Este cuento es pornográfico, así que si no te interesa, vete YA!!!
Rated: NC-17
Estatus: Terminado
Estaba aburrida y no podía parar de pensar en él, se había metido en mi alma y en mi corazón. Si no estaba en su compañía, lo deseaba a mi lado y si estaba con él, deseaba sentir su calor, sus abrazos, sus besos y sus caricias. Decidí llamarlo, lo quería ver aunque ya habíamos salido la noche anterior, pero como siempre, como amigos, que no se da cuenta como lo deseo, como deseo tener su amor. "Hello" por fin lo contestó, ya estaba a punto de colgar, "Abel, cómo estás?" "Ah, bien y tú?" me dijo con su voz de seductor "bien... qué haces?" le dije con la esperanza de que me dijera que estaba pensando en mi, pero sólo me dijo "nada, aquí aburrido y tú que haces?" "Pues nada, imáginate con esta lluvia, estoy aburrídisima" él me contestó riéndose. Dios mío Alicia, acaba e invítalo, si no lo haces, no lo vas a ver pensé en silencio y me interrumpió diciendo "pues si... estoy aburrido". "Pues yo alquilé unas películas, quieres venir para acá a verlas" le dije mientras el corazón se me aceleraba "chica, no me siento con ganas de conducir" "oh..." le dije algo desilucionada. Entonces me dijo "pero ven y las vemos acá" "ok, pues salgo para allá como en diez minutos" le dije con alegría, pues al menos me invitó y lo vería. "Ok te espero" "ok bye" y colgamos. Emocionada me metí en la ducha y luego al salir, me preparé, me puse mi tanga favorito, el de leopardo, una falda corta y una camisa escotada y con la espalda por fuera, me perfumé bien y me di los últimos toques de maquillaje, cogí las películas y algunos objetos kinki y salí en mi carro de camino a su apartamento. Cuando llegué, él estaba en pantalones cortos y una camisa transparente, me recibió con un abrazo y un beso en la mejilla, entré un poco nerviosa, me ofreció algo de tomar, pero no quise nada, así que cogió las películas y me invitó a pasar a su cuarto. Me senté en su cama mientras el ponía una de las películas, luego se recostó en su cama, así que yo, después de quitarme las sandalias que tenía, me recosté también con cierta distancia a él. Por qué seré tan tímida.
Después de un rato viendo la película, Abel tenía el aire acondicionado en lo máximo, y yo estaba que me moría del frío. Me arropé pero tenía tanto frío que ni con la frisa se me calmó. Me miró con una sonrisa en los labios y me preguntó "tienes frío?" Yo le dije que sí moviendo mi cabeza en afirmación y luego apagó el aire acondicionado y me abrazó. En la película los protagonistas se estaban dando un beso muy apasionado así que le dije "hay tengo ganas de un beso como ese" él se empezó a reir, lo miré a los ojos igual que él a mi y me besó la frente. Me dejó con las ganas, al rato le dije unas cuantas indirectas, pero tampoco hizo nada, me frustré por que lo deseaba tanto, pero él sólo me siguió demostrando que yo no le interesaba así, me levanté de la cama, me fui a la sala y me senté en el sofá. Enseguida, él salió del cuarto y se sentó a mi lado preguntándome "estás molesta por algo?" Le forcé una sonrisa y le dije "no, molesta no, estoy frustrada" "por qué?" me preguntó. Esta vez sí me molesté un poco, por que se estaba haciendo el pendejo "ay Abel tú sabes por qué". "Dime por qué, dime qué es lo que quieres" me dijo mirándome a los ojos y acercándose un poco más, "tú sabes lo que quiero" "es que yo quiero que me lo digas, dime lo que quieres" me dijo aún mirándome a los ojos y agarrándome un dedo. "Ya te lo he dicho como tres veces Abel" le dije, pues qué más quería que le dijera, que se lo rogara?! Me besó el cuello, erizándome la piel y me dijo acariciándome la quijada "sí, dímelo una vez más". "Bésame" le dije y me besó apasionadamente mientras los latidos de mi corazón se aceleraban por cada segundo y todo lo demás perdió importancia. Cuando terminamos el beso, me sonrió y se puso de pie tomándome la mano y llevándome hasta el cuarto, nos recostamos nuevamente en la cama, donde otra vez me volvió a besar mientras me acariciaba la cintura y poco a poco me iba alzando la camisa hasta quitármela. Me empezó a besar por el cuello y el pecho y con su lengua y me comenzó a acariciar los senos llénandome de placer. Luego con su boca fue llegando hasta mi abdómen, y después con sus manos me desabotonó la falda y me la quitó con delicadeza. "Wow que tanga tan linda, de leopardo, como a mí me gustan" me dijo con una sonrisa pícara y luego me la quitó con los dientes. Yo estaba desnuda y él aún seguía con su ropa, así que tímidamente le quité la camisa, como él estaba encima mio, cambiamos de posición, esta vez él recostado y yo encima de él. Alcancé el bultito donde traía las cosas kinki y saqué el aceite, y el whip cream, "wow, Alicia viniste preparada" me dijo riéndose. Le puse el acite con sabor a cherry y lo fui besando por el cuello y poco a poco bajando por sus abdominales hasta llegar a su pantalón, se lo quité y le llené el pene de whip cream y me lo metí a la boca y fui mamándoselo poco a poco mientras en gemidos me decía "no pares, más". Lo dejé con las ganas y lo volví a besar en la boca apasionadamente, mientras el calor y la pasión aumentaban, él me ponía cada vez más bellaca mientras me acariciaba y besaba las partes más sensitivas de mi cuerpo. Me viró de nuevo recostándome y bajó hasta mi chocha para mamarla con placer metiéndome la lengua y revolcándola por mi clítoris. Le pedí consumida en placer "no pares, sigue" y como yo lo había dejado con las ganas, me hizo lo mismo. Subió a mis labios para besarme y yo lo interrumpí "qué haces, sigue, no pares" me mandó a callar y me metió la puntita de su bicho y la volvió a sacar para molestarme. Lo miré a los ojos y le dije con exitación "METEMELO" y me respondió en un suspiro "cógelo con calma". Me siguió besando y me acarició la vagina con los dedos "Abel métemelo" le dije exitada, me miró a los ojos y me lo metió. Empezó a moverse poco a poco, cada vez metiéndomelo más y más, mientras en gemidos me decía "oh yeahhh, te gusta" y le dije "sí papi, no pares". Luego nos volvimos a cambiar de posición, yo cabalgándolo subiendo y bajando, y moviéndiome en forma circular, cada vez más rápido. Me salí de encima de él, me metí su miembro en la boca donde se vino y me tragué la leche. Nos quedamos dormidos un rato, cuando me desperté estaba sola en mi cuarto, alzé la vista y vi el poster de Abel en mi pared, me di cuenta que todo había sido un sueño.