Vegeta:
La verdad, no sé como empezar. Decidí escribir esta carta para que después de mi muerte supieras todo lo que no te pude decir en vida.
Para empezar quiero decirte que no quiero que me revivan, quiero morir como una humana más, sin tener que darte el dolor de verme morir varias veces, así como yo tuve que verte morir tantas veces, sólo quiero permanecer en el recuerdo de todos.
Este tiempo que he pasado junto a tí, han sido los años más felices de mi vida. Reconozco que al principio te tenía miedo, tenías aquella mirada que heredó mi querido Trunks y aquella sonrisa tan fría y sin sentimientos... Pero después me dí cuenta que estabas solo.
Cuando una ve a un hombre tan solo como tú, dan ganas de llorar. Sabía que no eras malo, sólo un hombre triste. Por eso me decidí a hacerte más feliz la existencia. Sé que al principio me odiabas, que pensabas que era una entrometida, y era verdad. Sé que eso te levantó el ánimo, ya que cuando te veía solo ni siquiera te molestabas en mirarme y después, cuando te molestaba me regañabas.
Fueron difíciles aquellos tiempos, no podíamos convivir juntos. Pero me dí cuenta de que te empezaba a amar. Ese sentimiento a la vez, iba tomando forma en tu corazón, aquel corazón que había olvidado lo que era el amor.
Después de eso, fue cuando comenzó el verdadero amor. Al principio sufría porque no lograba comprenderte, porque a veces me ignorabas, lo que pasaba era que no me daba cuenta de que para tí era difícil abrir tu corazón. Sé que aunque no mostrabas preocupación por mí y por el bebé Trunks, a cada momento nos espiabas, incluso una vez te ví aunque tú no te diste cuenta.
Sé que mi hijo del futuro también se dió cuenta de todo esto, que él también sufrió al no comprenderte, lo único que quería ese chico era tu amor, pero por más que quería ver realizado su sueño, tu escondías tus sentimientos. Yo sufrí por eso, lloraba en las noches y rezaba por que tú lo amaras. Al final decidiste que era o en ese momento o nunca, que si no, era como si tú mismo asesinaras a tu hijo, por ello le abriste tu corazón.
A partir de entonces fuiste otro. Amabas al pequeño Trunks, por eso lo llevabas a tus entrenamientos, para tenerlo junto a tí. Al pequeño le gustaba estar más contigo que conmigo, lo sé, aunque también quería estar conmigo. Pusiste especial empeño en que supiera TUS técnicas y no las de cualquier otro. Eso me gustaba, porque a tu manera lo amabas.
Vegeta, el único propósito de esto era que supieras que yo siempre te amé, que siempre supe que me amabas, que siempre supe que amabas a tu hijo y a tu hija.
Ahora sólo quiero decirte adiós, pero no para no vernos nunca sino para vernos en el cielo, donde tú también mereces estar.
Te ama.
Bulma
