Leonardo Favio
Ni El Clavel Ni La Rosa
Recuerdo que una tarde descubrí que tu pelo
olía como huele la flor de un limonero;
urgando en tu mirada, yo supe que había cielo
y mi boca en silencio murmuró una canción.
La, la, la la la...
Esto es el amor.
Y le canté al milagro de saber que me quieres
y le grité a la gente que el sol se te parece
y que nada me importa ni el clavel ni la rosa
y que la primavera pasa sin que la vea.
Porque lo abarcas todo, hasta el placer que ignoro
y el aire que respiro no me sirve de alivio
si no siento el aliento de tu boca en mi boca
y si veo algún niño, mientras fumando espero,
le digo que es muy lindo y en su risa te veo.
La, la, la, la...
Esto es el amor.
Y le canté al milagro de saber que me quieres...