3.1.3. - “El brocado maravilloso”
Esta leyenda china nos habla de una mujer mayor que tenía tres
hijos y se alimentaban con el dinero que les daban los brocados
que ella tejía. Pero un día en el mercado vio un cuadro de una
preciosa casa con una hermosa mujer en ella y decidió comprarlo.
Sus dos hijos mayores consideraron que había sido un derroche,
mientras que el pequeño le aconsejó que lo tejiese. La labor duró
tres años y cuando al fin estuvo terminado el brocado voló.
Sus hijos fueron a buscarlo, pero debían de pasar por duras
pruebas para llegar hasta él, pues se lo habían llevado las hadas
del Sol. Sólo el menor se atrevió a ir, y al llegar las hadas estaban
tejiendo uno igual y le pidieron que las dejase terminarlo. La más
bella tejió su figura en el brocado de la anciana y se lo devolvió
al muchacho. Cuando éste volvió a su casa, al desplegar su madre el
brocado éste se desplegó hasta que su pobre choza se convirtió en
la maravillosa casa del cuadro y una mujer muy hermosa apareció allí,
era el Hada del Sol, que quería vivir allí y se casó con el hijo más
pequeño, mientras que los dos mayores huyeron de vergüenza.
En este cuento ya vemos que se trata a las hadas como seres
encantadores que sólo buscan la belleza. Resulta muy paradójico
que un hada se case con un ser humano y más aún que ella y sus
compañeras sean bondadosas. De todos modos, tal vez en la mitología
china las hadas adoptan actitudes diferentes que en la celta o en
las demás, pues según sus mitos, las hadas de sus cuentos y leyendas
son mujeres bellísimas como las ninfas de la mitología griega.
Además tienen algunos poderes mágicos, así vemos que la ráfaga
de viento que se lleva el brocado es provocada por ellas en el
cuento. Por lo general son corteses y amistosas, a pesar de que
en ocasiones pueden resultar traviesas.
3.1.4. - “El Hada Cucurucho”
En este cuento se habla de que en una época en que todas las hadas
habían desaparecido debido a que los humanos no creían en ellas,
nació un príncipe y el rey quería traer hadas para que le concediesen
dones. Por este motivo envió a dos de sus criados, los cuales
después de mucho buscar sólo encontraron un hada, el Hada
Cucurucho, la cual era hermosa como las demás, pero era muy pobre
y tan sólo tenía un Cucurucho de papel de aluminio para ofrecer.
Eso fue lo que dio al príncipe y luego desapareció. Al crecer el
príncipe, que consideraba aquel Cucurucho una tontería, lo utilizó
con las palabras mágicas en una batalla contra el reino de al lado,
y al instante todos sus enemigos cayeron a un foso. Entonces se
apareció el Hada Cucurucho y dijo que cualquier cosa en la que ponías
el alma, por pobre que fuera, valía muchísimo.
En este cuento se retoma la idea de que si los humanos no creen en
ellas, las hadas desaparecen o, como decía J. Barrie, mueren. Por
lo demás, vuelve a mostrarnos al tipo de hada hermosa y benévola
que la aleja completamente de la mitología.
3.1.5. - “El leñador que perdió su hacha”
Este cuento lo conocemos en múltiples versiones. Se trata de un
joven leñador que está cortando leña en el bosque y pierde su hacha.
Mientras la busca pregunta a todo el que se encuentra: una pastora,
un oso, a los peces… y finalmente se pregunta si no habrá un hada
que pueda ayudarle a recuperarla. En ese momento llega un hada y le
muestra un hacha de oro y le pregunta si es la suya. Él responde
que no y ella vuelve a sacar un hacha de plata, y él le dice que
esa no es su hacha, que la suya era de hierro. Entonces, el hada
le muestra un hacha de hierro y el muchacho le dice que ésa es su
hacha. En premio a su honradez, el hada le regala las tres hachas.
En este relato encontramos de nuevo al hada buena que está dispuesta
a ayudar al ser humano, sin embargo, en este caso podría concordar
más con los mitos, puesto que las hadas de los bosques, aunque en
un principio eran burlonas, aprendieron a convivir con los hombres
y con frecuencia eran invocadas para que les ayudasen a cruzar
bosques oscuros y tenebrosos sanos y salvos.
Parecido a éste es el caso de “El asno descontento”, en el que un
asno, cansado de su amo, encuentra un hada en el bosque y le pide
que le cambie de amo, y ella se lo concede. Pero el amo a cuyo
cargo le pone, es aún peor que el anterior, así que el asno le pide
un cambio otra vez y ella se lo concede. La moraleja es que no te
acuerdas de la bondad de tu primer amo hasta que conoces a los
siguientes.
El hada de este cuento, también un hada del bosque, le concede al
asno sus deseos. La diferencia entre esta hada y la del cuento
anterior es que la segunda trata de dar una lección al asno, lo cual
podría llevar a la idea de que las hadas dirigen el destino, aunque
en este caso no sea de una persona, sino de un animal.
3.1.6. – “Cenicienta”
Al igual que ocurre con “La Bella Durmiente” y otros muchos, “La
Cenicienta”, que es un cuento que ha sido adaptado por autores como
los Hermanos Grimm o Perrault, también varía según las versiones.
De este modo, en el final de Grimm, cada hermanastra se corta un
trozo de pie para que le valga el zapatito de cristal, pero sus
intentos de engañar al príncipe son fallidos porque unas palomas
amiga de Cenicienta lo farfullan. Y no sólo eso, sino que tras la
boda de Cenicienta con el príncipe, esas mismas palomas le saca los
ojos a las hermanastras.
Por otro lado, en la versión de Perrault, el hada madrina es un
espíritu de las primeras versiones orales, en las que a Cenicienta
le ayuda el espíritu de su madre muerta. La adaptación de Perrault
es la más conocida, él fue el que inventó el hada madrina, el zapatito
de cristal y la carroza de calabaza.
Ésta es una de las pocas veces en las que el hada aparece representada
como una mujer mayor, sin unos atavíos pomposos y divertida en lugar
de remilgada. No obstante es un hada buena que accede a conceder el
mayor deseo de Cenicienta, pero hay que tener en cuneta que no es
un hada del reino, sino que ejerce la función de “ángel de la guarda”
de Cenicienta.
3.1.7. – “Peter Pan”
En el caso de Peter Pan me parece más acertado el trato que se le da
al personaje del hada, puesto que, a pesar de ser relativamente
buena, muestra características propias de las hadas, como son el
egoísmo, el orgullo y la envidia. Este es uno de los pocos casos en
el que el mito del hada no se ha deteriorado excesivamente, excepto
por lo de que vive con Peter.
No obstante, la adaptación que la factoría Disney hizo del cuento
dista mucho del original de Barrie, de tal modo que no nombra para
nada la idea de que si no se cree en las hadas éstas mueren, y para
resucitarlas hay que palmear muy fuerte.
Tal vez la adaptación más fidedigna que se ha hecho del clásico sea
la última, titulada “Hook, el capitán Garfio”.
3.1.8. – “Pinocho”
En Pinocho en cambio, el tipo de hada que encontramos emula la figura
de una princesa. Si nos fijamos bien, es exactamente Blancanieves,
pero con el pelo rubio y vestida de azul. Su función en el cuento es
ayudar a Pinocho, actúa también como su ángel de la guarda, pero no
directamente, sino indirectamente, porque pone a Pepito Grillo para
que le ayude, es su conciencia. De este modo, impone una prueba a
Pinocho, y el premio si la supera es la conversión en un niño de
verdad.
3.1.9. – “Fantasía”
Me parece importante nombrar el tratamiento que se hace de las
hadas en la película “Fantasía”, también de Walt Disney. Se las
utiliza sólo como símbolo de belleza y aparecen bailando y corriendo
para representar las estaciones del año. Tal vez sean, a mi juicio,
las imágenes más bellas hechas en soporte audiovisual.
3.1.10. – “El sueño de una noche de verano”
Para finalizar, me parece pertinente nombrar a William Shakespeare
con su “sueño de una noche de verano”, en el que se reflejan
bastante bien los juegos a los que las hadas, duendes y demás
seres mitológicos que se ocultan en bosques, son dados a hacer.
Titania es la estricta y justa reina de las hadas, mientras que
Oberón es el príncipe de los elfos. En una noche en la que todo
son confusiones amorosas y desengaños, uno de los duendecillos de
Oberón dará una pócima de amor a quien no debe y a partir de
entonces se suceden una serie de conflictos y enredos muy divertidos.