14 de mayo del 2002
Ramón Cánovas
La noticia aparecida en España el pasado 8 de mayo en el diario El Mundo reza así: La asociación mundial de periódicos defiende ante Hugo Chávez, la libertad de expresión. Como subtítulo:
El director de El Mundo actuó como portavoz y le presentó un plan de ocho puntos.
Después de lo que se ha estado viendo sobre el golpe de estado en Venezuela, solo el anuncio de la noticia, no puede por menos que indignar a cualquier persona mínimamente racional. Estamos observando, en qué términos obscenos se expresan los medios privados de Venezuela antes y después del golpe. No es posible, que sin pedir antes a los medios un mínimo de imparcialidad, sé vaya a un gobierno que acaba de padecer un golpe de estado alentado por esos mismos medios, a exigir respeto para quién no se comporta con un mínimo de ecuanimidad. Con actitudes como ésta, se quitan la careta de su proclamada independencia y muestran su verdadero rostro de estar al servicio de los más poderosos intereses económicos En España durante la huelga general de Diciembre-88, Antena 3 Radio, estuvo desde las 6 hasta las 9 de la mañana mintiendo sobre el seguimiento inicial del paro y estimulando indirectamente al personal a que acudiese al trabajo. Las calles de Madrid y todas las capitales de provincia estuvieron desiertas y los escasos medios de transporte circulaban vacíos. Por la tarde durante la manifestación en Madrid, el coche de Antena 3 Radio que cubría la noticia fue asaltado, destrozado y al periodista se le tubo que proteger.
Inexactitudes intencionadas como ésta, se pudo observar en Venezuela a la mañana siguiente del golpe. Para los medios privados todo era tranquilidad y armonía, mientras que la muchedumbre pobre estaba devolviendo el poder a quienes por la fuerza se lo habían arrebatado. Estoy seguro de que si la gente no sé hecha a la calle y pasivamente se hubiese quedado en casa, Chávez no hubiera vuelto a su puesto de presidente.
Por lo tanto, si antes no se hace un llamamiento al respeto de la información veraz, no se puede ir a exigir solo a una parte que se muestre indiferente ante las mentiras y calumnias que propaga la otra.
Las personas comprometidas con la justicia social, no tenemos que convencernos de lo que representan los medios privados de comunicación y conocemos cuales son sus retorcidas formas de actuación: Promoción y repetición machacona de lo que les interesa, y silenciamiento, ocultamiento e ignorancia hacia las posiciones de igualdad. En el Otro País se publicaba un articulo sobre ejemplos en España de desinformación y manipulación. En la página web de Rebelión son bastantes los artículos que se publican con críticas hacia los medios privados de comunicación. Muchos podemos recordar en España la implicación de los medios en la campaña del referéndum sobre la OTAN para que saliera el SI, cuando el 75% de la población partía del NO. Los partidarios del sí tenían una presencia en los medios entorno del 4-5 a 1, además de los presentadores y comentaristas que también ponían su grano de arena (como lo más beneficioso para el porvenir de la nación). Al lado de intervenciones bien preparadas del sí se sacaban actuaciones pobrisimas a pie de calle del no. Todo ello aderezado con las manipuladas encuestas que, paulatinamente se fueron colocando mayoritariamente a favor del sí.
La mezcla malintencionada de la información con la opinión, es otro de los manejos con que nos obsequian todos los días estos medios de comunicación. El presentador no se limita hacer un anuncio de la noticia, sino que la va adornando con adjetivos calificativos según sus preferencias, que son los de la empresa a la que sirve.
En el espacio informativo todo se reparte entre derecha y falsa izquierda (conservadores y socialdemócratas). Sin embargo, en Venezuela, esta falsa identidad se ha quitado la careta, y ambas organizaciones políticas aparecen unidades como fuerzas golpistas contra un programa que les sobrepasa por la izquierda. Sus propios discursos les delatan. Un representante de la oposición "cívica" decía a RNE que anteriormente a Chávez, los partidos se alternaban en el poder sin crispación porque eran respetuosos con el sistema económico y democrático. Sin embargo, ha irrumpido una fuerza rupturista que cambia la dirección del timón separándose del mundo de nuestro entorno de mercado y avanzando hacia un sistema totalitario marxista. Y ese supuesto hecho, les legitima a impedir por todos los medios (legales e ilegales) que esa vía se consolide. Ese es el mapa político que la burguesía quiere para todo el mundo, el bipartidismo conservador y dependiente. Porque en Venezuela no se están poniendo las bases de un sistema socialista, simplemente se está avanzando hacia una economía de mercado independiente y mínimamente protectora de derechos básicos. Pero en la actualidad, ni esa pequeña opción es permitida por el imperialismo norteamericano y sus satélites. Pocas veces se ha visto una subordinación tan clara de las burguesías nacionalistas Europeas y Latinoamericanas a los dictados del imperialismo central.
El común denominador en la actualidad, es que unas fuerzas políticas idénticas en lo sustancial, hacen como que se disputan el poder en una farsa infinitamente repetida. En Europa como en España, mientras el bipartidismo conservador se alterne en el poder, sus intereses están protegidos. Pero si una fuerza política con un programa de izquierda les sobrepasara, se repetirían las mismas actitudes que se están dando en Venezuela, sin descartar los golpes de estado. Por todo ello propongo que se haga un manifiesto que circule por todos los ámbitos de la sociedad (laboral, cultural y mediática) criticando la actitud de estos medios y denunciando su afinidad con los más altos poderes económicos.
Propongamos redacciones.
Tomado de Rebelión