Por Mildred Rivera Marrero
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EL SORPRESIVO deceso del periodista Rafael
Castro Pereda provocó consternación en los círculos
políticos, académicos y literarios, que coincidieron en calificar
su partida como una lamentable pérdida.
Marcelino Canino, escritor, profesor y amigo personal de Castro Pereda, dijo en tono apesadumbrado: "Se ha perdido un hombre muy valioso que, además, era un extraordinario ser humano, sin nunca haberse jactado de su capacidad y sus conocimientos. He llorado su muerte porque con él, Puerto Rico pierde uno de sus más grandes pensadores, indistintamente de que, en algunos puntos, no coincidiéramos". Rafael Rivera Lehman, rector del Colegio Regional de Cayey de la UPR, donde Castro Pereda enseñaba, dijo: "Lo admiré mucho como escritor y profesor. Es una pérdida inesperada y nos deja a todos consternados en este momento". Les extendió el pésame a sus familiares". Rafael Hernández Colón, ex gobernador. "Pierdo a un amigo, a una persona que admiré y quise mucho. Deja un enorme vacío muy difícil de llenar a nivel de los amigos que le quisimos y del pueblo que le admiraba por su compromiso profundo con su patria puertorriqueña". Victoria "Melo" Muñoz, ex presidenta del Partido Popular Democrático (PPD), indicó que "creo que Puerto Rico ha perdido un intelectual y una persona de primer orden. Para mí, era el mejor columnista de El Nuevo Día. Se ganó el premio Príncipe de Asturias. Era una persona íntegra, honrada, muy honesta. Puerto Rico ha perdido un gran escritor, un gran periodista, un gran columnista y me siento consternada con su muerte". Sila M. Calderón, actual presidenta del PPD, coincidió con Muñoz. "Es una pérdida para las letras puertorriqueñas y para el mundo de la literatura. Un hombre que dedicó su vida a escribir y tenía pluma muy incisiva. Muy observador de la realidad política de Puerto Rico". Víctor García San Inocencio, representante por el PIP, opinó que "el país pierde a uno de sus mejores escritores jóvenes, a un gran defensor de la puertorriqueñidad. Es una pérdida muy grande para la comunidad académica, intelectual y patriótica. Un hombre de ideas fuertes, con quien se podía o no coincidir, pero de una claridad de expresión y de mucha profundidad". Antonio Fernós, catedrático y columnista de El Nuevo Día, dijo sentirme muy triste con el deceso del profesor universitario. "Me produce una profunda pena, una sacudida de consternación y, realmente, las palabras que suelen usarse nunca, quizás, se han dicho con tanta justeza. La pérdida de un valor tan grande, de pluma y pensamiento profundo en un hombre que apenas llegaba a la madurez de su productividad, nos produce un intenso pesar. No era una vida concluida. Dios llamó a uno de sus mejores hijos". Mientras, el abogado José M. Sagardía reiteró que "hemos perdido a una persona excelente, valiente, de una calidad intelectual tremenda, de unas convicciones que no estaban dispuestas a debilitarse por nada. Puerto Rico ha perdido a una persona que era un norte cuando uno estaba buscando ayuda en un tema en particular". |
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viernes, 31 de diciembre de 1999 |
Dr.
Cirilo Toro Vargas
Publicado en el Internet: 27 de septiembre de 2000. |