Padre Misericordioso,
hacia Tí caminamos en el umbral del tercer milenio,
Jesucristo es quien nos conduce
y nos fortalece con el don del Espíritu Santo.
QUE SEAMOS TU LUZ, SEÑOR, EN NUESTRA CIUDAD.
Somos Iglesia y Jesús nos ha enviado
a ser luz del mundo y sal de la tierra;
queremos proclamar con más fuerza su Evangelio
a nuestros hermanos.
QUE SEAMOS TU LUZ, SEÑOR, EN NUESTRA CIUDAD.
Que al cumplir nuestro compromiso en la Misión 2000
seamos fieles a tu Palabra,
y crezcamos en la unidad y en el servicio
a todos los que necesitan tu mensaje de salvación.
QUE SEAMOS TU LUZ, SEÑOR, EN NUESTRA CIUDAD.
Y que, al caminar bajo el amparo
de Santa María de Guadalupe,
y animados por el testimonio del Beato Juan Diego,
colaboremos en la construcción de una nueva fraternidad,
signo del Reino de Jesucristo nuestro Señor.
- AMÉN -