Nació una manana cuando el rocío soplaba en su ventana
Y saludaba su agitada e inocente carita
Su madre y su padre estaban allí, gozosos y
Llenos de alegría por su venida,
La venida de una Linda petulina.
La vieron crecer, gozaron su niñez,
Sus años angelicales, cuando nada la opacaba,
Ni pensaba lo que el futuro incierto
Le aguardaba.
Vivió su juventud al lado de sus protectores
Que le dieron tanto amor incondicional
Y sembraron en ella honestidad, valor
Y amor a los demas.
Creció y vió muchas injusticias humanas,
Mas nunca pensaba que más alla le esperaban
Sorpresas y algunas muy amargas.
Recuerda un dia que su padre le dijo:
Cuando te marches de tu hogar, aunque
Estes en otro, nunca sera como el tuyo propio.
Siguió la niña su camino de ilusiones,
De felicidad y de sorpresas,
Mas un dia de tantos encontró una estrella
Y penso que la estrella la llevaria hasta cielo.
Pobre chiquilla necia e ignorante!
Que tonta fue, siguió el caminito que la
Estrella le indicaba, pero nada sucedió.
Lo que encontró fue dolor y un llanto amargo.
Lo que buscaba en la estrella, no era lo que
En realidad creia que era.
Ignorante caminó y ciega por el mundo,
No queriendo ver la verdad que estaba alli frente a
ella. Toco puertas, puertas y muchas puertas.
Una de ella se abrió. Era una viejecilla,
Ella la miro y le dijo: ven te quiero dar un
Consejo. Mira hacia al cielo, ves alguna estrella
Que pueda darte Consuelo. La chiquilla vió
Una estrella que le sonreia y emanaba mucho amor.
Esa estrella era su padre que desde el cielo
Le enviaba todo su amor.
La chiquilla lloró de tanta emoción
Que cuando la viejecilla quiso calmar su angustia,
La chiquilla ya habia partido hacia el más alla
Y con su padre la estrella ya no tenia
Que temer a nada más.
Ya no estará sola nunca más, pues
Estará en un lugar donde no Habrá más llantos, ni penas,
Solamente el gozo de estar con el, su padre, la estrella.
*
Laura Martinez *
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