EL AFAMADO escritor puertorriqueño Abelardo Díaz Alfaro luchaba ayer hacia el anochecer contra una secuencia de complicaciones a su grave estado de salud, mientras su esposa, Gladys, y sus íntimos esperaban un triste desenlace.

Tres derrames cerebrales y una infección lo atacaban, mientras yace en su lecho en una habitación del Hospital del Maestro.  Ha estado sumido en un letargo que comenzó la semana pasada después que le dieron de alta, y tuvieron que hospitalizarlo de emergencia la semana pasada.

Hacia las seis de la tarde ayer, su compañera Gladys Meaux de Díaz Alfaro exclamó resignada: "Estamos a punto de perderlo.''

La señora Meaux de Díaz Alfaro lleva una tanda de días consecutivos junto a su esposo, de quien no se ha separado ni un solo instante desde que hace meses él cayó en la gravedad.

Ayer, los médicos le informaron que nada se podía hacer por el escritor que no ha vuelto en sí desde la recaída.  Lleva más de una semana que no reconoce a nadie, sólo duerme, aunque lo alimentan y le administran antibióticos para la infección que no ha sido localizada.

En los últimos días de su estado agónico varias personalidades se han comunicado con la familia para inquirir sobre la salud del autor de "Terrazo", cuyas obras se han traducido a numerosas lenguas.  Tanto el Dr. Ricardo Alegría, como el escritor Luis Rafael Sánchez y el ex rector Ismael Rodríguez Bou, manifestaron pesar por la posible pérdida del gran maestro de la prosa.

Si ocurre lo inevitable, en las horas de hoy, lo que no se descartaba pudiera producirse anoche, lo que no había sucedido al cierre de esta edición, Abelardo Díaz Alfaro en algún momento será colocado en capilla ardiente en el Instituto de Cultura.  El dueño de la funeraria Escardille de Río Piedras, Hugo Velázquez Schettiny, ofreció hacerse cargo del funeral sin costo alguno, a manera de homenaje póstumo al escritor natural de Caguas.