Juan Manuel Serrat
Caminito de
la obra
Vale, que se le empasó el porvenir la chala...
Vale, que el sol lo ha marcado con hierro de paleta
y que al nacer le pusieron la trabanqueta.
Vale, que se desayuna
con la barrecha
pa' arrancarle a la jornada su corazón de lunes
en un bar tempranero de Casa Antúnez.
Vale, que enchegará
la mobilé.
Vale, que son almas que zozobran
caminito de la obra.
Vale, que suben al cielo
entre tocho y porlan...
Vale, que lloran sus ojos lágrimas de cemento
viendo escaparse los sueños como los vientos.
Crecen de noche
y en el día se derrumban
los sueños que el olvido mece
por rumbas
en tanto llegue
el día de los elegidos
cuando el eco los devuelva
del olvido.
Escampa en una Vanguardia
la fiambrera
y se festeja con media botella de priorato
y se calienta con sol y permanganato.
Y arrepenchao en la sombra
duerme la siesta
soñando con hacerle, a su capataz, la vaca
y que gane fuera el Betis y el Barça en casa.
Vale, que donde no hay
suerte ni calé
vale, que no hay dios que encuentre el Norte
si no le salva un catorce.
Vale, que cuando el sol
plega y baja el andamio
vale, que tiene agujetas en su alma robinada
y que mañana su historia no habrá cambiado nada.
Crecen de noche
y en el día se derrumban
los sueños que el olvido mece
por rumbas
en tanto llegue
el día de los elegidos
cuando el eco los devuelva
del olvido.
Vale, que se le empasó
el porvenir la chala...
Vale, que el sol lo ha marcado con hierro de paleta
y que al nacer le pusieron la trabanqueta.