5 de septiembre del 2002
Luis Díaz
Rebelión
La batalla política: no hay duda de que en estos últimos años, el pueblo bolivariano ha ganado muchas batallas, contra los depredadores de la patria; recordemos que la oposición ha sido derrotada en las elecciones del 98, en la Constituyente, en la aprobación de la Constitución, en la relegitimación de los poderes incluyendo; a Gobernadores, Alcaldes, Asamblea Nacional y al propio Presidente.
Todos estos triunfos del pueblo bolivariano se realizaron de manera contundente a pesar de todo el poder económico, comunicacional y de influencias con que contaba y cuenta la oposición a ultranza, ni siquiera con la unión de grupos antes irreconciliables y de ideologías opuestas lograron derrotar al proceso revolucionario; léase Salas Roumer 98, y luego Arias Cárdenas 99.
La incapacidad política de esos seudo-lideres de la IV, quedo demostrada no sólo por el estado de miseria y de pobreza en que dejaron al país, sino por el fracaso rotundo en sus ansias de tomar el poder por la fuerza, porque a pesar de arrastrar a una parte importante de la población hacia una masacre, bajo un estado psicótico ocasionado por el odio diseminado por los medios golpistas, para lograr el objetivo del golpe de estado y acabar con la democracia de un plumazo el 11 de abril, no pudieron mantenerse ni 48 horas gobernando, porque de nuevo, el pueblo bolivariano no se los permitió.
Después de dos días de combate con la constitución y el amor por la patria como única arma, contra la represión y las armas de fuego de los servidores de la traición, el pueblo heroico de Bolívar, logró rescatar sus sueños y esperanzas por una patria mejor, que el fascismo quería convertir en pasadilla, quitándole al presidente y la democracia que tanto sacrificios costo.
La batalla social: esta batalla no ha concluido, se espera que sea una de la más larga; porque revertir más de 40 años de exclusión y hacerle comprender a una clase privilegiada, que en su mayoría se enriqueció de mala manera, que por su bien, deben aprender a querer más a Venezuela que a la riqueza material, necesitara de mucho tiempo.
Sin embargo, el aumento de la matricula escolar, las Escuelas Bolivarianas, la reactivación de las Escuelas Técnicas, el plan de viviendas dignas, la masificación de la cultura y el deporte, la Ley de: Tierras, Pesca y otras, son el comienzo para devolver al pueblo las condiciones mínimas para el desarrollo y el progreso social.
Esta gran batalla, se desarrolla contra unos seres viciados por el pasado que elevan sus intereses por encima de las necesidades del pueblo, por eso se oponen y sabotean los programas sociales y lo malo es, que hay gente del pueblo que sigue colaborando con estos y no han comprendido que ayudarlos, los hace cómplices en la destrucción de la patria. Por eso es que esta lucha es más dura porque: ¿cómo quitarles de la cabeza a nuestros compatriotas el "cuanto hay pa eso" y el "ponme donde hay" ?... ¿cómo hacerles comprender que no es ninguna viveza robar o faltar a sus responsabilidades en el sitio de trabajo?... ¿cómo hacerle entender a los silentes, que no es compañerismo ver pasar estas cosas ante los ojos y no ser capaces de denunciarlos ante las autoridades?...
Pueblo venezolano esta batalla es de nosotros, dejemos de ser alcahuetes y brindemos un verdadero servicio a la nación, denunciemos a todos aquellos que quieren enriquecerse malamente a costilla de lo que es de todos y ganaremos más temprano que tarde esta batalla contra los vicios del mal funcionario publico o privado, convirtiendo esta pesadilla en uno de los sueños bolivarianos.
La batalla económica: esta es una de la más duras batallas, las riquezas mal habidas y acumuladas por un grupo de seres que desangraron al país por más de 40 años es incalculable y con certeza, superan ampliamente las de aquellas personas que en dura y buena ley mantienen una posición adinerada.
Estos depredadores de siempre apoyados por entes externos le han ocasionado al país devastadoras derrotas, las perdidas son inmensas: el paro del 10 /12/01, los sucesos del 11/04/02, incluyendo los saboteos de PDVSA, la especulación, las estafas bancarias, la fuga de divisas, etc., no sólo han ocasionado daños monetarios, sino mucho peores, como la falta de credibilidad y el aumento del Riesgo País.
La mayoría de las empresas que están cerrando lo hacen debido a que sus dueños nunca fueron verdaderos empresarios y sólo mantenían sus negocios a costilla del estado, como eso se acabo, no les queda mas remedio que irse a la quiebra. Esta batalla sólo puede ser ganada si se mantiene la unidad y la conciencia de que Venezuela ha transitado por momentos más difíciles que el actual y hemos salido adelante, tomemos algunas primicias como las siguientes y venceremos definitivamente:
La batalla comunicacional: Muchas derrotas a recibido el pueblo bolivariano y sobre todo el país, por parte de los medios golpistas y algunos periodistas anti-venezolanos palangristas que en ellos trabajan.
Estos medios que callaron todas las tropelías de gobiernos y funcionarios anteriores, hoy se dicen "paladines" de la justicia y "defensores" del pueblo, que mentira tan vil, que cinismo, ni antes ni ahora les ha interesado el pueblo, más allá de poder venderle los panfletos que muchos seudo-periodistas llenan de impúdicas falsedades o medias verdades.
El odio que reflejan y dispersan, se debe, a que han sido enfrentados por el presidente, cuando otrora manejaban a su antojo todos los poderes estatales y amenazaban o atentaban, como lo hacen ahora, contra todo aquel que quiere dignificar a su pueblo. Sus ataques desmedidos al país, desvalorizándolo de una manera excesiva ante el mundo, agigantando los errores y minimizando u ocultando los aciertos, sólo ha puesto en evidencia que no tienen amor por Venezuela y el pueblo se ha dado cuenta de esto y ha comenzado a despreciarlos.
Por eso ya no es un simple boicot lo que se le hace, sino una toma de conciencia que se generaliza, que la mayoría del pueblo sabe y siente, que leerlos, verlos o escucharlos, produce alteración de los sentidos, que engendra odio entre los venezolanos, que las ofensas de algunos periodistas contra la clase mas necesitada esta generando una lucha de clases, donde al final si no se les da un parao, quien saldrá perjudicado, será este país al que todos amamos.
Por otra parte los medios alternativos, los canales del estado, algunos medios privados nacionales e internacionales, en franca pero desigual lucha contra los medios golpistas, comparten el clamor del pueblo porque se deje trabajar a un gobierno que lo que busca es la justicia social en democracia para los marginados de siempre. Formemos con ellos un solo bloque, dejemos que los medios golpistas se crean sus propias mentiras o medias verdades, que no puedan convertir con ellas los sueños en pesadillas como una vez lo hicieron y de seguro volverán a ser derrotados.
La batalla en el Poder Público: otra lucha que ha provocado decepciones y deserciones, veamos en la constitución quienes lo integran y ha quien deben sus servicios:
Artículo 136. El Poder Público se distribuye entre el Poder Municipal, el Poder Estadal y el Poder Nacional.
El Poder Público Nacional se divide en Legislativo, Ejecutivo, Judicial, Ciudadano y Electoral.
Cada una de las ramas del Poder Público tiene sus funciones propias, pero los órganos a los que incumbe su ejercicio colaborarán entre sí en la realización de los fines del Estado.
Artículo 141. La Administración Pública está al servicio de los ciudadanos y ciudadanas y se fundamenta en los principios de honestidad, participación, celeridad, eficacia, eficiencia, transparencia, rendición de cuentas y responsabilidad en el ejercicio de la función pública, con sometimiento pleno a la ley y al derecho.
Como ustedes podrán ver, la batalla esta centrada en adecentar estos poderes plagados de politiqueros, camaleones, traidores y engañadores de oficio, que se han podido colar como ratas por los recovecos de la ley y la justicia. Es de todos conocidos que para formar parte de estos poderes se debe cumplir con varios requisitos que nunca estuvieron al alcance de las grandes mayorías de la población, sin contar con la intervención de las mafias tradicionales que filtran a mucha gente decente que a duras penas logra reunir los créditos necesarios para concursar en estos cargos. Por tanto podemos concluir que en su mayoría estos poderes están en manos de una clase privilegiada, que ha compartido vicios y derrapes donde se han encharcado muchos buenos profesionales que hoy se encuentran atados de manos para imponer la ética y la dignidad por encima de los intereses vergonzosos de los depredadores que los manejan.
En esta batalla debemos fijar todos nuestros esfuerzos, hay que encontrar por todos los medios pacíficos y constitucionales los mecanismos para vencer en este lucha, para mi el Poder Moral tiene todas las evidencias y herramientas para intervenir.
Las actuaciones de algunos fiscales en evidente ensañamiento contra los defensores del proceso y las de unos cuantos jueces en decisiones inéditas e injustas en flagrante contraposición al equilibrio, la equidad y la justicia, los inhabilita para seguir ejerciendo un cargo público y por lo tanto deben ser desincorporados de los mismos.
Claro habría que presionar de alguna forma las fibras éticas de este Poder Moral, que también esta contaminado por estos seres que muy poco les duele los sufrimientos del pueblo y de la patria, esta lucha si no se gana, se pierde la República y de un sueño bonito entraríamos a una pesadilla, porque el Poder Público es la base principal donde se fundamenta un estado libre y democrático.
La batalla internacional: una de las pocas batallas en la que podemos decir con orgullo que estamos venciendo, los triunfos y reconocimientos siguientes lo demuestran:
El reconocimiento mundial de nuestro pueblo y el respeto que se merece, es uno de los principales logros de esta lucha.
Otra de las grandes victorias de este gobierno bolivariano, fue la de recuperar la credibilidad perdida desde hace mucho tiempo ante la OPEP, hasta tal punto, que se logró convencer con argumentos inéditos a todos los socios e inclusive a muchos de los no afiliados, para controlar la producción en la búsqueda de un precio justo para el barril de petróleo.
La posición del gobierno de Venezuela, de no doblegarse ante el neoliberalismo y de enfrentarse a este con argumentos contundentes, le ha dado un reconocimiento internacional, cuando esta no era sino la cenicienta en cualquiera de las asambleas del mundo, hoy en día liderizamos a varios grupos internacionales y la opinión del país, ante cualquiera de estas cumbres, es valorada y tomada en cuenta.
Nunca antes los medios comunicacionales internos y externos fueron enfrentados en su mentira, los internos no han aprendido la lección, los externos se cuidan y aunque ha veces dejan escapar sus medias verdades, no le dan ninguna credibilidad a los medios golpistas de Venezuela.
Aunque existen muchos otros reconocimientos, uno de los más importante es la demostración ante el mundo de la inquebrantable voluntad de hacer valer nuestra soberanía y el respeto a todos los pueblos, sin distinción de ideales, costumbres o sistemas de gobierno, siempre y cuando, en ellos no se violen los derechos fundamentales del ser humano, ni se utilicen sus potencialidades para someter a otros pueblos, sea por medios económicos o armamentistas.
Pero la primera batalla que debe librar Venezuela para lograr el sueño latinoamericano es la unión de todo su pueblo en el reconocimiento de que para poder competir con los poderosos de tu a tu, se debe estar en iguales condiciones y esto sólo es posible con la unión de toda Latinoamérica. Esta es una dura batalla, pero posible si todos tomamos conciencia de ella.
Todos los pueblos de América nos observan con la esperanza de que este proceso bolivariano salga adelante, no los defraudemos. Los voceros de la traición y el entreguismo no deben ser escuchados porque van en contra de los designios de los libertadores de América, y sólo son, los mensajeros del desastre y de los depredadores de siempre, que quieren sepultar nuestro sueños y someternos a las pesadillas que viven hoy en día muchos países hermanos del Continente Americano.
Tomado de Rebelión