Reflexiones
22 de junio de 2002
En este tiempo tan difícil que vivimos, vemos en el acontecer diario como todo ciudadano debe buscar su papel protagónico, ya los anonimatos están fuera de orden.
El tiempo globalizado es una realidad, como los globos y círculos todos terminan en un punto de encuentro o reencuentro.
No es casualidad, que hace varios años atrás Chávez tuvo esa gran idea de formar los Círculos Bolivarianos, eso suena a hermandad, igualdad, nadie arrinconado. Las mesas de los conferencistas son circulares y se pueden ver las caras fácilmente.
¿Qué son los círculos?
Algo que gira, que se mueve, rueda, no es fijo, se traslada de un sitio a otro, da vueltas como un remolino, no tiene vértices, semeja al globo terráqueo, está en continua rotación, es vivo, no es estático ni rutinario sino una gran cadena de unidad. Por eso tan temidos, su fuerza y su poder contagian.
Leemos en Hechos 2 (cita del Evangelio) como el día de Pentecostés todos los creyentes se encontraban reunidos en un mismo lugar y de repente del cielo vino un ruido, un viento fuerte y se le aparecieron lenguas de fuego que se repartieron sobre ellos y quedaron llenos del Espíritu Santo.
Todos estaban reunidos de todas partes, hablaban diferentes lenguas pero al recibir al Espíritu Santo se pudieron entender, comunicarse y se preguntaban ¿cómo es que los oímos hablar en nuestras propias lenguas?:
Reflexión:
- Sin Dios nada puede el hombre.
- Tenían un mismo sentir (La fe, eran creyentes).
- Todos estaban reunidos (diferentes nacionalidades).
¿Qué nos falta a los Venezolanos para realizar este milagro de la unión y el entendimiento?
Un solo sentir (Dios y la patria). ¿Será que todos queremos el bien común especialmente el de los más débiles y tenemos un solo sentir: La patria? ¿Qué nos separa? las ambiciones, el egoísmo, parecernos a las primeras comunidades, volver a Dios ya que todo viene de lo alto.
Cuando los hombres dejen a un lado sus orgullos, se arrepientan y vuelvan la cara a Dios, su hacedor ya que salieron de sus manos, se dará el gran milagro del entendimiento nacional. La solución está dentro de cada uno de nosotros, no en el norte ni en el sur sino en lo alto y dentro de nuestro corazón.
"AMA, AMA QUE LO DEMAS NO IMPORTA"
UN SANTO.
Hna Isa.
22/06/2002