Ruben Blades
Laura Farina
Faltando menos de un
año para morirse
Onésimo se encontró al amor de su vida.
Después de vivir robándole a gente triste
tocó a la puerta de su alma Laura Farina.
Onésimo, en su mundo de saco y corbata,
jamás respetó a los que no tuvieran plata.
el siempre consideró lo más importante
sobre la espalda del pobe echar pa'lante.
La única rosa que vió aquel pueblo fue la
que a Laura él le regaló, y contaba riéndose
Mama Grande, ni así la hembra se le entregó.