31 de mayo del 2002
El Mundo
La petrolera estadounidense ExxonMobil intenta convencer a un tribunal federal para que desestime una querella presentada en su contra por su supuesta complicidad en asesinatos, torturas, violaciones y secuestros cometidos por militares indonesios a quienes pagó por proteger sus propiedades en ese país asiático. Para ello ha apelado a la campaña antiterrorista de EEUU.
ExxonMobil ha negado su vínculo o el de sus afiliados con cualquier abuso de los militares indonesios, y ha condenado cualquier violación a los derechos humanos. La empresa alega, además, que el caso puede dañar las relaciones de Estados Unidos con Indonesia, el mayor país musulmán del mundo, y comprometer la campaña antiterrorista estadounidense.
La querella, presentada por el Fondo Internacional de Derechos Laborales (ILRF) en nombre de 11 residentes de la provincia indonesia de Aceh, acusa a la petrolera de contratar y pagar a militares indonesios para cuidar por la seguridad de sus operaciones en el norte de Sumatra.
Estos militares, según la demanda, asesinaron, torturaron, violaron y secuestraron a personas que residían en un edificio propiedad de Mobil, que se fusionó con Exxon en 1999. La provincia, rica en gas y petróleo, es uno de los distritos más azotados por una rebelión separatista que busca un Estado islámico libre desde la década de 1970.
Las tácticas de la compañía petrolera en el pleito judicial incluyeron una larga lista de quejas discutidas por los accionistas en la asamblea anual que se celebró ayer, en Dallas (Tejas). El abogado de ExxonMobil, Martin Weinstein, indicó en esta asamblea que el tribunal federal del distrito de Washington pidió al Departamento de Estado, a instancias de la empresa, una opinión sobre el caso y preguntó si puede interferir en las relaciones entre Estados Unidos e Indonesia.
"Creo que el Departamento de Estado está muy preocupado por si este caso puede o no influir en la política exterior de Indonesia", dijo Weinstein al tribunal, según consta en una transcripción de una audiencia del pasado 9 de abril.
Tomado de Rebelión