Una fanática de Pablo le hace un hechizo para que éste se enamore de ella.
Rated : "PG"
Estatus: terminado
"Entonces, mañana lo vas a ver" le dijo Carmen a su mejor amiga Elena, quien estaba obsecionada con Pablo del grupo MDO. Elena había tenido la oportunidad de verlo de cerca y tomarse fotos con él, le había dicho cuanto lo amaba. El, a pesar de que siempre la trató muy cortésmente y siempre era muy simpático, no sentía nada por ella, pues apenas la conocía. Sabía que ella era su fan número uno, pues ella se había encargado de dejárselo saber, sabía que su nombre era Elena y sabía que siempre que visitara el país de ella, la iba a ver. "Sí lo voy a ver, pero esta vez le diré cuanto lo amo" le contestó Elena. "Pero cuantas veces se lo has dicho ya chica, no crees que ya lo sabe?" le contestó Carmen pues no entendía cuál era el afán de su amiga por aquel muchacho. "Y se lo repetiré hasta el día que me conteste que también me ama" le dijo Elena soñando en el día que tanto anhelaba. En forma de chiste, Carmen le contesta "te van a salir canas esperando ese día, perdóname chica, pero sinceramente pienso que la única forma en que él te diría que te ama, es si le haces un hechizo". Elena abrió sus ojos en sorpresa, como no lo pensó antes, miró a su amiga y le dijo casi gritando "Gracias, eres la mejor amiga que yo pudiera tener, que buena idea!!!". Carmen miró a su amiga pensando que esta vez sí se había vuelto loca.
Por fin salió de su última clase, y se fue en su carro a buscar a alguien que supiera sobre hechizos y la pudiera ayudar, Pablo llegaría al otro día, y no podía perder ni un segundo más. Andaba por una de las calles de El Viejo San Juan y encontró un lugar que decía "Leemos tu fortuna y algo más". Elena pensó "por fin un lugar, sólo espero que sepan algo al respecto". Era un lugar bastante pequeño, estaba alumbrado por una tenue luz roja. Caminó hasta un tablero de libros en su mayoría sobre brujerías y hechizos. Elena sintió una alegría en su corazón al saber que estaba en el lugar correcto. Miró a su alrededor y vio una puerta de la cual salió una señora como de 30 años que le dijo "que te interesaría saber". Elena la miró y le dijo "en realidad no quiero saber mi futuro" "y que quieres entonces" la interrumpió la Señora. Elena le explicó lo que le sucedía con Pablo y le dijo que necesitaba alguna brujería o hechizo urgrnte pues quería que él también la amara aunque fuera por un día.
Rápidamente, la señora le escribió en un papel unas instrucciones y antes de entregárselo le dijo son 10 dólares". Elena no desistió en pagarlos y tomó el papel mientras la señora le dijo "no le puedes contar a nadie sobre esto, o no te funcionará, haz exactamente lo que dice en este papel.
Elena esperó a llegar a su casa para leer el papel. Entró por la puerta sin escuchar a sus padres quienes le preguntaban como le había ido. Llegó a su cuarto se sentó en su cama, buscó el papel en su bulto, lo desdobló y comenzó a leer.
1) En un papel en blanco (sin líneas) escribe el nombre completo de él. (Nombre, segundo nombre y apellidos)
2) En otro papel en blanco escribe tu nombre completo.
3) Primero recorta el papel con su nombre en forma de corazón de forma que su nombre quede en el mismo medio. Haz lo mismo con el papel que tiene tu nombre.
4) Una hora después que hagas los primeros tres pasos, tienes que tomar el papel en forma de corazón que tiene su nombre y quemarlo.
5) Las cenizas las pones en un vaso con algún líquido y te lo tienes que beber antes que pasen 48 horas.
6) Tan pronto te lo bebas vas a decir estas palabras: (su nombre, me vas a amar, mi alma te lo implora.)
7) Ahora el corazón con tu nombre también lo quemas y él se tiene que beber un líquido con tus cenizas antes que pasen 24 horas después que lo hallas hecho tú.
8) Mientras el se bebe tus cenizas tienes que cerrar tus ojos y pensar las palabras que dices en el paso número seis.
9) ***Tienes que empezar el hechizo exactamente a las 12 de la media noche.***
"No es tan difícil" pensó Elena, miró su reloj y eran las 6:45 de la tarde. "Todavía falta mucho, que fastidio, sólo espero que de resultado". Volvió a leer el papel hasta que ya sabía de memoria lo que tenía que hacer. Eran las 11:55 y ya sus padres se habían dormido, lo que le era favorable, pues así no la molestarían con sus diálogos sobre religión y que esas cosas se dejaban en manos de Dios. Buscó dos papeles en blanco, un bolígrafo y unas tijeras, y se sentó en el piso con los materiales a esperar que el reloj diera las doce. "Por fin" dijo tomando unos de los papeles, donde escribió Pablo Alberto Portillo Heredia. Tomo el otro papel y escribió Elena María Carreras O'Neil. Luego, con las tijeras hizo un perfecto corazón al papel que decía "Pablo", se sentía contenta, pues el nombre había quedado perfectamente centralizado. Hizo lo mismo con el papel que tenía su nombre. Diez minutos antes de que pasara la hora, fue a la cocina y buscó un vaso con agua, fósforos y papel de aluminio. Cuando llegó el momento, cogió el corazón que decía "Pablo" y lo prendió con un fósforo, luego lo puso en el piso a esperar a que se quemara completo. Recogió las cenizas, las puso en el vaso y se bebió el agua, para luego decir "Pablo, me vas a amar, mi alma te lo implora". Se sentía alegre por que todo le estaba quedando bien y lo hacía exactamente como decía el papel. Tomó el corazón con su nombre y también lo quemó, guardó las cenizas en el papel de aluminio esperando al otro día cuando vería a Pablo.
Al otro día, después de una presentación que los muchachos tenían, Elena estaba esperando a Pablo en el hotel donde los chicos se estaban hospedando. Cuando los vio llegar, fue y compró un refresco en el que hechó las cenizas. Fue rápidamente a donde Pablo, quien se veía algo cansado y lo saludó ofreciéndole un poco del refresco. "Gracias" le dijo Pablo cogiendo la lata en sus manos. Comenzó a beber y Elena hizo lo que el papel decía, cerró sus ojos y en su mente dijo "Pablo, me amarás, mi alma te lo implora". Pero Elena no tomó las medidas necesarias, pues habían más fanáticas a su alrededor y cuando abrió sus ojos, Pablo estaba como en un trance, mirando con ojos lujoriosas a otra fanática que se había acercado para pedirle una foto. Elena se frustró tanto que le haló el pelo a la muchacha diciéndole "cabrona", y se fue corriendo al baño a llorar. Que frustración sentía, no podía contener sus lágrimas, ahora Pablo viviría enamorado de aquella. Tenía que haber una solución, se limpió la cara y se fue rumbo a San Juan a buscar a la señora que la había ayudado con el hechizo.
Entró al lugar indicado, la señora estaba acomodando los libros que Elena había visto la tarde anterior. "Niña por qué lloras?" le preguntó la señora. Con voz temblorosa, Elena le contestó "hice todo lo que usted me dijo pero la primera persona que el vio , no fua a mi, fua a otra muchacha, no habrá manera de romper el hechizo?" "No te preocupes, dura sólo 12 horas" le contestó la señora tratando de consolarla. Elena se molestó un poco alzando la voz "doce horas??!! usted me vendió un hechizo por sólo doce horas, yo le pedí uno para que quedara completamente enamorado de mi!!!" Calmadamente la señora le dijo "me dijiste que querías que te amara aunque fuera por un día". Elena aún estaba un poco molesta, pero se calmó al pensar que Pablo no seguiría enamorado de aquella muchacha. "Bueno, pues quiero uno que dure para siempre, que me complazca en todo y me ame" le dijo Elena un poco desesperada, pues a Pablo sólo le quedaban pocos días en su país. La señora le frunció la frente y le dijo "pues bien, tienes que conseguir un mechón de su pelo, y un mechón del tuyo y me los traes aquí para yo hacer el resto". Elena no hizo pregunta alguna y cuando se iba a ir, la señora le agarró el brazo y le dijo "para dónde vas? son 20 dólares ahora y 20 dólares cuando mm traigas los dos mechones de pelo". "40 dólares??!?!" gritó Elena pensando lo caro que le estaba costando el amor de Pablo. Sacó un billete de 20 de su cartera y se lo entregó pensando que no importaba cuanto costara, ella tendría el amor de Pablo.
Elena decidió esperar hasta el otro día para conseguir lo que la señora le había pedido. Pablo se despertó con el sonido del teléfono "bueno" dijo con una voz media ronca por que apenas se acababa de levantar. "Pablo, en una hora salimos para la firma de autógrafos, tienes que estar listo" le dijo la voz al otro lado en forma de orden. Enganchó el teléfono, se paso las manos por los ojos, y sintió que estaba desnudo; le pareció raro, pues el siempre dormía con alguna pieza de ropa. Alzó la frisa que lo arropaba para verse y confirmó que estaba desnudo, no recordaba nada de lo que había pasado la noche anterior. Se acomodó y sintió algo a su lado, cuando miró, había una muchacha que jamás había visto y también estaba desnuda. Sabía lo que había ocurrido y trató de recordarlo, pero absolutamente nada le llegaba a la mente; sus recuerdos de esa noche llegaban hasta cuando llegó al hotel. Se paró de la cama con cuidado de no levantarla y alcanzó a ver su ropa en el suelo. Rápidamente alcanzó sus boxers, luego se puso una camisa, alcanzó la ropa de la muchacha que ni recordaba, se sento al lado de ella en la cama y tocándole el brazo para despertarla le dijo "despierta". Ella al verlo le regaló una sonrisa y le dijo "buenos días", Pablo realmente no sabía que decirle, no quería ser descortés pero realmente no la recordaba. "Eh.." eso, acompañado de un suspiro fue lo único que salió por su boca, ella al ver la cara de preocupación que él traía le preguntó acariciándole la cara "qué te pasa?" El se hechó para atrás y decidió decirle lo que le pasaba "lo que pasa es que... realmente... no recuerdo nada de lo que pasó anoche y no se quien eres". La cara de la muchacha se apagó por completo y molesta le dijo "que rídiculo eres, al menos vírate para vestirme y largarme pal carajo". Pablo se sintió mal por lo que estaba pasando y se viró diciéndole "por favor perdóname, en realidad no recuerdo nada". Tan pronto ella terminó de vestirse, se paró, caminó hacia la puerta muy molesta, la abrió, se viro diciéndole "cabrón" y salió tirando la puerta. Pablo se sentía mal, y estaba muy confundido, pero decidió que en esos momentos no tenía tiempo para pensar en lo ocurrido y tratar de recordar la noche anterior. Cuando estaba listo bajó al lobby y compartió con algunas fans que ya estaban allí, luego se fue para la firma de autógrafos, pero de camino no podía prar de pensar en lo que había ocurrido, y se sentía mal por la manera en que la muchacha se debió haber sentido.
Elena sabía que Pablo tendría esa firma de autógrafos y que después de eso, no tendría nada hasta la noche, así que decidió ir al hotel a esperar a que llegara para conseguir lo necesario para que la señora le pudiera hacer el hechizo que por fin haría que Pablo la amara; lo que ella siempre había anhelado desde el primer momento en que lo vio. Llevaba como dos horas esperando y por fin los chicos aparecieron en el hotel, notó que a Pablo le ocurría algo, y decidió aprovechar ese momento para conseguir el mechón de pelo que necesitaba. Se le acercó por detrás mientras él se tomaba una foto con unas fans, sacó de su cartera unas tijeras que se había traído de su casa y le cortó un mechón de pelo. "Hey!!" dijo Pablo un poco alterado virándose para ver quien se había tomado el atrevimiento de cortarle un mechón de pelo. "Ah eres tú, por qué haces eso" le dijo a Elena al ver que había sido ella. Elena se pasmó un poco, por que lo vio medio molesto y sólo le dijo "perdón sólo quería tener un cantito de tu pelo". El la miró mal y le dijo "ahh.. pues no vuelvas a hacer eso" ella movió su cabeza en afirmación y decidió irse para llevarle el mechón a la señora para que le hiciera el hechizo lo antes posible.
Elena llegó muy emocionada hasta el lugar indicado, entró y fue hasta donde la señora diciéndole "aquí traigo lo que necesita, este es el mechón de él" se lo entregó y se sentó. "Y el tuyo?" le preguntó la señora sonriendo, Elena sacó de su cartera las tijeras y se recortó un mechón de pelo "aquí está". La señora lo tomó y le dijo "bien, pues ahora me pagas los otros 20 dólares y empiezo el hechizo". Sin pensarlo dos veces, Elena le entregó un billete de 20, la señora entonces le dijo "ok y tu quieres que el te complazca en todo cierto?" Elena se emocionó y le dijo "sí, eso mismo y que sea bien bueno conmigo" "ok" le respondió la señora y se fue. Elena se sentó a esperar mientras la señora trabajaba en su magia. Al rato salió y le dijo "niña ya está listo, espero que esta vez si funcione tal y como lo querías" Elena se paró contenta y le dijo "sí eso espero, muchas gracias" y salió por la puerta loca de contenta por que sabía que Pablo la estaría esperando. Ya era de noche y ya se suponía que él estuviera de vuelta en el hotel, cuando llegó no lo vio en el lobby así que decidió sentrase a esperar en lo que llegaba. Por fin apareció una van y vio a su ángel, él aún no había advertido su presencia y entró al hotel hablando con Didier. Alzó su mirada, la vio y se quedó paralizado, no decía nada, simplemente la miraba sin expresión alguna en su cara, como si estuviera en un trance. Didier lo llamó, pero él no le contestó, simplemente miraba a Elena como si todo lo demás en el mundo hubiera desaparecido. Elena sonrió al ver que todo estaba quedando como ella quería y le hizo señas con la mano de que fuera a donde ella. Llegó frente a ella y no dijo nada, así que ella decidió romper el hielo y le dijo "hola". Pablo no salía de su trance, era como si estuviera imnotizado, y le dijo "hola", Elena aún no se percataba de que había algo raro con Pablo y le dijo "ven siéntate aquí conmigo". Pablo se sentó a su lado mirándola, entonces ella le dijo "y que quieres hacer?" él encogió los hombros como diciendo no sé. Ella se sonrió pensando que él sólo estaba siendo tímido y le dijo "no seas bobo, habla" "ok" le contestó él. "Qué quieres hacer?" le preguntó ella esperando que él le dijera algo bonito "no sé, lo que tú quieras". Ella se emocionó y le dijo "seguro? por que quiero que me beses" tan pronto terminó de decir esas palabras, Pablo la besó. Elena se sintió en el cielo, por fin pasó lo que tanto había deseado y por lo que tanto había rezado. Ella rompió el beso, luego de cinco minutos en silencio se sentía aburrida, pensaba que Pablo entablaría una conversación pero éste no le hablaba a menos que ella le hiciera una pregunta. "Vamos a caminar un rato, te parece" le dijo Elena tratando de buscar algo que hacer. "Esta bien" le dijo Pablo, ella se paró y comenzó a caminar, pero Pablo aún seguía sentado. Se viró en dirección a él y le dijo "párate, ven" Pablo se paró y empezó a caminar a su lado aún sin decir palabras. Iban por unos jardines que habían en el hotel, el cielo oscuro estaba lleno de estrellas y Elena lo miró con algo de emoción "que bello esta el cielo esta noche, es como si las estrellas estuvieran felices de vernos juntos". Pablo no reaccionó ante el comentario de ella, y ella le dijo al verlo indiferente "pero chico mirálas, mira las estrellas". El subió su vista al cielo y se quedó mirando las estrellas mientras ella lo miraba con ternura para luego darle un beso en la mejilla, luego lo haló por el brazo para que siguiera caminando a su lado. Pero él siguió con su mirada en las estrellas tal y como ella le había ordenado y mientras lo halaba el se tropezó y casi calló al piso aún mirando las esterllas. "Pero Pablo mira por donde caminas te vas a volver a tropezar". Por fin bajó su mirada, ella lo volvió a halar y siguieron su camino hasta que llegaron a un restaurancito que había en el hotel. "Pablo, tengo hambre" le dijo Elena esperando que Pablo la invitara a comer, pero éste no le dijo nada así que ella decidió pedirle que la invitara a comer y él lo hizo. Entraron al restaurancito y fueron conducidos por un mesero hasta una mesa y le entregaron un menú a cada uno. Elena lo empezó a mirar y ya había decidido lo que quería, alzó su mirada a Pablo, pero éste simplemente la miraba "qué, no vas a comer?" lo cuestionó ella. "No sé" le dijo él encogiendo los hombros, "pues mira tu menú, a ver si te apetece algo" y eso mismo hizo Pablo. Elena se empezó a dar cuenta de lo que ocurría y le dijo "Pablo, cierra el menú y miráme a los ojos" Pablo cerró el menú y alzó su mirada a los ojos de Elena. "Quiero que te desnudes aquí mismo" él se empezó a desabotonar la camisa así que ella rápidamente le dijo "no, no hagas eso, párate que nos vamos". Ambos se levantaron de sus sillas y salieron del lugar, ella lo llevo hasta su carro y le dijo "móntate que tenemos que ir a un lugar" él se montó en su carro y se fueron de camino a San Juan.
Llegaron hasta el lugar de la señora que le había hecho el hechizo a Pablo. Elena se bajó del carro enojada tirando la puerta mientras Pablo seguía en el carro, ella se dio cuenta que tenía que mandarlo a bajarse pues sino, no lo haría. "Pablo, bájate, cierra la puerta y camina conmigo, por favor" y él hizo lo que ella le dijo. Entraron al lugar y la señora salió con una sonrisa en la cara y le dijo a Elena "a ver, qué pasó ahora?" Elena decidió cogerlo con calma, respiró profundamente y le dijo "no hace nada, a menos que yo lo mande" "lo sé, tú dijiste que querías que te complaciera en todo". Elena le dijo muy molesta, "sí, pues quiero que le quite el hechizo ahora mismo" "segura?" le preguntó la señora "sí" le dijo Elena muy convencida. "Pues son 20 dólares" le dijo la señora extendiendo su mano para que Elena le pagara. "Yo no voy a seguir gastando dinero!!" le dijo Elena casi gritando "pues tu amigo, se quedará así". Elena rodó sus ojos y buscó en su cartera pero todo lo que tenía era un billete de 10, miró a Pablo y le dijo "Pablo dame tu cartera, él se la entregó y ella sacó un billete de 20 dólares y se lo entregó a la señora, le devolvió la cartera a Pablo y le dijo "guárdala". Luego de que le entregaran los 20 dólares la señora prosiguió a preparar una sustancia y se la dio a Pablo para que se la tomara "Pablo, bébete eso". Luego de hacer lo que Elena le dijo se mareó un poco y por poco se cae al piso, pero Elena lo aguantó dándole soporte y le preguntó a la señora "qué le pasa?" "Está un poco mareado en lo que eso le hace efecto" le dijo la señora "ok" le contestó Elena saliendo con Pablo del lugar. Lo ayudó a montarse en el carro y al ella montarse ya él se había quedado dormido. Al rato, de camino al hotel, Pablo se despertó y al ver que estaba en un carro que no reconocía miro a su lado y vio a Elena sin tener idea alguna de por qué estaba en ese carro con ella. "Qué hago aquí, para dónde vamos?" ella se dio cuenta que no se recordaba de nada así que decidió aprovechar para ver si por lo menos el salía con ella. "Ay Pablo, no me digas que no te recuerdas!" "no, no me recuerdo" le contestó algo enojado, pues era la segunda vez que hacía que luego no recordaba. "Chico, pues fuimos a San Juan a dar un paseo y ahora íbamos a una playa a caminar un rato" le mintió ella. "QUE?!?! Yo no recuerdo nada de eso, mejor llévame de vuelta al hotel" le contestó él pues no quería que le volviera a pasar loq ue le había ocurrido esa mañana. "Pero si todo iba bien, hasta que te dormiste, ahora me vas a decir que no recuerdas el beso que me diste?" continuó mintiéndole ella. "Yo no te he besado, nada más llévame de regreso al hotel, por favor" le dijo él en forma de orden. Ella decidió tratar de convencerlo "por favor, Pablo, sólo un rato, no me hagas esto, chico, es sólo a la playa, no me digas que prefieres quedarte en ese hotel aburrido, please" le dijo en forma de ruego. Pablo la miró un poco confundido por lo que le estaba ocurriendo y le dijo "está bien". Ella le sonrió y le dijo "gracias" después de haber logrado lo que quería, una verdadera cita con Pablo.
Por fin su sueño se estaba haciendo realidad, llegaron a la playa y se sentaron en la arena a platicar. Ella casi no dijo palabras, pues Pablo no dejaba de hablar de cosas que a ella no le interesaban por lo que poco a poco se iba aburriendo más. Se fue dando cuenta de que él no era lo que ella esperaba y como al otro día tenía clases y ya era un poco tarde le dijo "Pablo, vámonos ya, mañana tengo que madrugar". "Ahh, que pena, yo la estaba pasando super bien, sabes me caes muy bien" le dijo él parándose de la arena y caminando hacia el carro. Elena se puso de pie pensando en como rayos era posible caerle bien si él apenas la había dejado hablar, no le prestó más importancia a eso y caminó al carro. De camino al hotel, se empezó a dar cuenta que lo que sentía por él no era más que una ilusión, pues le gustaba más el Pablo de sus sueños. Llegaron al hotel y Pablo se despidió dándole un beso en la mejilla, "cuídate" le dijo ella con una sonrisa y arrancó el carro para llegar a su casa lo antes posible. Cuando entró a su cuarto, se preparó para acostarse a dormir. Todas las noches, antes de acostarse, miraba la foto de Pablo que tenía en su pared y le decía "te amo"; pero esta vez, la miró y le dijo "adios Pablo" y se acostó a dormir sin pensar en él, contrario a como siempre hacía.