29 de Enero de 2002
LA NACION
WASHINGTON (Reuters).- La Casa Blanca acusó ayer a los demócratas de politizar el caso Enron y se encaminaba ayer a una batalla judicial con el Congreso ante la negativa del vicepresidente Dick Cheney a entregar documentos que detallan si el gigante de la energía, ahora en quiebra, pudo haber influido en el desarrollo de la política energética del gobierno.
El vocero de la Casa Blanca, Ari Fleischer, descartó que el presidente George W. Bush o Cheney fueran a acceder a las solicitudes de la unidad investigadora del Congreso, la Oficina de Contabilidad General (GAO por sus siglas en inglés), que ha amenazado con demandar a la Casa Blanca para conseguir los documentos.
Fleischer dijo que la GAO carece de autoridad para exigir tal información, debido a que Cheney es un funcionario constitucional y a que la divulgación de los documentos erosionaría los poderes de la presidencia y dañaría la capacidad del gobierno para buscar asesoría de expertos externos.
"Este es un asunto importante de principios que afecta no sólo a este gobierno, sino a futuras administraciones. Es mucho mayor que sólo la política energética", sostuvo Fleischer. Enron, que ofreció un fuerte respaldo financiero a Bush durante su campaña, buscó la protección de la ley de quiebra en diciembre, tras un escándalo por sus dudosas prácticas contables.
Tomado de LA NACION