En estos días he tenido el honor y privilegio de conocer la Escuela Elemental Paul G. Miller, ubicada en una lomita en la carretera 852 del pueblo de Trujillo Alto. Debido a que mis estudiantes-maestros de
música de la Facultad de Educación de la UPR están haciendo su práctica docente en ésta escuela, he podido experimentar el orgullo y gran trabajo que se realiza diariamente allí.
La Directora, Sra. Elsa Torres, es una mujer excepcional, con una visión muy clara y amplia, dedicada a su trabajo y atenta todo el tiempo a las necesidades de sus niños, en especial al programa de
música. Lo más que me impresionó de ella fué su relato de como lograron habilitar el salón de música, levantar fondos para materiales, instrumentos musicales y equipo de television y video, para lograr una educación completa a ese estudiante. Ojalá este
relato sirva para que más directores sigan su ejemplo donde ella le brinda dignidad, la debida importancia y utiliza al máximo las posibilidades que puede ofrecer un maestro de música con el apoyo de un Director.
Si la Sra. Directora me impresionó, me impactó profundamente la profesionalidad, el entusiasmo y la verdadera vocación de lo que debe ser un maestro de música en la persona del Profesor Albert Figueroa.
Un joven y sencillo maestro que con su sabiduría y ganas inmensas de trabajar le ha transmitido todas sus energías a sus estudiantes de música de las diferentes agrupaciones y Bandas de la escuela. El fué seleccionado Maestro de Excelencia de la escuela y también del Distrito de Trujillo Alto. Con una disciplina en el salón digna de admirar y un control de grupo excelente, los estudiantes ensayaron las obras musicales que tenían pautadas para ese día.
La labor del Profesor ha ido más allá de la música. Con sus propias manos construyó un camino y tumbó árboles para que los estudiantes pudieran llegar sanos y salvos al salón de música ya que anteriormente tenían que caminar por la carretera para llegar al mismo. Algunos de los estudiantes demostraron un potencial grande en sus instrumentos, como los jóvenes de 4to grado: Melody Roland de percusión; Luis Espada, bajo; Naiomi López y Glorimar Goytía en las trompetas.
Me siento sumamente complacida de haber seleccionado esta escuela para mis estudiantes Alexis Martínez, José López y Rosa Fernández, pues sé que junto al Profesor Albert Figueroa se convertirán en excelentes maestros de música para beneficio de los niños de nuestro país.
Bravo a la Escuela Paul G. Miller, a toda su facultad, a la Sra. Directora Elsa Torres, y un Bravisimo! al maestro de música Albert Figueroa. Gracias por haberme permitido estar con ustedes.
Dra. Ivonne Figueroa, profesora
Facultad de Educación, Departamento de
Programas y Enseñazas
Universidad de Puerto Rico Recinto de Río Piedras