LA
FÁBULA DEL BOLUDO
Se
cuenta que en una ciudad del interior,
un grupo de personas se divertian con
el boludo del pueblo, un pobre infeliz
de poca inteligencia, que vivía haciendo
pequeños mandados y limosnas.
Diariamente algunos hombres llamaban
al boludo al bar donde se reunían
y le ofrecían escoger entre dos monedas:
una de tamaño grande de 40 reales
y otra de menor tamaño, pero de 200 reales.
Él siempre cogía la más grande
y menos valiosa, lo que era motivo
de risas para todos.
Un día, alguien que observaba al
grupo divertirse con el inocente hombre,
le llamó aparte y le preguntó si todavía
no había percibido; que la moneda
de mayor tamaño valía menos,
y este le respondió: Lo sé, no soy tan boludo,
vale cinco veces menos, pero
el día que escoja la otra, el jueguito acaba
y no voy a ganar más mi moneda.
Esta
historia podría concluir aquí,
como un simple chiste, pero se pueden
sacar varias conclusiones:
- La primera: Quien parece boludo, no siempre lo es.
- La segunda: ¿Cuáles eran los verdaderos boludos
de la historia?
- La tercera: Una ambición desmedida puede acabar
cortando tu fuente de ingresos.
Pero la conclusión más interesante es:
podemos estar bien, aun cuando los otros no
tengan una buena opinión sobre nosotros mismos.
Por lo tanto, lo que importa no es lo que piensan
de nosotros, sino lo que uno piensa de sí mismo.
"El verdadero hombre inteligente es el
que aparenta ser boludo, delante de un boludo
que aparenta ser inteligente"
Oct 6, 2006
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