Nació el 7 de abril de 1889. Su verdadero nombre fue Lucila Godoy Alcayaga. Su infancia transcurrió en el Valle de Elqui, Montegrande, su pueblo natal, perteneciente a la Región de Coquimbo.
Desde muy joven se sintió inclinada hacia la labor educadora. A los quince años comenzó a ejercer una ayudantía en la escuela de La Compañía, aldea vecina a La Serena. Luego fue maestra en La Cantera de Coquimbo; en Barrancas e inspectora en Liceo de señoritas de La Serena. Más tarde, cumplió magisterio en Los Angeles y en los liceos de Punta Arenas y Temuco. De estos dos últimos establecimientos también fue directora.
En 1914, en la capital, participa en los Juegos Florales obteniendo premios por su obra los "Sonetos de la Muerte", haciéndose conocida a nivel nacional.
En Estados Unidos publica, en 1922, "Desolación", escrito que reúne sus composiciones y edita en ese mismo año "Lecturas para Mujeres".
En 1923, el Consejo de Instrucción Primaria le concedió el título de profesora de Castellano. Entre 1932 y 1941 cumplió misiones consulares en Madrid, Lisboa, Niza y Brasil.
Posteriormente, en 1932, es nombrada Cónsul en Génova y después, en Madrid, cargo que ejerce hasta 1935.
Alcanza renombre internacional al recibir el Premio Nobel de Literatura, en 1945 y seis años después recibió el Premio Nacional de Literatura.
En 1957 fallece en Long Island, Nueva York, y su muerte es sentida en todo el mundo. De acuerdo a su última voluntad, sus restos son sepultados en Montegrande, tierra que la vio nacer.
La poesía de Gabriela está inspirada en el amor materno, en la pasión frustrada, en el mundo de los niños y en la presencia cultural de su continente.
En una actitud casi inexplicable de parte de los encargados, sólo se le entregó el Premio Nacional de Literatura en 1951.
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