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LAS V1 DE HITLER


Hacia finales de 1.943, los rumores sobre la existencia de un arma secreta alemana se convirtieron en realidad. Algunas fotografías tomadas por pilotos de la RAF e informaciones del servicio de espionaje británico revelaron la presencia, a lo largo de las costas del canal de la Mancha, de rampas de lanzamiento dirigidas hacia Londres, así como la existencia de planes alemanes para una ofensiva contra Inglaterra por medio de bombas volantes. En efecto, el pequeño “Blitz” contra Londres empezó en junio de 1.944, una semana después del “D-Day”, y las pérdidas fueron muy graves; pero si las bombas volantes hubieran sido lanzadas seis meses antes, habrían retrasado la invasión por mucho tiempo.

V-1


Cuando la victoriosa marcha alemana experimentó una detención, Hitler reunió más fondos, materias primas y mano de obra, las cuales las puso al servicio de los científicos. Estos habían efectuado importantes progresos en el desarrollo de varios proyectos secretos: aviones con motores a reacción o a cohetes, miras de puntería, cohetes aire-aire y morteros gigantes; así como dos armas especialmente temibles: una bomba volante de propulsión a chorro, dotada de alas, pero sin piloto que podría transportar aproximadamente una tonelada de alto explosivo hasta un objetivo situado a 250 kms. de distancia, y un enorme cohete sin alas. Para los militares de profesión, aquellas dos armas significaban nuevas posibilidades en la dirección estratégica de la guerra. Para Hitler, en cambio, eran tan solo “armas de represalia“ (Vergeltungswaffen V-1 y V-2), para satisfacer sus locos deseos de destruir Londres.

V-1


General Ismay

Los ingleses ya sabían de la existencia de estos proyectos en el otoño de 1.939, es decir, antes de que se iniciara la guerra a través de unos informes del Servicio de Información británico, en los cuales aparecían referencias a armas de largo radio de acción y de diverso tipo. En la primavera de 1.943, el general Ismay envió al primer ministro el siguiente informe: Duncan Sandys “Los jefes de Estado Mayor consideran su deber ponerle al corriente de las noticias sobre los experimentos alemanes con cohetes de largo alcance. El hecho de que se hayan recibido cinco informes desde finales de 1.942 indica un fundamento real, si bien los detalles son imprecisos… No se debiera perder tiempo para establecer los hechos y disponer las contramedidas… Sugieren que se proceda al nombramiento de un hombre… el señor Duncan Sandys, a quien confiar la dirección de las investigaciones. No se considera oportuno en este momento informar a la opinión pública, dada la falta de noticias seguras“.

Avión transportando una V-1


Entre otros muchos medios que hubiesen permitido a Alemania ganar la guerra, la bomba volante fue una de las más espectaculares y, si se hubiese ultimado algún tiempo antes y fabricado en gran número, no cabe duda en que hubiera impedido la invasión durante muchos meses. Pero el cielo se mantuvo sereno durante varios días, permitiendo a los aviones, en sus normales vuelos de reconocimiento sobre los puertos del Báltico, fotografiar Peenemünde y observar las actividades que allí se desarrollaban en la preparación de esta arma.

V-2


Recogida de las pruebas

La noche del 17 de agosto de 1.943, unos 600 bombarderos de la RAF desencadenaron un ataque contra Peenemünde. Muchos científicos y técnicos, entre los cuales se hallaba el general von Chamier-Glisezenski, perdieron la vida, y además fueron destruidos una docena de talleres de montaje y laboratorios. La caza nocturna alemana interceptó los bombarderos durante el vuelo de regreso y abatió 41 de ellos. Pero lo cierto es que, después de aquella incursión, los alemanes se vieron obligados a concentrar su principal producción de cohetes en las montañas del Harz y a efectuar los lanzamientos experimentales en Polonia. En septiembre de 1.943, el jefe del Servicio de Informaciones científicas del ministerio del Aire, R.V. Jones, refería lo siguiente: “Aunque Hitler presione para tener lo antes posible los cohetes, sin duda pasarán todavía bastantes meses antes de que estén disponibles. Es probable que las fuerzas aéreas alemanas estén construyendo un planeador sin piloto para bombardeos a gran distancia, en competencia con los cohetes, y también es posible que éste quede listo antes“.

Peenemunde


Al mismo tiempo, Sandys informaba: “Parece evidente que el enemigo está considerando el empleo de planeadores sin piloto como medio para bombardear Londres. Las contramedidas debieran ser análogas a las adoptadas para los cohetes de largo alcance, es decir, la destrucción, por medios de bombardeos, de las fuentes de producción y de las instalaciones o de los aeropuertos desde donde se lancen“.

Mapa de Peenemunde