Decidió darse un baño una vez más. Dejó que el agua corriera a través de la regadera mientras estaba de pie inmóvil, pensando... lamentándose de tener una adolescencia tan infeliz... Algunas lágrimas se asomaron por sus ojos dejando sus mejillas más húmedas de lo que ya estaban. Se apoyó en la pared y escondió el rostro en su brazo mientras las lágrimas seguían brotando de sus ojos.
Cerró la llave del agua. Salió y se vistió con unos shorts y una playera con el logotipo de la Capsule Corp. sin mangas. Se dejó caer en la cama mientras trataba de secar con la playera las lágrimas que podían delatarlo.
Respiró profundamente y miró el cielo estrellado a través de la inmensa ventana al lado de su cama. Vió una estrella fugaz y pidió un deseo: "Ser siempre amado"... un deseo... un deseo quizá imposible...
Siguió meditando... en lo que le había dicho Nicky aquella vez, aquel día en que había ido a su casa con Goten... la vez que se pelearon... y ella le dijo... le dijo la más cruel realidad de su vida... aún recordaba sus palabras: "¡Te arrepentirás! ¡Algún día te arrepentirás! ¡Y entonces Goten no estará para ayudarte! ¡Goten no estará contigo! ¡Ni él ni nadie!"... Aquellas palabras que nunca creyó que se volverían su dura realidad.
Nuevamente algunas lágrimas se asomaron y rodaron por sus mejillas. Pensar en el amigo perdido lo hacía sentirse culpable en cierta forma, por ser el causante de aquella ruptura.
Se durmió teniendo aquellos crueles pensamientos que lo atormentaron.
Bulma fue a medianoche a ver a su hijo. Tenía esa costumbre de ir a ver si sus hijos se encontraban bien. Encontró a Trunks dormido, sin cubrirse. Tocó una mejilla del muchacho y la sintió húmeda. Sonrió ligeramente al pensar en la causa de aquellas lágrimas que habían humedecido aquellas mejillas jóvenes. Besó a Trunks en la mejilla húmeda y susurró lentamente:
-Que duermas bien, mi angelito. -aquellas palabras tenían el acento que sólo una madre puede poner en ellas: el acento del amor.
Por fin amaneció. Para Trunks fue terrible el comienzo de un nuevo día ya que con él volvían a resurgir todas sus penas ocultas. Desayunó rápidamente y después fue a la cápsula de gravedad donde siempre entrenaba su padre. Era una de las pocas veces que sentía que necesitaba los consejos de alguien tan frío y falto de sentimientos como su padre. Pensó que quizá lo ayudaría dejar de pensar... dejar de sentir... dejar de comprender...
Vegeta sintió el leve ki de su hijo y, sin volverse a mirarlo, le preguntó:
-Y bien, ¿qué haces aquí?
-¿Yo? -preguntó confundido Trunks.
-¿Quién más? -dijo sarcásticamente Vegeta. -Trunks, te noto preocupado, ¿qué es lo que tienes? -volvió a hablar Vegeta, bajando el tono de su voz y empleando un acento que nunca usaba.
-Papá... yo... Goten me ha abandonado...
-¿Goten? ¿El muchacho tonto? ¿Ese hijo de Kakarotto? Trunks, no te preocupes por una pequeñez así, ése no vale nada como para que estés así. Más bien es lo mejor que te pudo haber...
-¿Pasado? Bueno, quizá sí. Papá... todos me han abandonado y yo...
-Nadie te ha abandonado, Trunks, solamente esas personas que no creyeron en tí, que en realidad, no eran nada para tí. Goten no supo apreciar tu amistad y es por eso que ahora se ha ido. Hay amigos para toda la vida y hay amigos que sólo te acompañan una parte de la vida.
-Entonces, ¿Goten... no era para toda la vida? Es decir ¿era sólo temporal? -preguntó Trunks tristemente.
-Algo así. Trunks hay veces en que a pesar de todo lo que nosotros queramos, no siempre lo vamos a obtener. -dijo Vegeta, y añadió: -Como cuando yo decía ser el super saiya-jin de la leyenda. En ese entonces Kakarotto me ganó, pero no por eso me dí por vencido, es lo que tú debes aprender, que nunca debes darte por vencido, debes seguir luchando por tus ideales.
-Pero... ahora no tengo ningún ideal... todos mis sueños han desaparecido... cuando ví a Goten con mi ex-novia besándose... ¡Ellos nos pasaron por encima tanto a Paris, la novia de Goten, como a mí! ¡Y esa...! ¡No es justo papá!
-Nada en esta vida es justo Trunks... En realidad pienso que no es justo nada, ni siquiera aquello que tenemos, que no es justo que nosotros lo tengamos. Como por ejemplo que yo tenga a tu madre a mi lado. Nunca creí que fuera justo para ella cuando tenía otras oportunidades de hacer su vida y, sin embargo, me escongió a mí.
-Entonces, papá, ¿qué debo hacer? ¿Cómo recuperarme de esta decepción?
-Sólo debes olvidar Trunks. Busca a un amigo, habla con él, explícale lo que quieres y empieza de nueva cuenta.
-Gracias papá.
Después de eso, Trunks abrazó efusivamente a su padre y se marchó a su habitación de nuevo.
El Reencuentro IV
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