La presente creación contiene poemas
centrados en un mismo tema, a diferencia de las anteriores, en cuyos versos
se amalgaman diversos sentimientos, entornos y momentos. Conforman el conjunto
sesenta y cinco poemas dedicados "A Ti: modelo original inspiradora de
estos versos sencillos en su expresión y profundos en su significado".
La sencilla expresión del conjunto
revela una delicada intimidad enriquecida por múltiples vivencias.
Al trajín de los quehaceres del autor, se suceden las huellas que
ha dejado en su espíritu
"la cotidiana relación
de convivencia actual".
("Triplicidad", p. 3)
Diciembre 22 es el "diario de un sentimiento".
En él se destaca la nota triste y dolorosa, el ansia incontenida
de amar y no poder revelar hacia los cuatro puntos cardinales esa
"... urgente necesidad
de vaciar mil ansiedades".
("Urgente necesidad", p. 6)
La fecha del 22
"marcó el inicio
de un cambio perentorio,
de la necesidad
de explorar nuevas realidades".
("Diciembre 22", p. 9)
Estamos frente a un libro revestido de dolor,
angustia, ansiedades, disimulos; de deseos, de esperanza y sensaciones.
Un libro inflamado de amor, de acentos, de miradas, de "latires", "sentires"
y "éxtasis de fragancias" ("Torbellino de Realidades", p. 1). Un
libro en el que comulgan ella y él. En suma, un libro impregnado
por el descubrimiento de la pasión, amorosa, el anhelo y la incertidumbre
infinita de la unión.
A "estos versos sencillos en su expresión
y profundos en su significado" ("Dedicatoria", p. v) les transmitió
el vuelo su creador con la emoción de su temperamento dotado, inquieto
y ardiente.
La creación poética podría
partir de una experiencia real. Aquí, no obstante, ha de verse como
la contemplación de un contenido anímico, recreado y transformado
hasta adquirir un sentido más pleno. Frente al emisor - yo poético
- proyección del autor se da el receptor - lector. Es a ella a quien
le habla; ella, la de las
"... pupilas
de mágico azabache
y ensueño aterciopelado".
("Todo Es Posible", p. 25)
la de la "silueta tempestuosa y virginal"
("Extraño",
p. 80); ella, "la de la fruta prohibida" ("Eres", p. 22).
El sentido de este libro doloroso y desesperanzado,
como vemos, se complementa con el apóstrofe, recurso que permea
la obra: "Permíteme desahogar" ("Permíteme", p. 4);
"Tu silencio es una locura
que adormece mi voluntad"
("Urgente Necesidad", p. 6);
"Sé que tú piensas en mí"
("A Dos Días", p. 10);
"Permíteme invadir tu alegría
y alegrar mi soledad".
("Quisiera Endulzar", p. 13)
"Quisiera sentir
tu dulce cercanía"
("Tu Dulce Cercanía", p. 19)
Se repiten imágenes determinadas, recurrentes
que constituyen la tonalidad de la obra. Vemos en el mensaje la carga afectiva
como el reflejo del yo poético respecto del mismo mensaje y sus
referentes. Si atendemos al eje paradigmático, en virtud del cual
cada unidad exige otras con las que el discurso tiene algo en común,
encontraríamos decenas de ejemplos: torbellino, despojos, sabor
amargo, urgente necesidad, endulzar, llanto, esperanza, desgarrar, me lastima,
me agobia, ironía...
El autor canta la nostalgia de un reino
paradisíaco:
"Eres la fruta prohibida
en el jardín de los dioses"
("Eres", p. 22)
Este verso traduce la inaccesibilidad de consumar
una relación. Se sabe en una disyuntiva. De un lado, la mujer que
comparte su "vida actual", la "buena madre" que atiende a sus hijos "con
esmero y dedicación" ("Sabor Amargo", p. 16); de otra parte,
"una mujer sinigual,
de deslumbrante belleza,
cálida como el astro"
("Mi Ideal", p. 32)
esa que puede ser su hija ("Tu Comentario",
p. 39). Es con esta persona con quien desea
"... reír,
bailar, divertirse, compartir"
("Alma Gemela", p. 37).
Sin duda, se observa en la creación
de Toro Vargas lo esencial del auténtico romanticismo, despojado,
no obstante, de vicios y afectaciones. El estilo ha de apreciarse en función
del tema amoroso, y del estremecimiento que agita su espíritu con
irrefrenable lirismo.
El autor es asiduo al verso libre: forma
que maneja con suaves logros. Sin embargo, es en la décima - cultivada
ya en otros poemarios - donde alcanza gran maestría: "Dolor Oculto"
(p. 73), "Solitario" (p. 76), "Azote" (p. 77) y "Sinfonía" (p. 77),
entre otras. Ensaya, asimismo, una variante que consiste en iniciar el
poema con una cuarteta, seguida de cuatros décimas que terminan
con cada uno de los versos de la primera estrofa ("Las Perlas de la Albada,
p. 89; "En Mil Jirones Deshecho", p. 91).
Otra variante en su caso comprende una
cuarteta al inicio, cuyos versos se repiten en las líneas quinta
y décima de las próximas dos décimas, seguidas de
una segunda cuarteta, pie forzado para las siguientes dos estrofas ("La
Verdad de Tu Ternura", p. 69; "La Lógica del Corazón", p.
71).
Los poemas de Diciembre 22, sugerentes
y estilizados rememoran la fascinación invariable que ha ejercido
la amada sobre las predilecciones del poeta. En los versos se perciben
la voz y las rememoraciones de honda intensidad en que se entrelazan los
sentimientos y ternura que ella lo ha impelido a vivir. "Vibraciones" (p.
95) confirma todo lo dicho:
"Los sentimientos latentes
que emanan de tu ternura
se revisten en la oscura
mansión de los recuerdos,
convirtiendo desacuerdos
en torrentes de amargura".
En el "Pórtico" remata su definición
del amor, como "empatía vital entre dos seres; energía de
correspondencia avalada en sensaciones y querencias más allá
de los sentidos..." (p. iv).
21 de abril de 1994 |