También
recuerdo
tu
táctica
de
seducción,
tus
palabras
que me
hacían
sonrojar
y
estremecer
mi
cuerpo.
Y una
noche
de
fiesta
y
copas...Me
resistí
a tus
besos,
a tus
palabras
sutiles
y en
tu
trampa
caí.
Te ame
como
se ama
con
una
pasión
tierna
y loca...
tus
besos
tu aroma,
tu
mirada
y el
sabor
de
tus
besos
que
aun
están
en mi.
No me
arrepiento
de
nada,
¡no te
inquietes!
que
nada
te
reprocho,
herida
no
estoy...
Fue el
fuego
de una
noche.
Me
quedara
el
placer
de
haber
estado
entre
tus
brazos...
en
todo,
lo que
se
siente
cuando
se ama
y de
lo que
contigo
viví.
Ahora,
sola
con mi
pensamientos
y mi
corazón
herido,
solo
quedan
los
recuerdos
y de
ellos...
Cenizas
y al
recordarte
una
mueca
de
dolor.