19 de junio de 2003
UN CONCEPTO TODAVIA NO BASTANTE DIFUNDIDO
Antoni Ferret
ARGENPRESS.INFO
Sobrantes de alimentos de los países ricos, subvencionados por los respectivos estados, se fueron exportando por grandes empresas a países pobres a precios bajos, a precios inferiores al precio de coste en aquellos países. Aunque esto, a muy primera vista, pueda parecer positivo, dada la tradicional escasez de alimentos en muchos países pobres, de hecho ha sido muy negativo: ha ido ocasionando, a base de una competencia desleal, la ruina de la producción de alimentos autóctona. Se ha ido generando un círculo vicioso en qué, cuanto más se importan, menos se producen, y más necesidad hay de que se continúen importando. Las empresas transnacionales han ido sometiendo muchos países a una dependencia alimentaria respecto de un mercado mundial dominado por ellas. Dependencia alimentaria que tiene otra cara, que es la ruina del campesinado local (su clase más numerosa, en muchos casos). Puede llegar un momento en que, aunque sean más baratos, los alimentos no se puedan comprar, porque no se obtienen ingresos de la venta de los propios. Se llega a un colonialismo alimentario (dentro del marco de un colonialismo económico más general).
Es esta situación lo que llevó a la constitución del movimiento Vía Campesina, y al concepto y a la reivindicación de la 'Soberanía Alimentaria'.
Vía Campesina es un movimiento internacional que agrupa organizaciones de campesinos y productores agrícolas pequeños y medianos de los cinco continentes. Es políticamente independiente. Arranca de una reunión de líderes campesinos en 1992 en Managua (Nicaragua), y se constituye formalmente como movimiento mundial en 1993, en una primera conferencia celebrada en Mons (Bélgica). A la segunda conferencia, en 1996, en Tlaxcala (México), asisten 69 organizaciones de 37 países. Después ha ido creciendo, es presente en todos los continentes, aunque su asentamiento es más atrasado en el continente africano. Su objetivo es 'desarrollar la solidaridad y la unidad en la diversidad entre organizaciones de pequeños productores, para promover relaciones económicas de igualdad y de justicia social; la preservación de la tierra; la soberanía sobre los alimentos; la producción agrícola sostenible; y una igualdad basada en productores de pequeña y mediana escala'.
Una de sus reivindicaciones centrales es, como hemos dicho, la 'Soberanía alimentaria'. Se entiende que es:
* El derecho de los ciudadanos a decidir qué quieren comer y cómo se tiene que producir esta comida.
* El derecho de los campesinos a producir alimentos de calidad, culturalmente apropiados a las necesidades locales.
* El derecho de los países y de sus estados a definir libremente una política agraria y alimentaria propia.
* La no dependencia de un mercado mundial monopolizado por grandes empresas, y de una competencia desleal de precios más bajos que el precio de coste.
* La prioridad a la producción agrícola local para las necesidades alimenticias locales.
* El derecho de los campesinos a acceder a la tierra, el agua, las semillas y créditos en buenas condiciones.
* Precios remuneradores para los campesinos productores.
* la eliminación de todas las ayudas a las exportaciones.
* Favorecer la producción diversificada, de cara a mantener la biodiversidad.
La 'Soberanía Alimentaria' tiene que ser un elemento insustituible en la lucha por 'otro mundo, que es posible'. Es posible si luchamos firme, todos juntos y dejando de lado las diferencias.
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