Te cuento un cuento en la escuela
Raimundo Dinelo
Una
vez un niño fue a la escuela y era bien pequeño. Y la escuela era bien
grande, pero cuando el niño vio que
podía ir a su clase directamente desde la puerta de afuera, él se sintió feliz
y la escuela no le parecía tan grande, así. Una mañana, cuando él hacía poco
que estaba en la escuela, la maestra dijo: -"Hoy vamos a hacer un
dibujo". "Bien", pensó él. Y a él le gustaba dibujar. Y podía
hacer todas las cosas, leones, tigres gallinas y vacas, trenes y barcos y tomó
su caja de lápices y comenzó a dibujar. Pero la maestra dijo: "¡Esperen!
no es hora de comenzar". Y él esperó hasta que todos estuvieran prontos.
-"Ahora-
dijo la maestra- vamos a dibujar flores". "Bueno". -pensó el
niño, y a él le gustaba dibujar flores. Y comenzó a hacer bonitas flores, con
lápiz rojo, naranja, azul. Pero la maestra dijo: "¡Esperen, yo les
mostraré cómo se hacen!". Así -dijo la maestra-. Y era una flor roja con
tallo verde. "Ahora sí", dijo la maestra. "Ahora pueden comenzar".
El niño miró la flor de la maestra y luego la suya, y a él le gustaba más su
flor que la de la maestra. Y no reveló esto. Simplemente guardó su papel e hizo
una flor como la de la maestra, roja con el tallo verde.
Otro
día, cuando el niño abrió la puerta de afuera, la maestra dijo: -"Hoy
vamos a trabajar con plastilina". "Bien" -pensó él, y podía
hacer todo tipo de cosas con plastilina: víboras, muñecos de nieve, elefantes
de rabitos, autos y camiones. Comenzó a apretar y amasar la bola de plastilina.
Pero
la maestra dijo:- "¡Esperen, no es hora de comenzar!" Y él, esperó
hasta que todos estuvieran prontos. "Ahora -dijo la maestra- nosotros
vamos a hacer una víbora". "Bien", pensó el niño. A él le
gustaba hacer víboras. Y comenzó a
hacer unas de diferentes tamaños y formas. Pero la maestra dijo:
"¡Esperen, yo les mostraré como hacer una víbora larga!". Ahora
pueden comenzar. El niño miró la víbora de la maestra, entonces miró la suya, y
a él le gustaba más la suya que la de la maestra, pero no reveló esto.
Simplemente amasó la plastilina en una gran bola, e hizo una gran víbora como
la de la maestra, que era una víbora larga.
Así,
y luego, el niño aprendió a esperar, y a observar y a hacer las cosas como las
de la maestra. Y luego él no hacía las cosa por sí mismo. Sucedió que el niño y
su familia se mudaron a otra casa, en otra ciudad, y el niño tuvo que ir a otra
escuela. Esa escuela era mucho más grande que la primera, tenía puerta afuera,
pero para llegar a su salón, el niño tenía que subir unos escalones y seguir
por un corredor largo.
Y
justamente el primer día que él estaba allí, la maestra dijo:- "Hoy vamos
a hacer un dibujo". Bien, pensó el niño, y esperó que la maestra le dijera
qué hacer. Pero ella no dijo nada, apenas andaba por el salón. Cuando se acercó
al niño, ella dijo:"-¿Tú no quieres dibujar?". -"Sí" -dijo
el niño- "pero ¿qué vamos a hacer?". -"Yo no sé hasta que tú no
lo hagas"- dijo la maestra.-"¿Cómo lo haré?"- preguntó el niño.
-"¿Por qué?"- dijo la maestra -"De la manera que quieras"-.
-"¿Y de cualquier color?"- preguntó él.-"De cualquier
color"- dijo la maestra; -"si todos usasen los mismos colores e
hicieran los mismos dibujos, ¿cómo se podría saber quién hizo que y cual sería
de quien? -"Yo no se",- dijo el niño ,y comenzó a hacer una flor roja
con el tallo verde.
Fin.