24 de Mayo de 2002
Mireya Tabuas
El Nacional
Un solo país con 31 lenguas.
El próximo 27 de mayo el presidente de la República, Hugo Chávez, firmará el decreto para la promoción y ampliación del uso oral y escrito de las lenguas indígenas, consagradas en la Constitución como idiomas nacionales. Por lo pronto, hay que implementar medidas urgentes para que no desaparezcan el añú, el mapoyo y el yavitero, que están prácticamente extintas, pues las hablan menos de 10 personas.
Lengua se dice peböüto en cuiva, jono en warao, nutaale en baniva, pe'ebarüto en guajibo, ayeewaa en wayúu, nuuru en kariña, pekú en ñengatú, danito en pemón, maera en pumé. Es la lengua el órgano que permite articular palabras y es la lengua el medio de comunicación que distingue al humano del animal.
Hasta hace poco, el idioma oficial de Venezuela era el castellano, y fue así cómo la legislación se llevó por el traste a las variadas lenguas con las que se expresaban los habitantes de estas tierras mucho antes de la llegada de los españoles. Fue ese desconocimiento el que llevó, además, a la pérdida -por falta de uso- de algunas de las lenguas de la población que habitó estas tierras por siglos. El país perdió en tradición, en cultura, en identidad. Para tratar de que el proceso no continúe, el próximo 27 de mayo, en el teatro Teresa Carreño, el presidente de la República, Hugo Chávez, firmará el decreto para la promoción y ampliación del uso oral y escrito de las lenguas indígenas. En principio, se había dicho que el documento iba a oficializar las lenguas que hablan en los pueblos más antiguos del país; sin embargo, el análisis hecho por un grupo de abogados determinó que no era necesario hacer un decreto para eso, porque ya está establecido en la Constitución. Explicó el director de Educación Indígena del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, Jorge Pocaterra, que en el artículo 9 de la Carta Magna se establece la oficialización: "El idioma oficial es el castellano. Las lenguas indígenas también son de uso oficial para estos pueblos, y deben ser respetados en todo el territorio de la República, por constituir patrimonio cultural de la Nación y de la humanidad".
Según el censo de 1992, apenas 1,5% de la población del país es indígena, poco más de 300 mil personas, localizadas en 10 estados. 63,7% de esta población está en el estado Zulia, donde se encuentra el grupo más grande: los wayúu. 57,6% de la población indígena tiene menos de 20 años de edad, y 40,5% de los mayores de 10 años son analfabetas. 80% de los que son mayores de 5 años de edad habla su lengua; y de este porcentaje, 75,69% es bilingüe. 20% sólo se expresa en español. En Venezuela, los miembros de algunos pueblos indígenas utilizan, incluso, más de dos idiomas. Refiere el lingüísta Esteban Emilio Mosonyi que "el bilingüismo y el multilingüismo son muy frecuentes, sobre todo en Amazonas. En la cuenca de río Negro, por ejemplo, hay comunidades que dominan conjuntamente el warekena, el baniva, el ñengatú, el español y portugués". Otros grupos, cercanos al Esequibo, dominan el castellano, el inglés y su propia lengua.
Pero, a la par de este interesante fenómeno, ocurre otro muy peligroso, y es la desaparición de las lenguas indígenas, que están cayendo en el olvido, sobre todo entre las generaciones más jóvenes. En algunos casos pasa simultáneamente con la pérdida total de la cultura, como sucede con los añú, que están asentados en el estado Zulia. Si bien el censo del año 1992 refiere que hay más de 17 mil personas que pertenecen a la etnia, los estudios más recientes indican que apenas 6 ancianas hablan la lengua original. Una de las personas que dominaba mejor el añú era Josefita Medina, una abuela recientemente fallecida, quien en entrevista con El Nacional en el año 2001, explicó que cuando era niña sólo hablaba la lengua de su gente, porque era la que sabían sus padres. Sin embargo, cuando creció, otros familiares la obligaron a dejar de usarla. "Una tía mía, Josefa Sánchez, me pidió a mamá y dijo: '¿Por qué esa muchacha no habla español?' Mi mamá dijo: 'Esa es la lengua de ella'. Como eso no se me quitaba, estuvo un mes cacheteándome. A las dos semanas me apliqué a hablar español, ella no dejaba que hablara en lengua, y aquí estoy", explicó Josefita Medina. Sin embargo, no olvidó su idioma materno, y aunque no se lo enseñó a sus hijos, porque se consideraba vergonzoso utilizarlo, dedicó los últimos años de su vida a dar clases a los niños de la laguna de Sinamaica, con el fin de que no se perdiera la esencia de esa habla.
En igual situación que el añú se encuentran el mapoyo y el yavitero, entre otras hablas que también están prácticamente extintas. Se requieren medidas urgentes para que no se pierdan en su totalidad, y es lo que piensa hacer el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, a través de la Dirección de Educación Indígena.
Pocaterra explicó que el decreto servirá para que se difundan más estas lenguas, se haga obligatorio su uso en documentos oficiales, textos escolares, avisos públicos y medios de comunicación, de modo que no caigan en el olvido.
Wayúu, warao, pemón, yanomami, kariña, jiwi, piaroa, yaruro, ye'kuana, yukpa, kurripako, eñepá, barí, tunebo, cuiva, baniva, piapoko, akawayo, ñengatú, jodi, puinave, warekena, yaravana, aruaco, sáliva, baré, sapé, uruak, añú, mapoyo, yavitero, son las 31 lenguas indígenas del país, según se desprende de los distintos estudios. Vale señalar que los autores colocan uno más o uno menos. Habría uno adicional: el sanemá o sanimá, que varios lingüístas ubican como dialecto del yanomami.
La mayor parte de las 31 lenguas tienen alfabeto, y muchos investigadores han trabajado en gramáticas y diccionarios, que hacen mucho más firme el conocimiento lingüístico. Hay algunas muy estudiadas como el wayúu y el warao, pero sobre la mayoría la información es incompleta e insuficiente, según reconoció Pocaterra. Es por ello que este año se crearon dos comisiones nacionales: de lingüística indígena y de educación indígena, de modo que conformen las líneas centrales que recorrerán las políticas en la materia. La comisión de lingüística, conformada por los más calificados investigadores, se reunió la semana pasada para trazar lineamientos en relación con la ortografía que se debe emplear en las transcripciones. De hecho, aún hay divergencia de criterios sobre cómo se escriben muchas palabras, e incluso los nombres mismos de las etnias. Por ejemplo, uno de los pueblos indígenas de Apure es llamado por algunos cuiba, mientras que unos escriben cuiva y otros kuiva. Por ello, dijo Pocaterra, es menester homologar criterios, tomando como base principal el apelativo que utiliza la propia comunidad para nombrarse, como en el caso de los piaroa, que se autodenominan wotuja o wo'tjüja; los indígenas akawayo se llaman a sí mismos kapon y los piapoko, tsaase. En próximos estudios, el último es el nombre que debería privar.
Las 31 lenguas indígenas parten de cuatro troncos de familias lingüísticas. Pertenecen a la rama caribe el pemón, kariña, ye'kuana, akawayo, yukpa, yaravana, panare y mapoyo. Del arawak proviene el wayúu, baniva, kurripako, baré, aruaco, yavitero, warekena y piapoko. De la lengua chibcha son el barí y tunebo y de la tupí-guaraní nace el yeral o ñengatú.
Son lenguas independientes el guajibo (jiwi), yaruro (pumé), piaroa, puinave, jodi, sapé, uruak, sanemá, warao y yanomami. La información para llegar a estos datos ha sido extraída de distintas fuentes hemerográficas y de la investigación del propio Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, tomando en cuenta el mayor número de coincidencias. Sin embargo, hay discrepancia en la información que dan distintos textos, por lo cual se considera es menester una pesquisa más exhaustiva por parte de los lingüistas.
Tomado de El Nacional