Mirando tu
retrato
Amo esa
constelación infinita de mis ansias
que
emerge al ir contemplando tu
rostro,
y huelo tu
tierra y mi tierra embravecidas
unidas en
ese canto del universo eterno...
Y
mirando tu
boca,
me
elevo hasta el cielo
y hay estrellas que
alumbran aquel suave misterio...
Me encuentro a
tus ojos
y ahí
me detengo,
mientras mi
boca en tu boca
se
aprisiona en un beso...
Amo esa
constelación tan inmensa de poderes
horcajadas
que despiertan un otoño prohibido,
pero permitido en
lo mas profundo
que el
alma se merece...
Y que calmo
se ve tu rostro
que lo
contemplo mil veces,
es el
desierto que florece
dentro de mi
pecho ya dormido...
Y que calmo
se ven tus ojos
que me
interno en ellos,
son el vergel
de mi desierto
ya
florecido...
Allí como un
monumento
está tu
figura quieta,
y en
el retrato queda expuesta
a que
yo la mire...
Y no puedo
evitar
raudas
lágrimas brotar
en la
distancia de mis ojos...
En la
distancia de mi angustia
pena
inconsolable
en el salón
de una espera...
Y no puedo
evitar
en mi
desierto triste
tu
desierto florecer
con
flores de quimeras...
Amo esa
constelación infinita
que
brota de tus manos
y hace
silbar el viento
en
melodías de arena
y
alzándose
hasta el cielo
corren
por la sierra de tu retrato
una
loca carrera hasta mi pecho.
Patricia
Téllez
|