17 de marzo

11 de Febrero de 2002

Amargo remedio que cura

Mazhar Al-Shereidah
El Nacional

Sin lugar a dudas tener petróleo, es una ventaja económica. Descubrirlo supone cuantiosas inversiones, producirlo equivale a la disminución de valiosos activos fijos, destacándose los crudos livianos y medianos, cuya proporción en el total de las reservas probadas venezolanas es inferior a 25. %Es por ello que la obtención de un precio remunerativo en el mercado internacional, es un parámetro esencial para medir el acierto de una política y su respectiva ejecución.

Tanto en 1998, como en la actualidad, connotadas personalidades petroleras son contrarias a la política de recortes petroleros. En febrero de 1999, el precio bajó a 7,53 dólares por barril. En 1994-1998, la producción acumulada del país alcanzó las metas trazadas por los planificadores: 5,3 millardos de barriles, equivalente a un promedio de 2,9 millones de barriles diarios; el ingreso petrolero totalizó 84,5 millardos de dólares, con un promedio anual de 16,9 millardos de dólares.

Dicha política volumétrica fracasó por sí sola. Los que vociferaban que no iban a bajar la producción en un solo barril, reconocieron que no disponían de un barril adicional a producirlo, para compensar el ingreso perdido. Esta sobreproducción trajo como consecuencias la saturación del mercado y el daño a la credibilidad de la OPEP.

En el período 1999-2001, la producción acumulada es de 3,1 millardos de barriles, similar a la de 1994-1996 con 3,0 millardos de barriles; sin embargo el ingreso en 1999-2001 de 72,2 millardos de dólares, es superior en 42 % al de 1994-1996, que fue de 50,04 millardos de dólares. Entre 1999-2001, el promedio de producción es de 2,8 millones barriles al día. El precio promedio ha sido de 20,7 dólares el barril, un incremento de 23,9 % con respecto a los 16,7 dólares por barril de los tres primeros años del gobierno anterior.

Indudablemente, a lo largo de 1999-2001, se emprendió el saneamiento del mercado. En un esfuerzo mancomunado de los productores, primero se detuvo el deslizamiento de los precios, para luego recuperarlos, mediante un programa de recortes, estableciéndose el equilibrio entre oferta y demanda.

Durante el 2000, lamentablemente la OPEP se hizo unilateralmente permeable frente a Estados Unidos, incrementando la producción, y generando para esa economía una disponibilidad de crudo más allá de lo realmente requerido. El equilibrio oferta-demanda apenas duró 12 meses. Cuando la carrera electoral estadounidense estaba en la recta final, quien resultara ganador ya no necesitaría dialogar con los productores, porque sus ventajas se habían reafirmado.

El 2001, pudo haber sido un año de correcciones por parte de los productores, para subsanar los excesos señalados. Sin embargo, ya era tarde según el popular refrán "No dejes para mañana, lo que puedas hacer hoy". Efectivamente, la tardanza en el proceso de aplicar los correctivos, coincidió con las manifestaciones de la crisis económica en Estados Unidos.

La demanda petrolera se estaba estancando. Aunque los productores recortaban su producción, sus planes de expandir la capacidad de producción no se ajustaban a la nueva realidad recesiva. La capacidad de producción cerrada se estaba incrementando, frente a una demanda que no crecía. Esta situación replantea lo ocurrido en 1997-98. Pero a diferencia de la crisis asiática seguida por la rusa, la actual tiene su centro en la mayor economía mundial: Estados Unidos. En la actualidad navegar exitosamente, es más difícil de lo que fue antes. Acertar ahora tiene mayor mérito.

Entre los exportadores hay actualmente una notable voluntad de cooperación, traduciéndose en mayor credibilidad y madurez de la OPEP. Después de los sucesos del 11 de septiembre pasado, la norma en las relaciones internacionales es la politización y militarización, privilegiando al factor político sobre los argumentos económicos, cuando se trata el tema petrolero entre Estados Unidos, por una parte, y la mayoría de los exportadores, por la otra. Venezuela no es la excepción.

petrolys@yahoo.com

Tomado de El Nacional


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