17 de marzo

17 de noviembre de 1998

Cuentas crudas, precios refinados (I)

Ricardo Escalante, Telmo Almada y Marianela Palacios
El Nacional

Pdvsa vende petróleo con descuento a sus filiales en el extranjero.

La tesis de doctorado presentada en la Universidad de Oxford por un experto mexicano y otros documentos señalan que a través de canales integrados, Venezuela suministra crudos hasta con 2,51 dólares por barril por debajo de los precios del mercado La política de internacionalización, que se ha intensificado en este quinquenio, es vista por expertos como un mecanismo del holding petrolero para colocar grandes sumas de dinero fuera del alcance del Fisco.

Los tiempos en que Pdvsa era una empresa más allá del bien y el mal, libre de críticas, quedaron atrás. En la compra de refinerías y suministro de crudos, así como en materia impositiva, hay aspectos controversiales que despiertan reservas en algunos sectores.

La empresa defiende las bondades de sus políticas y sus directivos se exhiben orgullosos. No obstante, los complicados mecanismos de precios del petróleo entregado a las filiales en el exterior, dan pábulo a las versiones sobre ventas con descuentos, que Luis Giusti niega.

Una tesis de doctorado presentada en la Universidad de Oxford por el experto mexicano Juan Carlos Boué, asegura que Pdvsa le vende a sus empresas en el extranjero crudo a precios inferiores a los del mercado y que, además, el objetivo primordial del programa de internacionalización es colocar grandes sumas de dinero fuera del alcance del Fisco.

Por otra parte, en un documento interno obtenido en altas fuentes de la industria, aparecen cifras que indican que en 1995 y 1996 las afiliadas pagaron hasta 2,45 y 2,51 dólares por barril por debajo de los precios del mercado. Algunas fuentes consultadas afirman que tales prácticas no se han acabado.

Y al comparar los precios reflejados en un informe de PDV America a la Securities Exchange Commission de Estados Unidos, con los registrados en una publicación del Departamento de Energía de Estados Unidos para los crudos procedentes de Venezuela, también se aprecia un diferencial.

Por otro lado, mientras la Corporación insiste en que la vía para asegurar posiciones de mercado es la adquisición de refinerías, hay estudios que advierten malos negocios: altos precios pagados por instalaciones en situación geográfica desventajosa y que no pueden procesar crudos venezolanos.

Para la elaboración de la serie de trabajos que hoy comienzan a publicarse, el equipo de investigación de El Nacional sostuvo entrevistas con el presidente y otros altos funcionarios de Pdvsa, con especialistas nacionales y extranjeros, y examinó publicaciones sobre la materia.

Al ritmo de la expansión

Como parte de sus políticas, en los últimos cinco años Pdvsa aceleró la expansión de su red de refinerías, oleoductos, empresas financieras y otras cuyos nombres son poco conocidos en Venezuela. Es dueña absoluta o parcial de 16 refinerías.

Documentos oficiales indican que en este período compró en Estados Unidos la totalidad de las acciones de Unoven, finalizó el proyecto de expansión Lyondell-Citgo Refining y aumentó de 12% a 42% su participación, compró 50% de la refinería de Chalmette en Lousiana y acaba de adquirir 50% de la refinería de Amerada Hess en las Islas Vírgenes.

Informes de Amerada Hess Corp para sus accionistas y para la Securities Exchange Commission sobre operaciones refinadoras en el primer semestre de 1998, revelan pérdidas de 18 millones de dólares. En igual período de 1997 hubo un saldo rojo de 53 millones de dólares.

A través de la asociación con Veba Oel, Pdvsa participó en la fusión de la refinería de OMW con la de Esso en Karlsruche; en negociaciones con BP y AGIP, en la fusión de las de Vohburg/Ingolstadt y ERN en el sur de Alemania.

Asociada con Neste Corporation, de Finlandia -que opera refinerías en Suecia, Bélgica y el Reino Unido-, desarrolla un proyecto de expansión de la producción de aceites naftánicos de la empresa Nynas. Igualmente, en las Antillas opera la refinería Isla.

Además, acaba de firmar un acuerdo con Phillips Petroleum para construir una unidad de coquización en la refinería de Sweeny, Texas, a un costo de 450 millones de dólares. La participación venezolana es de 50%.

Las plantas situadas en Alemania se alimentan en buena medida de crudos rusos, y la de Chicago procesa petróleos extrapesados de Canadá. Los informes anuales de Pdvsa revelan que en 1996 las filiales alemanas consumieron 216 mil barriles por día, de los cuales sólo 30 mil fueron enviados desde Venezuela; en 1997, ese suministro bajó a 24 mil barriles diarios. Así, en vez de aumentar las colocaciones de sus crudos en Alemania, Venezuela pasó a ser el gran comprador de petróleo ruso en Europa.

En el caso de Chicago, la compañía nacional ha admitido que esa refinería no es rentable. No obstante, en vez de venderla, compró el restante 50% y, al mismo tiempo, redujo la cantidad de crudos venezolanos que se le entregaban porque los canadienses resultaban mejor negocio.

En el propio holding venezolano hay argumentos que se vuelven contra los de sus directivos: Pdvsa Finance Ltd admitió que 69% de las exportaciones en 1997 estuvieron destinadas a clientes fijos desde hace 15 y 20 años, y 24% a sus filiales en el exterior.

Pdvsa se afinca en la internacionalización "para asegurar el crecimiento estable de la demanda y reducir la vulnerabilidad de las fluctuaciones de los precios", pero los resultados no despejan las dudas: el país se ha visto sometido al bamboleo del mercado petrolero en proporción que estudiosos consideran incluso mayor que la de otros miembros de la Opep.

Así, mientras en la Opep la crisis de los últimos meses ha ocasionado una caída promedio de 32% del ingreso fiscal, el impacto en Venezuela ha sido de casi 35% y se refleja en los recortes presupuestarios de este año. Y la diferencia podría crecer al aumentar la producción de los campos marginales, en los cuales la regalía es de 1%.

Documentos de EE UU

En su calidad de emisor de ciertos instrumentos de deuda, PDV America consignó a la Securities Exchange Commission un informe 10-K sobre sus actividades en 1996, de cuya revisión, comparación con otros documentos oficiales y consultas a expertos, se deduce lo siguiente: Por el crudo para la refinería en Lemont (ahora Citgo Mid-West), los precios pagados por Uno-Ven a Pdvsa en 1996, 1995 y 1994 fueron 18,47 dólares, 13,88 dólares y 11,66 dólares por barril, respectivamente. Y para esos años, según el Monthly Energy Review, publicación de la Energy Information Administration, del Departamento de Energía de Estados Unidos, el precio ponderado promedio del crudo venezolano entregado en ese país fue de 18,54 dólares, 14,84 dólares y 13,12 dólares por barril, respectivamente.

Al relacionar esas dos series con las estadísticas del American Petroleum Institute se ve una diferencia significativa, porque los crudos enviados por Pdvsa a Uno-Ven eran mejores que los vendidos a otros clientes.

En contenido de azufre, la calidad ponderada de los crudos venezolanos importados por Uno-Ven fue de 28,683 grados API y 28,602 grados API. Al mismo tiempo, el promedio del crudo venezolano vendido en Estados Unidos en ese momento era de inferior calidad: 22,444 grados API en 1995, y 22,443 grados API en 1994.

Dólares lejos del Fisco

Juan Carlos Boué, quien ahora es gerente de Comercialización de Petróleos Crudos de Pemex, ha realizado análisis críticos sobre las adquisiciones de activos ilíquidos por parte de Pdvsa.

"Gracias a la opacidad del mecanismo de fijación de precios, Pdvsa ha colocado millones de dólares fuera del alcance del Fisco mediante descuentos difíciles de detectar inclusive para un experto", para lo cual se utilizarían, por ejemplo, un estimado de rentabilidad levemente desfavorable para un crudo, un cambio de referencia en el mercado ocasional para cierto producto y/o ajustes en el margen estimado de refinación.

"Las cuentas de las subsidiarias en el exterior son auditadas individualmente por diferentes firmas de contadores públicos, y la que audita el balance consolidado de Pdvsa no tiene acceso a los libros de esas subsidiarias y sólo recibe reportes que contienen los números de ingresos y costos, que han sido previamente filtrados y consolidados en otra parte"...

Boué piensa que el programa de internacionalización ha fracasado inclusive en el cumplimiento selectivo de sus propias normas. El planteamiento está hecho con preguntas como:

  1. Si Pdvsa está preocupada por el cierre de algunas de sus relaciones comerciales, ¿por qué hace operaciones de manera tal que exacerba las ya desfavorables características transaccionales del mercado de crudos pesados?
  2. Si tiene ansias de seguridad volumétrica, ¿por qué vende libremente crudos de manera que, por una parte, reduce la predictabilidad de su flujo de exportaciones y, por la otra, promueve la impresión de patrones de conducta oportunista entre sus competidores?
  3. Si está tan preocupada por la estabilidad de sus ingresos, ¿por qué ha ignorado la posibilidad de participar en mercados a futuro y mercados derivados para evitar los riesgos a que pudieran estar expuestos sus precios? De igual manera, ¿por qué se niega a reclamar los dividendos de sus empresas en el exterior?
  4. ¿Por qué se apegó a un enmarañado y opaco modus operandi comercial, cuyo reemplazo sería directo y sencillo, que está fuera de sincronía con las actuales prácticas del mercado y causa adversidades en sus relaciones comerciales?
  5. Si quiere canalizar sus volúmenes de crudo hacia consumidores finales que tienen reservados precios más altos y ofrecen más estabilidad para sus colocaciones, ¿por qué se ha negado a compromisos creíbles que podrían ser más atractivos para clientes con instalaciones de alta conversión (particularmente porque es obvio que no puede fijarles precios discriminatorios).
  6. Si el mercado de crudos pesados tiene más problemas de comercialización, ¿por qué Pdvsa coloca más de sus crudos livianos de mejor calidad a través de canales integrados, mientras se apoya en el mercado para colocar sus mezclas de menor calidad?.
  7. ¿Por qué no ha vendido aquellas refinerías en el exterior que no son rentables o no tienen capacidad para procesar crudos venezolanos?
  8. ¿Por qué se ha limitado a comprar refinerías con serios problemas financieros?

    Tomado de El Nacional


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