25 de septiembre del 2002
Julio 29, 2002
Sr. Robert Ménard,
rsf@rsf.org
Director
Reporteros Sin Fronteras
Reporters sans frontières
5, rue Geoffroy-Marie 75009 Paris - France
Tel. 33 1 44 83 84 84
Fax. 33 1 45 23 11 51
Estimado señor Ménard:
Mi nombre es Al Giordano. He sido periodista profesional desde 1988 y hoy le escribo en mi calidad de Director General de The Narco News Bulletin - http://www.narconews.com - un periódico en línea que informa sobre la Guerra contra las Drogas y la democracia en América Latina.
Le escribo para informarle de actos específicos y amenazas inmediatas contra los periodistas en Venezuela, y para hacerle 12 preguntas, como periodista, sobre los comunicados previos de su organización en lo concerniente a los temas de la libertad de prensa en ese país. Espero que su organización realizará acciones inmediatas para defender a estos periodistas en riesgo, y que ofrecerá respuestas completas y honestas a las 12 preguntas.
Su organización, Reporteros Sin Fronteras, despliega prominentemente estas buenas palabras del Artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos:
"Cada persona deberá tener el derecho a la libertad de expresión; este derecho deberá incluir derecho a buscar, recibir e impartir información e ideas de todo tipo, más allá de las fronteras, ya sea oralmente, en forma escrita o impresa, en forma de arte, o a través de cualquier medio de su elección":
Esta maravillosa frase no dice que "sólo alguna gente deberá tener el derecho a la liberta de expresión". No dice que "sólo los periodistas comerciales" deberán disfrutar de este derecho.
Dice que "cada persona" deberá disfrutar de este derecho.
Ese espíritu fue abrazado recientemente por la Corte Suprema de Nueva York, en diciembre de 2001, con la sentencia vigente a nuestro favor que, por primera vez, extendió los derechos de la Primera Enmienda de los Estados Unidos, bajo el proceso "Sullivan vs NY Times", a los periodistas por Internet. Una copia de esa decisión puede leerse en líne en el sitio web de la Electronic Frontier Foundation.
http://www.eff.org/Cases/BNM_v_Narco_News/20011205_decision.html Le escribo hoy sobre los comunicados de su organización acerca de los temas de la libertad de prensa en Venezuela, en los que han cometido muy graves errores; de hecho, han puesto en peligro a muchos periodistas y contribuyeron al clima de impunidad de las maleantes y golpistas fuerzas policiales en ese país, que ahora realizan más frecuentes y sistemáticos ataques contra los periodistas. En un momento, le proveeré con los hechos que sustentan esta preocupación.
No somos los primeros periodistas en elevar esta preocupación sobre la conducta de su organización. El globalmente respetado periodista auténtico, Ignacio Ramonet, editor de Le Monde Diplòmatique, afirmó hace un mes, luego de su propia misión en búsqueda de hechos en Venezuela, que:
"Cerrando sus ojos a una de las más odiosas campañas de los medios jamás llevada a cabo contra un gobierno democrático, la organización Reporteros Sin Fronteras ha permitido que la manipulen y publicó muchos reportajes contra el gobierno de Chávez, quien nunca ha limitado la libertad de expresión, atacado a los medios o arrestado a un periodista".
Hoy, Narco News, junto a otros colegas en el periodismo auténtico y de los medios independientes, ha iniciado un diálogo internacional acerca de las organizaciones para la "libertad de prensa". No estamos enfocando en tres de esas organizaciones con los presupuestos más grandes: el CPJ de Nueva York (Comité para la Protección de Periodistas, por sus siglas en inglés), Reporteros Sin Fronteras con sede en París y la Sociedad Interamericana de Prensa con base en Miami.
El catalizador para este diálogo internacional, que hemos comenzado en nuestro propio sitio web, así como a través de las redes de www.indymedia.org y otros, fue nuestra reciente misión de recolección de hechos en Venezuela, donde encontramos un conjunto de hechos y circunstancias muy diferentes a los descritos en los comunicados de Reporteros Sin Fronteras, de acuerdo a los eventos de Venezuela.
De hecho, encontramos que una clase completa de periodistas en Venezuela está siendo atacada y fueron dejados indefensos por su organización y las otras organización de amplio presupuesto para la "libertad de prensa": los periodistas de los medios comunitarios, y particularmente los de las 25 estaciones de radio y televisión no lucrativas que fueron legalizadas por la Constitución Bolivariana de Venezuela en 1999 y la Ley de Telecomunicaciones de 2001.
La página de inicio del sitio web de su organización afirma: "115 periodistas están en prisión".
Hoy le informamos, tristemente, que puede elevar ese número a 188. Tres más han sido recientemente arrestado ilegalmente por la policía maleante (la misma que participó en el intento de golpe de abril pasado en ese país), señalados por su práctica del periodismo, todos ellos respetados periodistas radiales: Nicolás Rivera de Radio Perola, y Jorge Quintero y Lenín Méndez de Radio Senderos, ambas emisoras comunitarias no lucrativas en el área de Gran Caracas.
Puede leer más acerca de ellos - y de otras amenazas contra la libertad de prensa, completamente ignoradas por su organización - en la Parte I de una serie de reportajes, publicada hoy, sobre los medios en Venezuela:
http://www.narconews.com/medioscomunitarios1.html También llamamos su atención sobre las serias amenazas contra estos periodistas y otros como ellos, que han venido no de las instituciones gubernamentales, sino, más bien, de los medios comerciales.
Específicamente, esta amenaza ha sido ejecutada por Miguel Ángel Martínez, el presidente del sector privado de la Cámara de Radiodifusoras, quien recientemente llamo a los afiliados a su organismo a "interferir" con las frecuencias de los medios comunitarios durante el próximo atentado de golpe de Estado en Venezuela (el señor Martínez fue firmante, en abril 12 pasado, junto al dictador militarmente instalado Pedro Carmona, del decreto que abolía la Asamblea Nacional, la Corte Suprema y la Constitución de Venezuela).
Está muy claro para mí que, basado en mi primer reporte de primera mano, todo el "tema" de la libertad de prensa en Venezuela se vuelve un pensamiento convencional y anticuado acerca de la "libertad de la prensa" en la cabeza (así como mucha de nuestra defensa legal contra Banamex-Citigroup provocó que la Corte Suprema de Nueva York repensara y expandiera las protecciones existentes de la Primera Enmienda, aplicándolas a los periodista de Internet).
Este diálogo internacional - y espero que usted y otros del COJ participarán con un espíritu de total apertura, autocrítica, autocorrección y mente abierta - tiene muchos aspectos, precisamente porque ha sido largamente postergado.
Hoy, cuestiono la precisión factual y la justeza de muchos de los comunicados de su organización, basado en mis propios reportes desde Venezuela el mes pasado.
En el reporte anual de Reporteros Sin Fronteras, usted escribió:
"Hugo Chávez, Presidente de Venezuela y un gran admirador de Fidel Castro, provocó preocupación con sus afirmaciones incendiarias contra los medios y los observadores se preguntaron si el ex soldado y autor de un golpe fallido en 1992 se convertiría en dictador. Las amenazas verbales de los años previos crecieron en 2001 para incluir nuevos tipos de intimidación como la amenaza de retirar a las televisoras su licencia de emisión, la de auditoria de impuestos y la orden de la Corte Suprema que podría frenar la libertad de prensa".
Su preocupación, expresada aquí, fue afirmada en un modo de futuro hipotético:
preguntándose si el presidente democráticamente elegido de Venezuela "se convertiría en dictador".
El hecho es que las facciones comerciales que ustedes han defendido, abusando de la causa de "libertad de prensa" en favor de una agenda política partidaria, se han vuelto los dictadores de veras cuando tomaron, a punta de pistola, la oportunidad de gobernar. Disolvieron la Asamblea Nacional, la Corte Suprema y la Constitución. Mandaron a sus tropas casa por casa a detener ilegalmente a líderes políticos electos, ciudadanos y periodistas que eran críticos con su golpe.
Y le recuerdo que lo que ustedes han en verdad criticado al gobierno de Chávez es el uso del presidente electo del mismo derecho que ustedes dicen defender: el discurso.
Dado que su organización, Reporteros Sin Fronteras, recibe, de acuerdo a su sitio web, 44 por ciento de sus ingresos de la Comisión Europea, no están en posición de criticar a ningún gobierno por generar discurso.
Más aún, hacen a la causa de la libertad de expresión un gran daño al confundir discurso con represión: y escatiman sus esfuerzos para combatir los ataques reales contra los periodistas, como los más recientes mencionados en esta carta, con esta postura que iguala discurso con "ataques". Deberían en cambio estar aplaudiendo a esos sectores de la sociedad civil y a sus líderes electos que generan discurso - incluso un dicurso de fuerza - para airear sus quejas contra los verdaderos y corruptos abusos de muchos sectores de los medios comerciales. La gente y los líderes que usan el discurso están demostrando la alternativa a la violencia y a la represión. Este se debe a un principio básico y al entendimiento de que una organización trafica con la defensa de la libertad de prensa.
Reporteros Sin Fronteras es, en realidad (aunque pueden protestar por esta caracterización), una agencia cuasi gubernamental. Son financiados por gobiernos: ¿cómo pueden sugerir que los gobiernos no deberían usar el discurso? Deberían alentar el discurso como la alternativa al estado de represión contra los periodistas.
Su aparente prejuicio ideológico, la bizarra hostilidad a los resultados de las elecciones democráticas en Venezuela, y pésimo uso de tácticas de "culpable por asociación" constituyen una práctica indigna, y ciertamente abarata la respetabilidad de su propia organización para la "libertad de prensa".
Para toda su afirmada preocupación acerca de los 115 periodistas que listan como encarcelados, han injustamente mirado apenas el hecho de que, hasta el mes pasado, no había ningún periodista encarcelado en Venezuela, y han permanecido en completo silencio acerca de los ataques epidémicos de las fuerzas golpistas contra los medios comunitarios. No sorprende, entonces, que con los más ricos grupos para la "libertad de prensa" de la Tierra callados cuando se trata de defender a periodistas verdaderamente independientes, los elementos de las maleantes y golpistas fuerzas policiales se sientan impunes para atacar y arrestar a dichos periodistas por práctica periodística.
¿Estaban ustedes sorprendidos del todo cuando una dictadura emergió, no de Chávez sino de las mismas fuerzas que su organización a apoyado, incluyendo a los medios comerciales en Venezuela? ¿No sienten que la conducta no profesional de su organización durante la crisis política más grande de este hemisferio en casi treinta años requiere que ustedes, ahora, se comprometan de alguna búsqueda espiritual pública y en la corrección de sus errores? En el recuento ficticio de los hechos de su organización durante los días del golpe de Estado de abril, escribieron:
"Las emisoras venezolanas han dicho recién que no mostrarán esas tomas porque hacerlo hubiera sido peligroso para sus periodistas en el trabajo y que las escenas de saqueo en Caracas podrían haber alentado a acciones similares en las provincias. Gustavo Cisneros, presidente de la Organización Diego Cisneros y dueño de Venevisión, adicionó que el silencio televisivo se debió también a consideraciones prácticas, tales como la ausencia de imágenes para respaldar sus nuevos reportajes".
El hecho es, señor Mènard, que los dueños de las televisoras comerciales censuraron a sus propios reporteros las noticias que habían recogido, y las "imágenes" (de video) de los eventos estaban, al menos, disponibles en CNN y otras agencias internacionales de noticias para que esas emisoras las utilizaran (aunque, realmente, ¿necesitan las personas clave "imágenes" para hacer más dignas historias? Su argumentación - en defensa de Cisneros y los otros - es injusta y poco creíble, y tenemos el derecho a esperar más de una organización para la "libertad de prensa").
Lo que hoy queda claro es que las emisoras de televisión pertenecientes al señor Cisneros y a otros dueños - las mismas fuerzas que alentaron el golpe de Estado a comenzar y apoyaron mientras ocurría - impusieron un apagón de noticias sólo cuando se hizo claro que el público venezolano había tomado las calles y estaba en proceso de revertir el violento golpe que los medios comerciales apoyaban.
Nuestra historia, publicada hoy, informa:
"El grupo de derechos humanos PROVEA (Programa Venezolano en Educación y Acción sobre Derechos Humanos) informó el 13 de abril que "un periodista que pidió no ser identificado, jefe de producción de uno de los principales canales de televisión del país, denunció que los directores de la compañía impidieron a los periodistas transmitir información acerca de los eventos actuales".
"En lugar de noticias durante los eventos más noticiables en la historia de la nación, las grandes cadenas televisivas pasaron Tom y Jerry, películas y programas pasados.
"El rol de los periodistas por Internet para romper el bloqueo informativo fuera de Venezuela fue el tema de nuestro reportaje del 18 de abril. Pero dentro de Venezuela sólo los periodistas de los medios comunitarios se pararon entre la democracia y la dictadura, y salvaron el día".
Hoy, los periodistas de los medios comunitarios está siendo sistemáticamente perseguidos por las fuerzas golpistas y por los medios comerciales que ustedes han defendido.
Obviamente, algunos de los temas tocados aquí pueden ser difíciles y ustedes pueden muy bien estar en desacuerdo con las opiniones expresadas en la Parte I y las siguientes de nuestra serie sobre los medios en Venezuela, particularmente en los pertinentes a su organización. Por esa razón, les ofrezco la oportunidad de responder en las páginas de Narco News, y publicaré sus respuestas completas sin censura.
Les solicitó respuestas completas y honestas a las siguientes preguntas:
1. ¿Investigará y denunciará Reporteros Sin Fronteras, ahora que ha sido informado de un grupo diferente de hechos de los que su organización ha admitido ya, las detenciones ilegales de los periodistas radiales Nicolás Rivera de Radio Perola, Jorge Quintero y Leníne Méndez de Radio Senderos? 2. ¿Se dirigirá Reporteros Sin Fronteras a la causa de raíz de estos ataques: la existencia de fuerzas policiales nocivas y complotadoras golpistas que gozan de particular impunidad precisamente porque están apoyadas por las corporaciones mediáticas comerciales de Venezuela? 3. ¿Denunciará finalmente Reporteros Sin Fronteras los ataques y amenazas ilegales de los días 11, 12 y 13 de abril de la dictadura de Pedro Carmona contra Radio Perola, Radia Catia Libre, TV Catia y Radio Fe y Alegría (emisora de la iglesia católica)? 4. ¿Denunciará finalmente Reporteros Sin Fronteras el intento de golpe de abril - y cualquier intento futuro de golpe en Venezuela o contra cualquier gobierno democráticamente elegido de la Tierra - como amenaza en primera instancia contra la libertad de prensa? 5. ¿Considerará Reporteros Sin Fronteras una disculpa pública a los periodistas de los medios comunitarios de Venezuela, y al público en general, por haberse "dormido" al no haber denunciado el golpe de Estado mientras ocurría el pasado abril, así como hacer correcciones organizacionales para asegurar que este tipo de negligencias por parte de una organización para la libertad de prensa nunca ocurran otra vez durante un tiempo de crisis? 6. De particular interés para aquellos de nosotros que somos periodistas por Internet (y de obvio interés para Narco News y para mí): ¿Abrazará el Comité para la Protección de Periodistas el tipo legal generado por la Corte Suprema de Nueva York en diciembre de 2001 en el caso Banco contra Menéndez y otros, que establece: A. Un nivel más alto para los demandantes en la interposición de demandas para determinar la jurisdicción sobre periodistas extranjeros en las cortes estadounidenses y B. La jurisprudencia vigente que extendió las protecciones de la Primera Enmienda (bajo Sullivan contra el NY Times) a los periodistas por Internet si nos comprometemos con prácticas periodísticas responsables y básicas? Estos son tiempos difíciles para la profesión del periodismo y para los periodistas porque, cada vez más, las amenazas a nuestra seguridad y libertad de expresión vienen de dentro de la industria misma: de los dueños corporativos de la TV, la radio, la prensa escrita y las organizaciones comerciales de noticias por Internet. Un vez más, el intento de golpe en Venezuela de abril pasado fue un momento crítico pero que reveló este problema, ahora de proporciones epidémicas, al público de todo el mundo.
El panorama del periodismo mismo ha cambiado radicalmente en años recientes, con la ola de fusiones y adquisiciones y la incrementada concentración de propiedad de los medios en manos de menos y menos compañías. Muchas, si casi todas, de estas compañías no se dedican más en forma exclusiva a la recolección e información de noticias. Los conflictos de interés de las organizaciones noticiosas con los intereses de sus propios dueños se acumulan de tal modo que parecen el tráfico a horas pico. El periodismo comercial ha perdido su contexto ético y social, y se han extraviado muy lejos del rol visionado y protegido por la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos y leyes similares en otras tierras. Cuando llegan las amenazas a la libertad de prensa, los enemigos habían conocido al enemigo y, esto es de perogrullo, "somos nosotros mismos".
Este cambio radical en el ambiente de recolección de noticias - un cambio desde arriba y desde adentro de la industria de los medios - fuerza, en mi opinión, a cualquier organización dedicada a la protección de periodistas y a la libertad de prensa, a reasumir y corregir sus actividades, actualizándolas al tiempo presente y a la situación actual. Obviamente, éste es un caso de búsqueda espiritual para todos aquellos de nosotros que somos periodistas o que deseamos ser periodistas auténticos, y para las organizaciones que defienden nuestros derechos. E incluso el cambio en realidad es tan repentino y extremo que debemos repensar casi todas nuestras presunciones pasadas.
De cualquier manera, es asimismo obvio que el intento de golpe de Estado en Venezuela, que amenazó con retroceder los relojes de la democracia y la libertad de prensa treinta años en todo el hemisferio, es un tema que debería tener prioridad sobre todas las otras amenazas contra la libertad de prensa. Si ese golpe de Estado hubiera tenido éxito, su trabajo se hubiera vuelta cien veces más difícil no sólo en Venezuela, sino en su papel de proteger periodistas en toda América Latina (igual que el golpe de 1973 en Chile causó una reacción en cadena de represión y ataques contra la prensa en toda Sudamérica con la Operación Cóndor diseminando el terror a Argentina, Brasil, Paraguay, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela durante los años setenta, ochenta y noventa).
Específicamente, mirando la situación en marcha hoy día en Venezuela, no hay razón o justificación para esperar: la acción es necesaria ahora, inmediatamente, para dirigirse y corregir las causas de raíz de las amenazas a la libertad de prensa y contra los periodistas. Y para realizar esta tarea efectivamente, Reporteros Sin Fronteras y otras organizaciones como ella deben corregir los errores cometidos.
Mis siguientes preguntas son:
7. ¿Investigará y denunciará Reporteros Sin Fronteras la censura de todos las estaciones comerciales de televisión de Venezuela en abril 12 y 13 de este año contra sus periodistas que los previno de informar - nadie discute hoy que ahí hubo un "apagón" noticioso - los hechos sobre el contragolpe de la sociedad civil contra la dictadura instalada militarmente en esos días? 8. ¿Investigará y denunciará Reporteros Sin Fronteras las amenazas de Miguel Ángel Martínez de la Cámara de Emisoras de Radio de "interferir" con las frecuencias de las estaciones de radio y televisión comunitarias utilizando la tecnología y el equipo de las estaciones comerciales afiliadas a su organización? 9. ¿Investigará y denunciará Reporteros Sin Fronteras la clausura forzada del Canal 8 - la red de televisión pública en Venezuela - por la dictadura de Carmona en abril pasado, y el completo silencio de los medios comerciales acerca de esta amenaza contra la salida de un medio público? 10. ¿Cuál es la posición de Reporteros Sin Fronteras en la participación las organizaciones noticiosas comerciales, como los diarios El Nacional y La Hora en Venezuela al censurar sus propias páginas el pasado 9 de abril para unirse a la políticamente partidaria "huelga nacional" que - es claro para todos, en retrospectiva - tenía la meta de provocar el golpe de Estado del 11 de abril? Me referiré a algunas cuestiones sobre la Pregunta 10 en un momento, cuando discutamos, más adelante, si el discurso público es, en realidad, una amenaza al discurso público, como Reporteros Sin Fronteras ha continuamente afirmado sobre Venezuela.
Pero primero quisiera explicar por qué la pregunta de si los periodistas de los medios comunitarios son defendidos está relacionada un un fenómeno global más amplio en el que su organización y otras como ella se han quedado "dormidas".
Desde 1999, comenzando con las protestas ante la Organización Mundial de Comercio en Seattle, continuando regularmente durante protestas antiglobalización similares a través del mundo - en Davos, Génova, Cancún y otras ciudades - ha habido una serie de ataques violentos y encarcelamientos de periodistas, fotoperiodistas y viedoperiodistas que han cubierto estas manifestaciones. Estos ataques han sido documentados en forma extensa, fotografiados, filmados y publicados en los más de 90 sitios de Internet de www.indymedia.org en todo el mundo. Pero Reporteros Sin Fronteras, pese a la naturaleza sistemática y repetitiva de estos ataques a periodistas, ha permanecido, según sé, silencioso en la defensa de estos periodistas.
Le urjo a tomar este tema con absoluta seriedad: estos ataques contra los periodistas de Indymedia son sistemáticos y han gozado de salvaje impunidad, en parte, porque las autoridades conocen que las mayores organizaciones internacionales para la libertad de prensa, como Reporteros Sin Fronteras, no han hablado alto o claramente contra ellos. Estos ataques continuarán durante cada protesta antiglobalización por venir hasta que las organizaciones para la libertad de prensa terminen con silencio sobre ellos.
Una de las causas de raíz de estos ataques tiene que ver con un conflicto dentro del periodismo. Típicamente, durante los encuentros globales de la Organización Mundial de Comercio y grupos similares, un casto sistema de credencialización de periodistas ha funcionado: los periodistas de las organizaciones comerciales de noticias son acreditados y pueden hacer su trabajo con la usual asunción de seguridad y protección. Pero los periodistas de los medios independientes no son acreditados por estas organizaciones y gobiernos, y de esta manera son dejados en las calles con los manifestantes, a menudo golpeados o encarcelados precisamente porque están presentes con cámaras o grabadoras o plumas y papeles. Son específicamente escogidos para violentas golpizas o encarcelamientos porque son periodistas.
Las organizaciones comerciales de noticias, todas y cada una, están en favor de este forzado estatalmente "casto sistema" entre periodistas por obvios e interesados motivos. La credencialización de los periodistas comerciales sólo en tales eventos globales de noticias da a las organizaciones comerciales de noticias una ventaja competitiva, un monopolio, en la cobertura de los debates al interior de estos encuentros donde los gobiernos y la industria se reúnen, a menudo decidiendo cuestiones de gran importancia pública.
De esta suerte, el mismo acto de rechazar la credencialización de periodistas sin afán de lucro, comunitarios, independientes o de Internet, causa peligro y daño a muchos de nosotros, como ha sido documentado una y otra vez en cada uno de estos eventos.
Mis preguntas a este respecto son:
11. ¿No debería Reporteros Sin Fronteras conocer y denunciar la exclusión de los periodistas sin afán de lucro, independientes, comunitarios y por Internet de las credenciales de prensa por los gobiernos y las organizaciones de comercio como una amenaza contra la libertad de prensa? Recuerdo que el único gran determinante factor en que un periodista cubriendo uno de estos encuentros mundiales de comercio sea golpeado, encarcelado o dañado es que al periodista le hayan negado credenciales para cubrir el evento desde adentro. La pregunta de la credencialización de los periodistas, por tanto, es un tema serio en la seguridad de los periodistas: los que quedan fuera en las calles para cubrir el evento son puestos en riesgo y camino del daño.
Un pregunta relacionada:
12. ¿Reporteros Sin Fronteras, ahora que este tema ha sido traído a su atención, asignará a parte de su equipo veinte miembros el monitoreo e investigación de estos predecibles ataques durante los futuros encuentros mundiales de comercio y protestas antiglobalización? Esto puede comenzar fácilmente con el simple compromiso de monitorear los reportajes en www.indymedia.org y sitios web similares mientras estos eventos están ocurriendo.
Los archivos de estos sitios, de hecho, contienen la evidencia documental, incluyendo fotografías, videos, cintas de audio y testimonios de testigos, de los ataques sistemáticos que ya han ocurrido.
Pero de vuelta con los temas inmediatos alrededor de la liberta de prensa en Venezuela: gran parte de la preocupación de su organización ha sido mal enfocada, por lo que aparentemente confunden la crítica a los medios comerciales - el uso del discurso para contra discurrir, lo que muchos de nosotros que somos periodistas es un derecho sagrado, incluso para los funcionarios electos - con "ataques" a la libertad de prensa.
En su Reporte Anual de 2002, escribieron:
El Presidente Hugo Chávez continuó sus ataques a los medios en 2001. En febrero, describiéndose a sí mismo como cercano a los pobres, acusó a "un grupo de cuatro o cinco gentes que ha acumulado dinero y poder mediático los últimos años" de liderar una "conspiración" para no informar de los logros de su gobierno. En una ceremonia unos días antes, gritó: "Abajo los periodistas y el capitalismo". En enero, acusó a Miguel Henrique Otero, editor general del diario El Nacional, de ser un juguete de "intereses perversos" luego de que el periodista lo acusó de construirse poder personal. Los medios, que se han vuelto virtualmente la única voz de oposición regular luego del eclipse de los partidos políticos tradicionales, desacreditados luego de 40 años en el poder, respondieron uniéndose a una huelga general el 10 de diciembre liderada por empleados y los sindicatos del comercio contra las políticas de Chávez Que ustedes habrían igualado el derecho sagrado de utilizar el libre discurso con los "ataques" a los medios es hipócrita de parte de su organización. Los medios comerciales merecen esa crítica, y particularmente en Venezuela, donde los diarios nacionales más grandes y las redes de transmisión no se atienen a las más básicas tradiciones de periodismo ético y justo.
Hablan del "eclipse de los partidos políticos tradicionales" de una manera que convenientemente mira por encima el hecho de que la gente fue la que voto para sacarlos. Ya no representan más a la mayoría. Sólo representan a los ricos. Y cuando, como ustedes afirman, los medios comerciales intentan convertirse en la representación de los ricos - al extremo de promover y apoyar a un violento golpe de Estado - han desplegado el mismo desprecio por la gente de abajo y sus derechos soberanos para escoger a sus gobernantes. Si no hay oposición política seria en Venezuela es precisamente porque su conformación sólo puede ser medida en dólares, no en votos.
Lo que ustedes en Reporteros Sin Fronteras están denunciando aquí es el discurso mismo: y yo, por ejemplo, no creo estar completamente solo al preguntar cómo una organización para la libertad de prensa pudo involucrarse con un discurso tan orwelliano, tan dañino para los sólidos principios del libre discurso y la libertad de prensa.
Por este rol activo en la deteriorización de los derechos de libre expresión de todo el pueblo, los medios comerciales ha apenas manufacturado un bumerang sobre sus propios derechos. No debí leer expertos en "libertad de prensa" acerca de esta dinámica - su organización ha dicho, palabras más o menos, la misma cosa, pero en los hechos no ha cumplido con su auto afirmada misión.
Los medios comerciales, no sólo en Venezuela pero especialmente ahí, han negado voz a la mayoría de los ciudadanos, particularmente a la mayoría pobre, y de esta forma los congelaron fuera del discurso público. En cambio, ha reservado acceso a las ondas sólo para los sectores más ricos - en América Latina, estos sectores son apropiadamente conocidos como la oligarquía - pero pese a esto el público encontró un medio superior a través del cual hablar:
elecciones libres y justas.
No necesito recordarle a su organización que, previamente a la arrolladora victoria electoral de Chávez en 1998, como Presidente de Venezuela, y las cinco siguientes elecciones, en las que, cada voto, el público respaldó sus programas y a sus aliados en forma avasallante, que Venezuela, bajo sus antiguos regímenes, era un país más peligroso para periodistas de lo que es ahora y en gran medida.
De acuerdo al informe anual 1991-1992 de PROVEA, el grupo de derechos humanos más importante de Venezuela, en ese año hubo 130 distintos ataques contra periodistas en forma individual en ese país: palizas, interferencia, amenaza, persecución legal, ataques, apresamientos, encarcelamientos y despidos de periodistas específicamente ligados a su trabajo como periodistas. En ese año, las primeras planas de los periódicos nacionales podían tener secciones enteras bloqueadas y marcadas con "CENSURADO", porque las autoridades gubernamentales ordenaron no publicar historias específicas.
Antes de la Constitución Bolivariana de 1999, que garantiza la libertad de prensa en ese país a un grado que no se conoció antes, había leyes en los libros que expresamente prohibían la libertad de prensa: el Acta de Telecomunicaciones de 1940permitiendo la censura previa, del gobierno, a todos los medios; duras penas a cualquier reportero que no revelara sus fuentes confidenciales al gobierno, un código de reserva militar y gubernamental; más tarde vino la ley de 1994 requiriendo que cualquier ciudadano, que practicase legalmente el periodismo, debería tener un grado universitario (lo que, en un país pobre con un sistema educativo terrible, era similar a una prohibición en la libertad de prensa para la mayoría de sus ciudadanos). Hubo una ley sobre "secretos de Estado" que establecía que los "registros administrativos públicos nacionales son, por su naturaleza, reservados sólo para uso oficial".
Hoy, como resultado directo de elecciones, hechas democráticamente, de la mayoría de los ciudadanos de Venezuela, hay más libertad de prensa de la que nunca existió en Venezuela.
Hasta el último mes, cuando las fuerzas pro golpistas arrestaron injustamente a Nicolás Rivera, ni un solo periodista estaba en prisión en Venezuela bajo el gobierno de Chávez.
Soy un periodista que ha hablado, cara a cara, con cientos de miembros del público en todos los lados de las disputas políticas en Venezuela - específicamente para investigar temas sobre la libertad de prensa, la conducta de los medios (tanto de periodistas comerciales como de comunitarios) y las actitudes del público respecto a la prensa - y le digo: Reporteros Sin Fronteras es tan inadecuado y erróneo en este asunto que ha minado su propia credibilidad como defensor de la libertad de prensa.
El "minarse" de la "credibilidad de la prensa" en Venezuela tiene un autor, y sólo uno: la prensa comercial ha minado su propia credibilidad. Como una clase, los medios comerciales en Venezuela, y particularmente en la ciudad de Caracas, son los más burdos, poco profesionales, inadecuados, antipluralistas, e no creíbles medios regionales de todo el hemisferio, salvo tal vez Paraguay. Culpar a Chávez, como han hecho Reporteros Sin Fronteras y otros, es insultar al público venezolano. Retrotrae el proceso de qué fue primero: ¿la minada credibilidad de la prensa o Chávez? Reporteros Sin Fronteras establece que Chávez es la causa de la pérdida de credibilidad de la prensa. Hoy les informo que no es él la causa, sino, más bien, el resultado de ella. Y cuando él critica la conducta corrupta de los medios en ese país, verdaderamente representa los puntos de vista de la mayoría del público que lo eligió, en parte, para ser un escudo contra los abusos de los medios comerciales.
El retrato del público llevado por la nariz por su líder electo es elitista y hostil a los valores democráticos, y como periodista y ciudadano espero más de una organziación que dice proteger a los periodistas y a la libertad de prensa. Al fina, yo - y otro como yo - espero una considerada exploración de ambos lados de la historia en Venezuela, y no el recuento parcial, ficticio e interesado que Reporteros Sin Fronteras ha ofrecido.
Impunidad es una palabra que todos nosotros los que buscamos defender la libertad de prensa debemos conocer. Ruego a usted y a su equipo en Reporteros Sin Fronteras que consideren - y corrijan - la impunidad que han provisto a esos verdaderos usurpadores de la libertad de prensa en Venezuela con su total abandono de los periodistas reales en riesgo de los medios comunitarios de ese país, y su no cuestionada aceptación de las declaraciones de interesados y corruptos miembros de los medios comerciales que, durante esos tres días de abril de este año, manifestaron su hostilidad a los principios democráticos y de libertad de expresión que su organización les ha atribuido.
Su organización, en su ritmo de inadecuadas declaraciones acerca de Venezuela, y la manera en que han esquivado su papel como defensores de los verdaderamente amenazados, y ahora encarcelados, periodistas ahí, ha hecho un gran estropicio a la causa que ostentan.
Desafortunadamente, si el público de base y sus líderes electos de Venezuela u otros países le dijeran esto, probablemente los acusarían de amenazar su libertad de expresión, como han asegurado repetidamente en forma poco ingenua cuando el público ha combatido el mal discurso con más discurso.
En cualquier caso, le recuerdo, esta crítica viene de un periodista, uno que ha tenido que defender, más que mucho, su propia libertad de prensa; que ha ganado importantes derechos legales para todos los periodistas como resultado, y que refleja los puntos de vista de una gran masa de periodistas auténticos y trabajadores de los medios comunitarios. Vamos ahora a tener esta discusión dentro de nuestra profesión: entre periodistas y hablando, a la vista del público, a las organizaciones que dicen protegernos. No sólo es nuestro derecho, sino nuestro deber, limpiar nuestra profesión, y hacerlo usando la misma arma que mantenemos como sagrada: el discurso.
Bienvenido al diálogo. Deseo que entre y que responda cada una de las 12 preguntas anteriores en un espíritu de total apertura, autocrítica y auto corrección.
Su organización, en su conducta referente a Venezuela y su abandono de los periodistas perseguidos que no están de acuerdo con su valoración inadecuada e interesada de lo que ocurrió allá, ha hecho grandes daños a los mismos principios que están organizados para defender. Es tiempo de que usted, señor Ménard, como individuo, y para cada miembro de su equipo y directorio hacer alguna pesquisa espiritual acerca de su papel.
Podría comenzar por proteger a Nicolás Rivera y a los periodistas de los medios comunitarios de Venezuela, de acuerdo con sus propias misión y reglas establecidas, y por responder mis 12 preguntas para ustedes, que le repito, como un anexo, abajo, para su conveniencia.
Sinceramente,
Al Giordano
Director General
The Narco News Bulletin
narconews@hotmail.com
12 preguntas para Reporteros Sin Fronteras:
Tomado de www.rebelion.org