Bolas de fuego - Según un artículo de The New York Times, del 2 de enero de 1945, Meiers describió así el incidente: "Bolas de fuego rojo aparecieron y flanquearon nuestras alas mientras volaban a la par nuestra. Un segundo tipo de bola de fuego se desplazaba, en línea vertical de a tres, delante de nosotros y un tercer grupo de cerca de quince luces iba a distancia, con señales que se encendían y apagaban." Inicialmente invisibles al radar, estos objetos se presentaban como una misteriosa amenaza. Y aunque no parecían agredir a los aviones de combate, Estados Unidos supuso que se trataba de armas sicológicas enviadas por los alemanes. Problema Global - En la misma fecha en que ,The New York Times publicó su reportaje, la revista Time dió a conocer la experiencia de otros pilotos estadounidenses que volaban en misiones nocturnas de bombardeo sobre Alemania. Pero esto ocurría no sólo en Alemania y los países escandinavos, sino también en Japón, donde los pilotos aliados también lo obsevaban. Cuando al fin de la guerra Alemania y Japón admitieron públicamente su propia perplejidad ante el fenómeno, Estados Unidos se dió cuenta de que estaba enfrentando a un problema global. Tres años pasarían antes de que la documentación de la inteligencia militar revelara a los demás cuerpos de inteligencia de Estados Unidos el interés de las autoridades por resolver el misterio de las bolas de fuego. A esto contribuyó la aparación de misteriosos discos sobre las instalaciones militares mismas. En 1945, el presidente Truman conocía dos de los secretos más guardados del mundo. El primero fué revelado el 6 de agosto de 1945, cuando la bomba atómica explotó sobre Hiroshima. El segundo, sin embargo, se mantiene todavía oculto entre los secretos más altos de la inteligencia militar. 1947 - Washington, EU : En Junio 24, Kenneth Arnold, piloto civil, reportó haber visto nueve objetos que volaban en formación de collar, en las inmediaciones del monte Rainier y a una velocidad estimada de 2.575 Km por hora. Los objetos, descritos como brillantes y aplastados, en forma de cacerola, serpenteaban entre las altas cumbres. Arnold, que volaba su propio monoplano, describió el cielo como claro. Este ciudadano de sólida reputación, que había volado muchas veces sobre la zona, logró ser escuchado por todos. Su descripción de los hechos, inicialmente dada a una periodista del aeropuerto de Pendleton, Oregon, pero rápidamente difundida por todo el mundo, inició la moderna era de los "platillos voladores" y obligó a Estados Unidos a involucrarse en su investigación. 1947 - Nuevo México, EU : Durante una tormenta en la vecindad de Roswell, el hacendado, Mac Brazel, oyó un extraño sonido de choque, muy diferente al de un trueno. Al investigar, descubrió los restos de una desconocida astronave en lo profundo del desierto. Brazel informó el hecho a la policia local, y el oficial de turno pasó la información a las autoridades del Ejército. La Fuerza Aérea envió personal al lugar y procedió a recoger los restos esparcidos, que fueron luego enviados a la base aérea de Wright-Patterson. Las naves parecen estar construidas con metales sumamente duros. Algunas de las piezas recogidas contenían inscripciones en forma de misteriosos jeroglíficos. 1952 - Congo Belga - El 29 de marzo, dos platillos voladores fueron avistados sobre las minas de uranio del distrito de Elizabethville; poco después se alejaron en zigzag hacia el noreste. Los testigos escucharon un ruido agudo, semejante a un zumbido rechinante. El comandante Pierre, del aeropuerto de Elizabethville, persiguió a los discos en un avión de combate. Los platillos eran color aluminio recubiertos por un velo de fuego. 1952 - Brasil - El 7 de mayo, el fotógrafo Ed Keffel y el reportero Joâo Martins se dirigían a Barra de Tijuca, cerca de Río Janeiro, para completar un reportaje. A las 4:30 PM, Martins observó un OVNI que volaba a unos 1.000 m de altitud. Keffel tomó cinco fotos en 60 segundos, que fueron publicadas en O Cruzeiro el 24 de mayo de 1952. La Fuerza Aérea Brasileña confirmó que las fotos eran claramente genuinas. Bolas de fuego persiguen a cazas estadounidenses durante una misión nocturna de bombardeo sobre Alemania, durante la II Guerra Mundial. - El Tnte. Donald Meiers, de Chicago, se encontraba volando un Beaufighter durante una misión de penetración en Alemania a finales de diciembre de 1944 cuando, al mirar hacia su pizarra de instrumentos, vió con sorpresa que dos bolas de fuego pasaban rozando las alas de su avión, a una velocidad superior a los 480 km por hora. Luego de viajar por un rato a la par de su avión, las bolas de fuego desaparecieron. Meiers y sus pilotos apodaron "Foo-fighters" a estos raros fenómenos de globos fosforecentes y objetos en forma de discos de variados tamaños.
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