Novelista, ensayista, guionista de cine y diplomático mexicano. Trata en sus obras la identidad y la esencia de la sociedad de su país a través de una aguda penetración psicológica y acentuando una aguda crítica. Sus peculiares fuentes de inspiración y el original desarrollo impreso a sus creaciones lo situaron en uno de los lugares de privilegio del contexto literario mexicano.
Fuentes nació en la ciudad de México el 11 de noviembre de 1928. Hijo de un diplomático, recibió una esmerada educación y viajó con su familia por diversos países de América y Europa. Cursó estudios de derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México así como cursos de economía en el Instituto de Altos Estudios Internacionales de Ginebra, Suiza. Desempeñó cargos administrativos y diplomáticos, tales como el de director de prensa de la Secretaría de Relaciones Exteriores o el de embajador de su país en Francia. Interesado por el periodismo, fue fundador y director de la Revista Mexicana de Literatura, cofundada con el crítico Emmanuel Carballo. Colaboró además en otras publicaciones, entre ellas, Siempre!.
La actividad literaria de Fuentes se inició con Los días enmascarados (1954), una colección de cuentos. Sin embargo, fue La región más transparente (1958), su primera novela, la que lo introdujo en los círculos artísticos y lo consagró como narrador. En ésta y sus posteriores obras se halla presente una peculiar concepción estilística en la que se aprecia la influencia de las literaturas no hispánicas y donde abundan recursos tales como el monólogo interior o la profusión de referencias al pasado. Seguidamente, Fuentes inició la composición de una tetralogía, de la que sólo llegó a publicarse el primer tomo, Las buenas conciencias (1959). Tres años después aparecieron Aura, relato de carácter fantástico, y La muerte de Artemio Cruz, una de sus creaciones más difundidas. Más tarde publicaría las novelas Cambio de piel (1967), novela de gran complejidad que le valió el Premio Biblioteca Breve, Terra Nostra (1975), Gringo viejo (1985) y Cristóbal Nonato (1987).
Fuentes cultiva además el ensayo con obras como La nueva novela hispanoamericana (1969) y Tiempo mexicano (1972) y lleva a cabo tentativas aisladas en el campo teatral con El tuerto es rey (1970) y Todos los gatos son pardos (1970).
El estilo literario de Carlos Fuentes, que no está exento de cierto matiz satírico, toma tanto elementos realistas como concepciones de inspiración fantástica, y su técnica narrativa presenta influencias periodísticas y abundantes referencias al ámbito cinematográfico. En 1988 el gobierno español le concedió el Premio Cervantes.
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