor político (del círculo de Inrving Kristol Jr., personaje influyente en la actual Administración Bush). Los "thinks Tanks" , forman parte del pensamiento de derecha estadounidense e hicieron una exposición en torno a la estrategia de "Todos los miedos", la teoría "El golpe preventivo" y la tesis de la "Matchpolitik".

La intervención del dueño de VeneVisión destacó, de entrada, que era el "timing" para pulsar a Chávez y derrotarlo, "que no era ni demasiado tarde ni demasiado pronto para impedir que se movilizase a su antojo"; en clara alusión al fracaso del golpe de estado de abril, sugirió no dedicarle tiempo, "si algo no funciona hay que desecharlo, los errores no pueden abrir campo a los lamentos, hay que ignorarlos", empero lanzó un ataque duro a los operadores políticos que dirigieron la fallida operación, "no pueden ser los jefes del próximo movimiento". Nosotros debemos dirigirlo". Ese día, la oligarquía sometió y enterró a buena parte de la dirigencia política opositora

A continuación, puntualizó los elementos centrales de su propuesta: libertad de acción, "los sucesos de abril muestran que el gobierno está imposibilitado de atacarnos, lo tenemos de manos amarradas, por lo tanto, nuestra libertad de acción es ilimitada"; presión a fondo, "al gobiernito de Chávez hay que asfixiarlo, ahorcarlo, toda la presión posible, hasta reventarlo"; es nuestro momento, "la debilidad del liderazgo de los políticos y su incapacidad para conducir el movimiento que derrote a Chávez, exige de una participación directa, lo que se decide son nuestros intereses, los políticos como siempre nada pierden, sólo saben pedir dinero"; sin mediatintas, " en este país, las posibilidades reales de hacer negocios se encuentran en la industria petrolera, nos apoderamos de ella o hundimos el barco y lo abandonamos"; nuestro fuerza, con el poder de los medios, de la industria de alimentos y el control gerencial de PDVSA, es suficiente para garantizar el éxito"; liderazgo mediático, Cisneros abrevió el recetario del juego duro de la política, la eficacia de posicionar el miedo o el terror en ambos bandos (el opositor y el oficialista), y se mostró explicito respecto a las garantías del liderazgo de los medios para establecer la veracidad de los hechos políticos ("no es necesario repetir que la percepción es más contundente que la realidad"), la fiabilidad de los lideres de opinión como operadores políticos (uso de información para desinformar y dar ordenes de acción u operaciones, afinar el y dar sentido político a las noticias, incidir en la resolución de conflictos políticos y producirlos. Planteó, de esa manera, un plan sencillo de instrumentalización política de los medios de comunicación y de cómo actores sociales mediáticos reemplazan a los políticos. Los medios escenario de la política y gestores de la misma en paralelo. Ni más ni menos. La relevancia del clan de los periodistas y lideres de opinión golpistas fue reforzada, hasta el punto de elaborar y conducir operaciones políticas claves, estratégicas.

La reducida y selecta asistencia aprobó el "Plan Cisneros". En esta ocasión, el anfitrión no hizo alusión a la participación de militares en el nuevo golpe; por eso, "lo de la Plaza Altamira" fue una sorpresa para determinados sectores oligárquicos y sus operadores políticos. La salida militar, un levantamiento militar flotaba en el ambiente, en varias intervenciones se asomó la posibilidad de la "salida rápida", "la operación quirúrgica" y el "ingrediente militar". Pero Cisneros, también jugó duro con sus invitados: "nada de ilusiones, cero con las soluciones fáciles, a prepararse con todo y por todo". Al finalizar el encuentro, "Il Caporigine" hizo honor a su pasado cubano: "Al comemierda de Chávez le vamos a partir los cojones".

La "creme" de la "creme" se retiró engolosinada y satisfecha. Luis Giusti no disimulaba su entusiasmo; el dueño de televen reflejaba un leve desconcierto, una "ligth" incomodidad; Marcel Granier hacia gala de una pose heroica, en la reunión asumió el papel de extrema derecha de la ultraderecha, y prepotente, patán, engreído e inescrupuloso, como siempre, soltó esta perla, "para los derechos humanos, vacaciones de un año, por lo menos"; Federico Ravell sentenció, ufano él, "mi vida por la derrota y muerte del tirano"; Carlos ortega reconoció, complacido, quiénes eran sus nuevos amos; el pendejo de Carlos Fernández, en toda la reunión no dijo esta boca es mía y acariciaba, ridículo como él que más, el documento-guión del papel que representaría durante el golpe; Miguel Otero, que había intentado hilvanar una intervención, la cual fue interrumpida por ademanes de los "thinks tanks" y la frase cortante de Cisneros "No estamos en situación de hablar zoquetadas", se marchó arrecho; Andrés Mata Osorio se sumergió en un trance, y anonadado se equivocó de vehículo, e intentó abordar el carro del "Capo", fue la única vez que "aquellos tipos sonrieron"; Miquelena y Tobías Carrero, fueron consolados con una llamada telefónica, del asistente mayor de Gustavo Cisneros: "Don Luis, todo está bien. Buenas noches". Un lacónico mensaje, hasta allí, carecían de meritos para ingresar a tan exclusivo grupo. Esa noche, tales personajes se designaron, al mejor estilo de Carmona "el efímero", Estado Mayor de un plan para derrocar a Chávez y de un proyecto fascista. Desde entonces, la oligarquía, sus mandos y achichinques viven el veranillo de su aventura golpista, la inefable pasión de los supremacistas, y en las callejones ciegos y laberínticos del fascismo. Ellos ignoraban que se iban de barranco mediático y hoy nadie da medio por su pellejo.

Todos sabemos que el discurso político (su legitimidad) está indisolublemente asociado a la imagen, a la puesta en escena del acontecimiento o de los acontecimientos políticos, que la "carrera del político" depende de su inserción y desenvolvimiento en el espacio mediático; que las estrategias políticas y/o electorales están atrapadas por los "mass media"; y que las coyunturas políticas, los períodos presidenciales, las crisis económicas ( hasta la mismísima historia), han sido reducidas al mensaje, a la imagen. Hace mucho tiempo que los medios de comunicación son el espacio privilegiado de la política, la credibilidad política, las dediciones gubernamentales, la capacidad de convocatoria política y electoral dependen de la imagen creada en y por los medios.

Existe un consenso, casi generalizado, en torno a la idea de que los medios de comunicación, especialmente, la televisión, exhiben un desarrollo y una eficacia que profundiza y fecunda la crisis, el agotamiento la democracia representativa o deliberativa; ese es uno de los resultados más evidentes, de la transformación de los medios en escenario privilegiado de la política y factor clave para definir la agenda política.

En los tiempos que corren, los medios de comunicación, en el terreno de la política, presentan un conjunto de novedades que aparejan problemas de envergadura para el proceso de construcción de la democracia participativa y la consolidación del rol protagónico de los pueblos en el proceso de estructuración y gestión de la sociedad. La banalización de la política, mediante el expediente del formato espectacular de las noticias políticas; la agudización de la representación política personalizada, de forma absoluta; y que los medios de comunicación asuman y superpongan escenario de la política y actores de la política, dan fe de una nueva realidad social y política. El registro final es de significación capital: Los "mass media se han transformado en actores protagónicos de la política, en actores sociales con creciente y decisiva participación en los hechos políticos y en la definición de sus contenidos. Este doble papel o función produce un perfil social con un alto déficit de vida democrática. De pasada, deseamos apuntar que en esa doble cualidad de los medios de comunicación radica, la profundización de la ilegitimidad de los partidos políticos, la descomposición de la base política de los partidos tradicionales (hecho sensible en los casos de los partidos centristas), y en la deslegitimación de la política establecida. He allí la compleja problemática que paraliza y desdibuja al MAS, Copey, Acción Democrática, Causa R, y Bandera Roja. La improbable salida o derrocamiento de Chávez, de ninguna manera, les resolverá tan embarazosa situación.

Los partidos políticos y los políticos, de manera acelerada son desplazados del ámbito donde emergen y se inscriben las demandas políticas y sociales, y los debates políticos en torno a los asuntos de la cosa pública. La comunicación política, de la política, ya no es aquel coto cerrado de los partidos políticos y de la política, los medios de comunicación, con un cuchillo en la boca, disputan ese espacio y tienen por rehenes a partidos políticos y movimientos sociales.

Los "mass media" en su avance progresivo por copar la política han ido creando y postulando el espacio de los lideres de opinión, a un liderazgo y conducción mediática de la política: periodistas de plantas deciden el sesgo de las noticias (recuérdese el caso de asociación de Gouveia y Freddy Bernal, la narradora realizó un trabajo impecable, digno de mejor causa), originan y resuelven conflictos políticos, construyen y dan sentido a la opinión pública. La centralidad de la información política saturada de mensajes negativos, la puesta en escena de la política espectacular y el arsenal informativo (real y virtual) para destruir la imagen de políticos y funcionarios públicos, nos hablan del ejercicio de un poder despótico y autoritario que banaliza la política y pone de rodillas, "a pedir cacao", a cierta especie de políticos. Este posicionamiento estratégico de los medios puede ser total, si se efectúa el tránsito de creadores de la agenda política, mediadores del discurso político y factor decisivo de decisiones y políticas gubernamentales, a actores sociales protagónicos que sustituyen a partidos políticos, movimientos sociales y al Estado como diseñadores y ejecutores de las políticas de Estado. Si tal cosa acontece, se producirá el encogimiento , al borde de la extinción, de la vida democrática. Si la "política de la calle" se constituye en el dispositivo que estructura y da forma a los vínculos sociales, entonces tendremos, en vez de gente, personas, ciudadanos, comunidades, grupos sociales, tribus urbanas y rurales: audiencia, público, espectadores, consumidores, como integrantes de la sociedad, por supuesto mediática. Y en este caso, es una estupidez afirmar que: los medios de comunicación global cumplen el papel de difundir la democracia. Quizás hoy, la posibilidad de profundizar la democracia, de construir sociedades que con su desempeño den lugar a niveles crecientes de equidad y justicia social y a formas de vida fundadas en el horizonte de valores solidarios, sea una opción a contrapelo de la naturaleza y calidad que caracteriza, actualmente, a los "mass media".

El Estado Mayor Mediático, con su propuesta de profundizar su control, su normatización y normalización de la sociedad venezolana, interpeló con sumo rigor, al conjunto de la nación, y a cada esfera o campo social, político, económico, cultural y militar de la nación. El gran empujón fascista realizó una "raqueta" global, específica y pormenorizada de todos los componentes de la nación. "Ir con todo y por todo" significaba, sin campo para la duda, que venían por todos, por la subjetividad de cada uno de los venezolanos, por el "alma de la nación" , a imponer la socialidad mediática.

El país resistió y derrotó el mega desafío de la oligarquía; el pueblo burló y confrontó la red mediática del terror, el miedo, la violencia y el chantaje; y la usurpación de un servicio público, de un espacio público, el radio eléctrico . Este significativo triunfo, trascendente, , es parcial. Queda pendiente, la creación de las condiciones de posibilidad para que el poder mediático, la función de los medios no constituya una fuerza de ataque contra la vida democrática de la nación y el avance de la revolución: en el marco de la "Ley de Contenidos" que se discute en la Asamblea nacional, se decide si seremos sociedad del espectáculo, un simple público, mera audiencia , indolente aforo, pasivo auditorio o la República Bolivariana que pauta la Constitución Nacional

Tomado de Rebelión


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