LA AGRESIVIDAD Y LA IRA
"Nosotros
somos así: tú eres parte de mi, y yo soy tu otra
mitad. Y del amor que nació entre nosotros siempre
queda algo más que nos llama a estar juntos una y
otra vez. Y así, todo vuelve a empezar,
compartimos nuestra insensatez entre el ir y
venir, sumergidos en este loco amor que lo es todo
para nosotros. Yo soy tu aventura, tu placer; tu
sabor, tu sinsabor; soy tu sí, soy tu no; soy tu
fin, tu principio. Cuando llegue otro dia para
nosotros, volveré a amarte, como aquél que ama la
vida y esta cerca del fin. Esta pasión secreta,
llena de temores y de sueños, lo es todo para mí.
Sé que para nosotros no existe el después, es
todo, un solo momento."
Soy
consciente de que la agresividad y la ira son una
forma de comunicación violenta.
Voy a
analizar las palabras agresividad e ira:
La
agresividad es la conducta hostil que manifiesto
verbalmente o físicamente, mediante ofensas orales o
gestuales o mediante ataques hacia las personas o
hacia mi mismo.
La ira es
mi sentimiento irritable e incontrolado con el que
provoco las frustraciones o contrariedades
imaginarias o auténticas.
No me
integro con el resto del mundo y veo enemigos en
todas partes por lo que me siento amenazado y
consecuentemente estoy siempre situado en posición
de alerta y reacciono con ataques verbales o
físicos.
Cuando
estallo de forma descontrolada contestando de manera
inadecuada o agresiva, sin motivo alguno, me
justifico diciendo que es mi carácter, sin pensar
que no es cuestión de mi carácter, sino de mi mal
carácter.
¿Porqué
reacciono así?
Posiblemente no estoy satisfecho conmigo mismo; mi
desorden, mi falta de atención, mi complejo de
culpabilidad o de inferioridad, la negación de mis
propias virtudes o cualidades, etc., me llevan a
reaccionar de forma violenta.
Me fijo
excesivamente en lo negativo; descalifico lo
positivo; saco conclusiones precipitadas; busco un
culpable para cada situación preguntándome cada vez
¿qué habré hecho yo para que tomen a mal mis
palabras?; me considero un fracasado; me considero
incompetente.
No debo
conformarme con las excusas de: perdí el control o
no pude evitarlo; debo poco a poco ir rectificando
controlando mi mente para no reaccionar de forma
negativa y reconocer que estoy sufriendo porque todo
está mal tanto a mi alrededor como en mi mismo.
Con esta
postura, además de crear conflictos entre mi
persona y los seres que realmente me quieren,
también estoy contribuyendo a deteriorarme a nivel
físico, puesto que se ha demostrado científicamente
que con mi mal carácter puedo a lo largo de los años
afectar mi flujo sanguíneo cerebral y que las
hormonas que se descargan con los malos humores,
como la adrenalina, pueden dañar de forma eventual
las paredes de mis vasos sanguíneos.
Debo
comprender que soy más querido siendo pacífico y
tratar de no poner a prueba constantemente la
paciencia de los demás.
Mi seres
queridos tratan por todos los medios de ayudarme,
aportando su amor, su paz, su armonía, su
comprensión, su paciencia, su constancia; y ¿que
hago yo mientras tanto en mi favor? ¿trato de dar
una solución en firme procurando esforzarme para
eliminar mis sentimientos o reacciones de odio,
mentira o inseguridad, cambiándolas por amor,
entrega, alegría, entusiasmo, solidaridad, lealtad,
sinceridad, etc...?
"No
puedo pretender que cambien las demás personas que
me rodean, soy yo mismo quien debo esforzarme hasta
lograr obtener la sabiduría y la humildad necesaria
para aceptar la crítica, reconocer mis errores y
cambiar mi mal carácter."
Desde hoy
mismo me propongo, prestar toda mi atención en
conocerme a mi mismo; observarme; hacerme mis
propias reflexiones sobre este particular; tratar de
ser consciente de mis posibles reacciones negativas
antes de que se produzcan; ser consciente de que si
voy a pasar por un estado emocional negativo debo
por todos los medios tratar de salir de él. Voy a
observar concienzudamente mi comportamiento externo
e interno para poder identificar cual es el origen
de las reacciones negativas que estoy
experimentando.
Voy a
dejarme aconsejar por aquellos seres que me rodean
que me han demostrado que me conocen, que quieren y
que de verdad me aprecian.
No debo
resignarme a dejarme llevar por esas reacciones
pensando siempre en lo molesto que resulta para mi y
para los que están a mi alrededor sobrellevarlas.
Debo estar
convencido de que yo mismo puedo controlar mi vida
emocional y que puedo salir del agujero en que me
encuentro, combatiendo mi inestabilidad y
procurando no huir escondiéndome en mis fantasías,
tratando de alejar de mi mente el pesimismo, la
indecisión o la falta de autoestima.
Debo
vencer esa actitud de pereza para desarrollar los
trabajos que se me encomiendan puesto que tengo la
obligación y la capacidad para llevarlos a cabo.
Voy a
tener la valentía de aceptar que el problema no está
fuera, sino dentro de mi mismo y aceptar la
responsabilidad de eliminarlo.
El Irritable Leonerk
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