Simplemente una mujer

Sin pertenecer a un rebaño de hembras petrificadas
visité sin inocencia los templos emotivos del amor...
con mis bolsillos infestados de imaginación
cual columna itinerante altiva y orgullosa.

Constantemente en vigilia alarmante
por el amor errante del hombre de mi vida
soy una pupila llena de leyendas y hermosuras...

Mientras ellas... las otras cantan letanías
agradeciendo el hospedaje carcomido
sin la fe ni los dogmas misteriosos
que nos da la vida...

Amortizando sus bostezos escandalosos
de aburridos pecados capitales,
que no tienen acústica, ni reflejos posibles.

Usan sus túnicas manchadas apartando
su inmaculada blancura del alma,
asistiendo a la liturgia sagrada de plegarias
rancias de amortajados templos...

Mientras yo... solitaria pero feliz...
tranquila y serena con el amor
ese amor que nace aquí... ¿ven? en mi pecho,
pleno de alegría y entrega siempre hacia él...

Tu amor... el que me da la serenidad
quedando en mi corazón alojado
por siempre...

Autor: Cristy de Chile
 

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