por Héctor J. Martell Morales |
Decir
Martell es decir arte. Quite las letras inicial y final, M y LL,
y verá que queda arte. Y no es casualidad, pues los
Martell no llevan el arte sólo en el apellido, sino también
en la sangre.
Ramón Martell, quien fuera un humilde jibarito ponceño del barrio Corral Viejo, era un amante empedernido de la música. Llegó incluso a cantar y tocar guitarra sin saber y hasta tuvo un circo. Pero más que nada, desplegó la mayor de las Artes, el arte de la humanidad. Luisa Morales, humilde jibarita del barrio Marueño de Ponce, viuda de Martell, también ha sido ferviente amante de la música y el arte. Su padre, Carmelo Morales, en los tiempos en que no se le reconocía importancia artística a la artesanía, sobresalía en ese campo, así como en la composición de décimas y en la improvisación. De doce hijos que tuvieron Ramón y Luisa, dos engrosaron congénitamente el coro angelical, los otros diez heredaron el arte humanitario y, en particular los varones, la manifestación de lo artístico. El mayor de los hijos, Ramón Luis, quien dejara la existencia terrena hace varios años, se destacaba en el canto popular, la escritura y la artesanía. De los restantes hijos, los dos menores, Héctor Jaime y Jaime Luis, se dedican a la ensenansa y el cultivo de la literatura. Jaime Luis, además, se destaca en el canto. Los dos mayores, José Nelson y Norberto, desde hace varios años se vienen destacando en el ámbito cultural ponceño como promotores y hacedores de cultura. José Nelson y Norberto son hermanos gemelos, a pesar de que hay cinco años de diferencia entre la edad de ambos. Esta afirmación se explica si consideramos que han tenido experiensas prácticamente idénticas tal y como hemos sabido que ocurre en los casos de gemelos reales. Veamos. Cuando uno enfermaba el otro contraía la misma enfermedad, aunque no se tratase de un condición contagiosa. Cuando uno tenía un accidente, el otro se accidentaba de modo similar. Pensaban y sentían lo mismo, aunque estuviesen distanciados físicamente. Siempre han compartido los mismos intereses y los mismos ideales. Siempre los ha impulsado la necesidad de aprender y superarse. Fueron los pioneros de la Juventud Obrera Cristiana en Puerto Rico. Se han desempeñado en similares trabajos. Y en virtud del desempeño laboral, en forma prematura e involuntariamente se han tenido que acoger al retiro. En términos artísticos, ambos han tenido una formación autodidacta. A la misma edad, treinta y cinco años, explotó en ellos la manifestación artística concreta. Han participado en diversas exposiciones a través de toda la isla. Jose Nelson ha publicado cuentos y poemas, Norberto ha publicado articulos y ensayos. Norberto ha llevado su arte escultórico a la ciudad de Nueva York, Jose Nelson ha llevado su arte literario a diferentes rincones del mundo. Ambos han sido objeto de presentaciones y entrevistas a través de la televisión, la radio y la prensa escrita. Y ambos han asombrado al mundo, José Nelson por sus minúsculas esculturas en madera y Norberto por sus gigantescas esculturas en paper maché. La labor cultural de ambos no se limita a la creación individual. Ambos son miembros fundadores de la Asociacion Ponceña Pro Arte y Cultura Inc., y de la revista gráfico - literaria Creacion: arte y letras. Norberto fundó, además, el Festival Nacional de Baile de Máscaras del Carnaval Ponceño, Inc. Por si fuera poco, José Nelson ha compartido sus conocimientos como maestro artesano en el centro Tabaiba de la Playa y Norberto a través de charlas y talleres que ha ofrecido en nuestra patria y en la ciudad de New York. José Nelson Martell Morales y Norberto Martell Morales son dos almas gemelas de artistas, orgullo de la ciudad de Ponce y de todo Puerto Rico, que llevan el arte congénitamente en el apellido y en la sangre. |
Información tomada del catálogo de la exposición "Mundo Grande Mundo Cico de los Hermanos Martell", efectuada en el Centro Ceremonial Indígena de Tibes, en Ponce, Puerto Rico, del 12 de julio al 10 de agosto de 1997. |
Dr.
Cirilo Toro Vargas
Publicado en el Internet. 1 de marzo de 2001. |