Este cuento es de una señora que le confiesa un pecado al padre de su iglesia

Rated: "R"

Estatus: Terminado

Una señora cuarentona con aspecto de modelo llega a la iglesia vestida con una minifalda negra y una camisa blanca sin sostén por lo que se le notaba el pecho; entra a la cabina de confensión se sienta y dice con una voz muy sensual "padrecito chulo he venido a confesar un pecadito que acabo de cometer, pero no sé si al contarlo cometa otro por que realmente no estoy arrepentida, sólo quiero sacarlo de mi sistema". El padre pensando que sería lo rutinario le dice "a ver, hija confiesa". Ella comenzó "hace como dos horas vino el novio de mi hija a visitarla pero ella aún estaba en clase, y como Didier, así se llama él, vino tan arregladito y de tan lejos, yo no tuve corazón de decirle que se fuera y lo invité a pasar". El padre la interrumpe y le dice "pero hija mía, hiciste lo que tenías que hacer, yo no le veo lo malo a eso" y ella le respondió "no padre, apenas empiezo, escúcheme que el fogón está a punto de prenderse". El padre un poco entusiasmado le dice "hija, cuéntame, es mi deber de sacerdote escucharte, me interesa mucho tu historia". La señora prosiguió a contarle lo que ocurrió esa tarde. "Ay padre! ese niño está tan dotado, que ay señor" decía mientras se arreglaba el pelo. El padre se acomoda el cuello de la solapa (o como se diga). "Todo empezó cuando lo invité a una copa de vino, le juro que el niño me impulsa tanto hacia la lujuria que era una obligación despojarlo de su vestimenta, así que comencé por la camisa. Le había servido una copa de vino y en uno de sus comentarios sobre mi hija me empecé a reir dándole con mi mano a su copa y derramándole el vino encima". La señora se detuvo un momento a pensar y el padre emocionado le dijo "continúe, continúe" a lo que la señora le contestó "es que estoy buscando palabras bonitas para explicar lo que hicimos". La señora se empieza a arrepentir y le dice "no, yo mejor me voy, como le voy a contar esto a usted, cometo otro pecado si lo pervierto" dijo y salió de la cabina seguida por el padre que la agarra por el brazo y le dice "no hija, yo soy, fuerte, siga y no omita nada". El padre empieza a caminar llevándosela del brazo mientras le decía "sígame por aquí, para tener más privacidad y se sienta más cómoda al contarmelo". Llegan a un cuartito bastante oscuro y se sientan en una cama pequeña a continuar la historia. La señora nuevamente comienza a pensar como contarle y se da cuanta que el padre le miraba el pecho con deseo, mientras sus manos se movían hacia el pecho de ella pero se detenían al escuchar su conciencia; esto pasó varias veces hasta que el padre se sienta encima de sus manos. La señora le empezó a gustar la manera en que el padre la miraba y en que éste actuaba antes sus senos, y la empezó a llenar la lujuria. Decidió entrar a territorio prohibido, ya que nunca había tenido una experiencia sexual con un cura. Le dijo "ay padre, es muy difícil explicar con palabras, como que no sé" a lo que el padre le contesta ya erecto "pues hija muéstrame todo lo que hicieron, y no pienses en mí como el padre que da la misa, si no como Anthony". La señora muy contenta, pues había logrado su propósito lo comienza a besar, por la cara y las orejas mordiéndoselas suavemente. Se despojó de su camisa mostrándole sus senos y acercando la cara de él para que se los besara, los mordiera y los chupara. Para su sorpresa el padre simplemente se quedó como ella lo puso asi que le tuvo que decir paso por paso lo que él tenía que hacer. "Anthony, pero juega con ellas". El padre lo tomó literalmente y empezó a darles como si fueran congas, Anthony ya tenía un éxito musical cuando ella frustrada lo interrumpe "chico, así no". Anthony sube la mirada a los ojos de ella y le dice "ohhh... así no" a lo que ella le responde con un simple "no". El padre cambia el juego y toma los cenos de ella en sus manos y los empieza a usar como si fueran micrófonos cantando "yo tengo un gozo en mi alma, donde!! un gozo en mi alma DONDE!!! un gozo en mi alma y en mi ser y co-" deja de cantar al ver la cara de ella y le dice "oh Dios, lo estoy haciendo mal otra vez" a lo que ella le responde "quiero que acerques tu boca a ellas, las empieces a besar, y suavemente las muerdas". Anthony hizo exactamente lo que ella le dijo llenándola de un placer que la hacía gritar "ahhhhh, ahhhh, ahhhh". Anthony se asusta y le dice "qué pasó estás bien" a lo que ella responde en gemido "papi no pares, sigue, sigue". Después de un rato enseñándole lo básico, ella se dio cuenta que él ya podía aprender una nueva lección y le dice "quiero que me quites con tu boca la falda y el pantie" a lo que él le responde "pero como rayos, yo voy a hacer eso?" Ella frustrada lo empuja un poco y se quita lo que le quedaba de ropa para luego abrir las piernas. Anthony se había quedado anonadado mirando la vagina de ella y ella le dice "puedes explorar si quieres". Rápidamente Anthony acerca su cara a la vagina de ella y empieza a abrirla con sus dedos para verla bien "está mojadita, tiene como un liqueo" le dijo él llevándose los dedos a la nariz para olerlos, ella estira su mano agarrando la de Anthony y se la lleva a la boca para saber como sabía ella misma. Anthony se pone curioso y le dice "a qué sabe" y ella sarcásticamente le dice "a chocolate, eres diabético" y él le responde "no", "a pues pruébala sin miedo" le dice ella mirándolo con deseo. Anthony le vueleve a meter el deo para luego acercarlo a su boca, pero antes de que lo probara ella le dijo "así no, hazlo con tu lengua". Anthony acerca su boca a la vagina de ella y le pasa la lengua como si fuera un paleta, luego se vuelve a arrodillar y le dice saboreando su boca con una cara de que sabia extrano "a chocolate no sabe". Ellla algo enojada le dice "Ay mijo, esta bien, ven aca que te lo voy a hacer yo a ti". Ella recuesta a Anthony y llega hasta su pene, al cual le besa la puntita, luego le empieza a pasar la lengua desde las bolas hasta la puntita nuevamente, para luego metérselo a la boca dejando que entrara hasta su garganta y se lo empezó chupar con presión. Mientras Anthony suspiraba por el sentimiento del placer, sin querer apretó el intercome y en medio de la misa que daba el padre Abel, donde el Papa Pablo Portillo II estaba invitado, se escucharon todos los gemidos de Anthony. Todos en la misa se quedaron extrañados y el Papa Pablo Portillo II sale diciendo "cuando yo era joven, esas monjitas no existian en mi congregación". El padre Abel y el cardenal Caleb se comenzaron a reir por el comentario del Papa y para no interrumpir mas la misa, el padre Abel decidio apagar el intercome. Luego de que ella se tragara la leche de Anthony le dijo "ok ya sabes mas o menos lo que tienes que hacer, ahora usa tu imaginacion" dijo la senora y se acomodo de rodilla de forma que su tota quedara en la boca de Anthony, quien le mete la lengua y empieza a hacer friccion con esta llenando a la senora de placer. Luego de un rato ella saca su vagina de la cara de Anthony y se sienta encima de el metiendose el pene en su roto. Luego de esos momentos de lujuria, Anthony decidió hacer una conferencia para enseñarle a las monjitas de su iglesia como comienza la creación. "Bien quien quiere servir de ejemplo, alguna voluntaria" dijo anthony buscando con su mirada en todo el salón. Todas las monjitas se miraban extrañadas mientras una monjita de 85 años le gritaba emocionada "yo,yo! padre anthony yo quiero" "Alguna otra" pregunto anthony con la esperanza de que una novicia se animara "Yo ,Yo padre anthony" seguia gritando la monjita de 85 años mientras llegaba a el despojandose de su ropa.