Comunicación
Como fuente ciega,
he enfrentado arboledas de soledad,
con tantos ecos desconocidos,
mirando mis manos,
manos que florecen tempranamente,
fruto de la nostalgia.
¡Tuve fé!
guardé mi fé,
en las raíces trepadoras,
pidiendo al cielo... fortaleza,
mis mejillas rojas...
rojas, como flores de vergüenza,
como lacerante olvido de mis valles,
ese es mi llagar.
Soy campesina,
descuelgo el aire de mis entrañas
para sembrar rosas rojas...
para que sean místicos maduros,
de mi esperanza.
En mi andar por los valles verdes,
por escondrijos pintorescos,
descubrí además rondas,
rondas sembradas
con el tópico de ignición perpetua.
Mi palabra es brisa,
o tormenta solitaria
de poesía y amor,
esparcí mi semilla por el mundo,
como el volar de una estrella
en extinción...
así, para no morir nunca
en silencio completo.
Autor: Cristy
de Chile
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