Amor de Madre
Rumbo a la
comisaría, al criminal lo
llevaban, las cadenas lo apretaban,
por que aún se
resistía,
Toda la gente decía: "Este no tiene
perdón!
por asesino y ladrón, hay que lincharlo!
Es un hombre sin alma y sin corazón!"
La gente iba a
lincharlo, por ladrón
y sanguinario cuano llegó
el comisario diciendo: "Alto,
no hay que tocarlo, la ley debe
castigarlo y no a mitad del camino!"
Señor es un
cretino! Que muera
la fiera humana! gritaba la caravana,
que rodeaba al asesino.
De pronto, llega un anciano,
padre de aquel homicida, gritando:
"Pronto, enseguida, mátenlo,
por inhumano!" y levantando
las manos, mientras con odio se aparta;
por tu crimen que me espanta!
estas palabras le dijo:
"No te conozco por hijo,
que el primer rayo te parta"
Detrás del
padre, llegaron dos
hermanos
y al momento sin pizca
de sentimientos
al ladrón apostrofaron,
despúes con furia
golpearon
el rostro del criminal:
"Por tu crimen y además por tus
instintos malsanos, ya no somos
tus hermanos
maldito
aborto infernal!"
Por su padre
despreciado,
por sus hermanos maldito,
el ladrón avergonzado, miraba
hacia el infinito.
De pronto se oye allá un grito,
es alguien
abriendose paso,
con sentimiento no escazo
va hasta el Comisario y dice:
"Ya que el mundo lo maldice,
Yo quiero darle un abrazo!"
Y el Comisario
le dice,
deteniéndole a la fuerza,
"¿No tiene usted verguenza de
abrazar
un sanguinario? su crimen patibulario,
no tiene perdón de fijo"
Y la pobre anciana dijo:
"Pues yo le doy mi perdón,
por que aunque
asesino
y ladrón, Señor Comisario...
Es mi hijo...! Es mi hijo...!
Miguel A. Camino
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