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2. Contextualización



El acto de informar al Congreso nació como un suceso republicano de sometimiento por parte del primer mandatario para informar al pueblo a través de su representación del estado que guarda la administración pública a su cargo, durante el último año. El presidente acude al inicio protocolario de los trabajos en una sesión de Congreso General, como invitado de honor, pero no como un acto propio del Ejecutivo, sino al revés; pues de lo que se trata es de que ambas Cámaras examinen el rumbo de la administración y ratifiquen o modifiquen, con su potestad, los pasos que se han dado en ejercicio de esa función. El artículo 69 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos , establece clara y escuetamente el motivo de dicho informe.


El informe a la nación fue un acto establecido por Agustín de Iturbide al asistir a la instalación de la Junta Nacional Instituyente, el 12 de noviembre de 1822, en el que se dirigió a la representación de la nación mexicana; así vivió la pompa del imperio mexicano. Fue Guadalupe Victoria quien trajo la seriedad y austeridad republicana, al cerrar, como establecía la Constitución, la sesión del Congreso Constituyente el 24 de diciembre de 1824; y ya regularizada la vida institucional, compareció a informar el 10 de enero de 1825.


Guadalupe Victoria (Anónimo. Museo Nacional de Historia)


Antonio López de Santa Anna le volvió a dar connotación de pompa imperial al acudir a la apertura del Congreso el 1 de julio de 1839.


Antonio López de Santa Anna (Hemeroteca Nacional)


Uno de los precedentes más importantes de esta ceremonia es cuando concurre un Juárez triunfador ante la soberanía nacional, el 8 de diciembre de 1867.


Don Benito Juárez


Fue Porfirio Díaz el que convirtió el informe en un acto extraordinario de exaltación de la figura presidencial, concurriendo al Congreso para que éste lo alabara y le rindiera honores, escuchando con reverencia la "palabra divina". Desde ahí, no obstante el periodo revolucionario, los presidentes encontraron útil el sistema de la quema de incienso y la alabanza excesiva con el rendimiento de pleitesía por parte del Congreso y sus legisladores.


Don Porfirio Díaz


A partir de la llegada de los generales "políticos", se aprovechó el acto para dar las grandes noticias nacionales, plenas de espectacularidad. Por ello, el gabinete se frenaba desde tres meses antes, prohibiendo que cualquier funcionario adelantara alguna noticia importante; todo era sigilo, el Presidente suspendía giras y entrevistas de cualquier tipo, la nación estaba expectante, todos esperaban el informe presidencial, era el oráculo de Delfos, a los mexicanos les dirían cuál sería su destino.