Elfriede Jelinek

1946

Premio Nobel 2004


Biografía

El Premio Nóbel de Literatura fue otorgado, este año (2004), a Elfriede Jelinek, una novelista, poeta y dramaturga austriaca muy controvertida. Su declaración de 1980 “Austria es una nación criminal” refiriéndose a las conexiones de dicho país con los nazis, así como al catolicismo rígido y mentiroso, no le valió precisamente la simpatía de sus compatriotas.

Tras el anuncio de su designación, declaró que no va a recibir el Nóbel personalmente pues es muy tímida y le horroriza la idea de ser una persona pública; no aguantaría tal espectáculo y tal cantidad de gente.

Nacida el 20 de octubre de 1946 en la provincia de Estiria, Austria, hija de químico checo de origen judío, su madre proviene de una próspera familia vienesa. De niña, debido a su padre judío, conoció muy bien la sensación de ser “outsider”. Años después, de una u otra manera, su literatura sería un intento de vengar la injusticia sufrida.

Se inició en el mundo de la música de muy chica – forzada por su madre que quiso convertirla en una niña prodigio, hecho que Elfriede recordaría con dolor en las primeras entrevistas luego de haber sido elegida por la academia sueca - estudiando piano y órgano y luego composición en el Conservatorio de Viena. También estudió teatro e historia del arte. Sus inicios en la literatura fueron a través de la poesía.

Dicho mandato fue tan resistido que, al recibir el Nóbel de Literatura, Jelinek declaró su satisfacción de poder mostrárselo a su madre. También mencionó su pena porque su padre no pudo vivir el premio.

Luego de tomar contacto con el movimiento estudiantil, sus obras tomaron un giro social, destacándose por sus duros ataques contra el establishment local y al statu quo social, en especial, al papel de las mujeres. Justamente en su obra "Deseo", la misma Jelinek declara que la obra es una "muestra de la violencia del hombre contra la mujer" dentro de un matrimonio convencional.

Feroz opositora al populista Jörg Haider, (ex-líder del controvertido partido de extrema derecha denominado Partido de la Libertad, quien en una campaña electoral utilizó la consigna “¿Prefiere cultura o Jelinek?”) declaró que sus obras no se representarían en Austria mientras dicho partido tuviera algún peso en el gobierno nacional, como ocurrió a partir del año 2000. Aunque luego revisó dicha decisión.

Desde 1974, en las numerosas piezas que escribe para radio y teatro, Jelinek abandona los diálogos tradicionales por una especie de monólogos polifónicos que no sirven para delimitar los roles sino para permitir que voces provenientes de diferentes niveles de la psique y de la historia se escuchen simultáneamente.

No es sorprendente que, al concederle el Nóbel, la Academia Sueca destacara “el ritmo musical de las voces y contra voces en sus novelas y obras de teatro que con un fervor lingüístico extraordinario ponen al descubierto lo absurdo de los clisés de la sociedad y su subyugante poder”.

En 1998 fue premiada su obra Sportstuck ("Juego deportivo"), en donde relaciona el nazismo con los deportes competitivos violentos. Entre sus obras más destacadas se encuentra la novela “La profesora de piano” llevada al cine en 2001 por Michael Haneke y protagonizado por la actriz francesa Isabelle Huppert . Esta novela narra la historia de una veterana profesora de piano que disfruta de sus gustos sexuales extremos a través del voyeurismo y la pornografía más dura.

La naturaleza de los textos de Elfriede Jelinek es dificil de decidir pues oscilan entre la prosa y la poesía, la encarnación y el himno; contienen escenas teatrales y secuencias fílmicas. Sus obras más recientes son variaciones de uno de los temas básicos de esta autora: la falta de habilidad de las mujeres para ganar visibilidad en un mundo en el que están delineadas como estereotipos.

Elfriede es la décima mujer en ganar dicho premio en los 103 años de la Academia Sueca. Anteriormente fue concedido a la poetisa polaca Wislawa Szymborska en 1996. Pero Jelinek no seria Jelinek si no se resistiera, de alguna manera, a este abrazo del establishment. Y otra vez la espina es por un asunto de género. Aunque se alegre por el reconocimiento mayor que hay en el campo de la literatura, lamentó haberlo recibido también por ser mujer mientras que si su colega austríaco Peter Handke hubiese ganado el mismo premio, lo habría ganado nada más que por ser Peter Handke ...

Fuente: Mujeres de Empresa