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Karl Polanyi

 

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Por qué el siglo XIX vive "en paz"?

 
La clave de este sistema institucional se encontraba en las leyes gobernantes de la economía de mercado. Por un lado, a principios del siglo antepasado se proscribió el constitucionalismo y la Santa Alianza reprimió la libertad en nombre de la paz. Durante la otra mitad del siglo XIX, -nuevamente en nombre de la paz-, los banqueros se encargaron de imponer constituciones a déspotas turbulentos.

La haute finance, una institución sui géneris, peculiar del último tercio del siglo XIX y el primer tercio del siglo XX, funcionó como la conexión principal entre la organización política y la organización económica del mundo en este periodo. (...). Mientras que el Concierto de Europa actuaba sólo en intervalos, la haute finance funcionaba como un agente permanente y elástico. Independiente de los gobiernos singulares, incluso de los más poderosos, estaba en contacto con todos ellos; independiente de los bancos centrales (...). Había un contacto estrecho entre las finanzas y la diplomacia. Ninguna de ellas consideraba plan alguno a largo plazo, ya fuese pacífico o belicoso, sin asegurarse de contar con la buena voluntad de la otra. Pero el secreto del exitoso mantenimiento de la paz residía en la posición, la organización y las técnicas de las finanzas internacionales.

Además de la haute finance había cerca de media docena de centros nacionales que giraban alrededor de sus bancos de emisión y sus bolsas de valores. De igual modo, la banca internacional no se limitaba al financiamiento de los gobiernos y a sus aventuras en la guerra y la paz. Abarcaba la inversión extranjera en la industria, los servicios públicos y los bancos, así como los préstamos a largo plazo a corporaciones públicas y privadas en el exterior.

Las finanzas actuaban como un moderador poderoso en los consejos y las políticas de los Estados. Los préstamos y su renovación dependían del crédito y éste, del “buen comportamiento”. Los gobiernos deudores debían vigilar sus tasas de cambio y evitar las políticas que pudieran afectar la solidez del presupuesto.