18 de febrero del 2003
Luis Darío Bernal Pinilla
Rebelión
Yo entendía que las sifrinas y sifrinos (léase gomelos) del Este de Caracas, analfabetos funcionales en su mayoría; profundamente ignorantes por consiguiente; deformados cultural y espiritualmente por una televisión comercial pletórica de sexo, violencia, consumismo, banalidad y patanería; prevalidos en los privilegios económicos de sus ascendientes, nacidos aquellos privilegios del despojo a las clases populares, la corrupción y la politiquería que los hizo creer que Venezuela era suya; quienes siempre tuvieron vergüenza de la cultura popular venezolana y de su país; paseantes anuales de las tiendas y playas de Miami, fuesen víctimas fáciles de la Disociación Psicótica.
Esta patología mental, creada como el SIDA en un laboratorio, pero ahora en uno caraqueño (pero con asesoría extranjera) es el resultado del trabajo de un grupo de psicólogos, psiquiatras, comunicadores sociales y expertos en asesoría de imagen. Consiste en un proceso de manipulación de códigos psicológicos para desarrollar en el subconsciente del individuo (en especial, del perteneciente la clase media y alta de Venezuela) una realidad ficticia, en la cual TODOS los males y por ende, TODO lo negativo que le sucede, proviene de una sola causa o de una sola persona, en este caso de Chávez.
Establecido dicho patrón mental en el subconsciente del individuo, éste se convence que eliminando la causa de sus males, alcanzará la felicidad absoluta. Para este fin, la dirigencia de la oposición venezolana ha contado con el respaldo de los cuatro canales comerciales de TV. de Caracas y varias radiodifusoras, a la manera como Goebbels contaba con los medios de comunicación de aquel momento, para convencer a la sociedad alemana de 1929, que la crisis económica era responsabilidad exclusiva de los judíos y proceder, como efectivamente lo hicieron, a exterminarlos.
Yo entendía también, que habitantes de otras partes del Continente, con perfiles parecidos a los de las clases caraqueñas atrás descritas, cayeran así mismo, gracias a su poca racionalidad y educación y a su ignorancia política y cultural, en las redes de aquella criminal manipulación. Pero, lo que nunca me imaginé, es que la Disociación Psicótica estuviera haciendo estragos, en la mente de connotados intelectuales, personalidades aparentemente democráticas y críticos atávicos de las políticas y prácticas de la extrema derecha internacional.
Es el caso, entre otros, de dos grandes escritores de América Latina, uno mexicano, Carlos Fuentes y otro argentino, Tomás Eloy Martínez, quienes, uno en El Nacional de Caracas (14-12-2002) y otro en El Espectador de Bogotá (Revista 26-01-2003) se han venido lanza en ristre contra el Presidente Constitucional de Venezuela, Hugo Chávez Frías y su proyecto de Estado Social de Derecho y de Justicia, es decir de transformación política, social, económica y cultural de su país, con argumentos similares a los esgrimidos por la más ignorante, rabiosa, antidemocrática y grosera reacción caraqueña.
Sólo la Disociación Psicótica puede explicar que un hombre, antes lúcido como Fuentes, se atreva a escribir sin ningún recato, que " Chávez pone en entredicho la vida y la libertad de muchos venezolanos, simplemente porque están en desacuerdo con su gobierno" . Desconoce el autor de "Gringo Viejo", que ni Chávez, ni su gobierno, ni las Fuerzas Armadas de Venezuela, han asesinado, torturado, llevado a la cárcel, acallado, cercado económicamente, como se hizo en todos los gobiernos venezolanos anteriores al del Comandante -- por delitos de opinión, ni a un solo miembro de la oposición.
Y esto, a pesar de que aquella realizó un Golpe de Estado en Abril 2002; ha asesinado y agredido en las calles de Caracas y en algunos campos de Venezuela a decenas de simpatizantes del régimen; saboteó criminalmente la más importante empresa del Estado Venezolano (PDVSA) causando millonarias pérdidas para el Estado Venezolano; secuestró el dinero de la población venezolana en los bancos privados; y despliega, 24 horas al día, todos los días, sin descanso, con todo el poder económico y tecnológico de punta, a través de cuatro canales de televisión y varias emisoras de radio, la más brutal y alienante campaña mediática de que se tenga noticia en el mundo occidental, con toda suerte de ataques, calumnias, mentiras, fraudes y saboteos virtuales, medias verdades, consignas subversivas y desinformación, contra Chávez, sus colaboradores, sus simpatizantes y el proceso que lidera el presidente.
Pero Martínez no se queda atrás. Por el contrario, la Disociación Psicótica que lo aqueja, parece ser mayor que la de Fuentes. De otra forma jamás hubiese afirmado, sin que le hubiese dolido la cabeza, que "el presidente Chávez abrió el camino a corrupciones nuevas, unciendo el Poder Legislativo y la Corte Suprema de Justicia (SN) al yugo de su voluntad" . ¿Será, me pregunto, que de tanto ver CNN , seguramente en inglés, confunde a Chávez con Uribe y a Venezuela con Colombia?. Porque en el Poder Legislativo venezolano, es decir en la Asamblea Nacional, existe una cerrada oposición a Chávez , que no asiste casi nunca a las sesiones por estar organizando Golpes de Estado, es cierto, pero cobra por torpedear las leyes de transformación social cuando le queda tiempo para ir al Palacio Legislativo. Además, el autor de "Santa Evita" no se ha enterado que ya en Venezuela no existe una Corte Suprema de Justicia, como en Colombia, sino un Tribunal Supremo.
Seguramente tampoco sabe, que dicho cuerpo judicial, no sólo no está con el régimen de Chávez, sino en buena parte del otro lado, como puede colegirse de sentencias tan contraevidentes y antigubernamentales, como la que dictó a propósito de la jornada golpista militar del 11 de abril de 2002, cuando concluyó, contra la convicción de todo el planeta, incluso de los Estados Unidos, que no había habido Golpe de Estado en Venezuela. O aquella que devolvió al Alcalde Alfredo Peña, reconocido golpista del 11 de Abril, la autoridad sobre la Policía Metropolitana de Caracas, a la cual se le comprobó su responsabilidad en los asesinatos de aquella jornada, contra la decisión gubernamental de intervenirla por aquellos y otros asesinatos en las calles y plazas de la capital venezolana.
Volvamos a Fuentes. El maestro mexicano llega, en su nota contra Chávez a pedir, de manera atrevida, irresponsable e irracional, a Brasil y México, que promuevan la aplicación contra el gobierno de Chávez, de la Carta Democrática de la OEA. No entiende, quizá por la misma alteración que produce la enfermedad que nos ocupa, que nada amerita en este caso a invocar dicho documento continental, como la propia OEA ( que tiene a nadie menos que a su Secretario General, domiciliado desde Diciembre en Caracas) lo ha entendido. ¿ O será que cree, a la manera de Martínez, que Chávez unció también a la OEA al yugo de su voluntad?. Si así fuere, sería magnífico. La OEA corregiría de inmediato su injusta exclusión de Cuba.
Fuentes dice algo, además, que indica la grave lesión que aqueja a su entendimiento o lo poco confiable de su información: " Habrá que cambiar las políticas con menos dependencia del exterior y una enorme confianza en la base social, en el capital humano, para construir desde abajo hacia arriba y no estar dependiendo de que los problemas sólo se resuelven en la cima de la pirámide " . Por favor, no ha habido en la historia de América Latina, jamás, un proceso político, ni siquiera el cubano, en sus inicios, que haya actuado con más independencia del exterior y mucho menos que haya construido toda la nueva base institucional, como la Quinta República que lidera el presidente Chávez.
Ni él ni su gobierno se han plegado a ningún país, ni siquiera a los Estados Unidos, lo cual es una proeza en esta era norteamericana. Los profundos y novísimos cambios constitucionales, reconocidos por teóricos de mundo entero, incluso por la propia oposición venezolana, que no hubiera podido hacer la guerra a Chávez y a su proceso, como lo ha hecho, de no ser por la Constitución Bolivariana, fueron propuestos, elaborados y discutidos hasta por los niños y niñas venezolanos. Y el texto final de la Carta que hoy rige a Venezuela, fue aprobada, como ninguna otra Constitución en América, por abrumadora mayoría de los ciudadanos.
Además, todo el proceso político, social, económico y cultural que hoy vive la tierra de Simón Bolívar, Simón Rodríguez y Ezequiel Zamora - los tres baluartes ideológicos de la transformación que preside Chávez está siendo adelantado , precisamente como lo plantea Fuentes, de abajo para arriba, a partir de comunidades educativas, de juntas parroquiales, de asociaciones de vecinos, de comités de barrios, de cooperativas populares, de círculos bolivarianos (satanizados éstos, por la oposición, precisamente por ser importantes columnas del poder popular, como que restituyeron a Chávez en el poder, luego del Golpe de Estado del señor Carmona el 11 de abril de 2002) ejemplos de la existencia, a lo lago y ancho de Venezuela, de miles de organizaciones de base de diverso tipo.
Pero en donde la Disociación Psicótica se palpa con mayor claridad en ambos escritores, es en el tratamiento a la persona de Chávez. Parecería que calcan, fotocopian, clonan, sin ninguna inteligencia, (grave en personas que pensábamos inteligentes) ni el más elemental análisis político, las expresiones irrespetuosas, la agresividad, el odio, el fanatismo, la malcriadez, de las muchachitas y muchachitos de los sectores ricos de Caracas, que con palos, banderas, cascos nazis, y montados en multimillonarias motos negras, salen por las calles de esta capital, insultando irracionalmente a Chávez y pidiendo a gritos su muerte.
Dice Fuentes : "Yo soy opositor a Hugo Chávez" y más adelante agrega, " Chávez ...es un demagogo, un payaso" . Y Martínez le hace la segunda con no menos estridencia " Chávez es un fanático, obsesivo, utopista" y completa como su colega mexicano, con una tontería o mejor con una frase de mala fe, cuando, luego de contar las desgracias económicas, sociales y espirituales que ha traído para el país el "paro" ( léase sabotaje ) de la oposición, dice " ¿Cómo es posible que Chávez haya llegado tan lejos? ".
De verdad, si no fuera por la gravedad de los hechos que narra, daría risa esta brillante conclusión del escritor argentino.
¿ Será, me pregunto, que esta nueva derrota a la derecha recalcitrante y criminal venezolana y a la reacción internacional, interesada en el petróleo de este país, derrota propinada no por Chávez, sino por el pueblo de Venezuela, por sus Fuerzas Armadas, por el gobierno , y por miles de amigos del proceso en todo el planeta, hará reaccionar a estos connotados escritores y les hará volver a la verdad y al juicio? ¿O Será que Fuentes y Martínez, como otros intelectuales de América Latina, seguirán ciegos, sordos y autistas a un fenómeno social que está recorriendo las entrañas del continente, impulsado por Evo en Bolivia, Lucio en Ecuador, Luiz Ignacio en Brasil, Hugo Rafael en Venezuela y Fidel en Cuba?. Espero que no.
A pesar de la Disociación Psicótica de la cual son víctimas, les va a ser difícil tapar el sol con las palabras. Y es que los condenados de América Latina, empezaron a despertar en estas latitudes. A romper las cadenas de 500 años. Esos condenados, de los cuales hablaba el lúcido Frans Fanon, no son otra cosa que el mismo pueblo de quien el venezolano Rómulo Gallegos decía que "ama, sufre y espera". Sólo que de un tiempo acá, sigue amando y sufriendo, pero ya se cansó de esperar ".
Tomado de www.rebelion.org