Sobre un triángulo amoroso.
Rated: NC-17, este cuento es de sexo, así que si no te interesa este tema no lo leas... no nos gustaría pensar que si eres menor de 15 años leas esto, pero si lo lees, pues no es problema de nosotras, por que ya te explicamos de lo que trata
Terminado
Ok, esto era una vez, dos amigos llamados Abel y Pablo, que vivian en un lujoso apartamento en Isla Verde. Eran unos lokos y la vida de solteros era para ellos, por que eran lo que se puede llamar el tipo "player". Pablo tenía un trabajo en Sony Music, él se encargaba de ayudar en la publicidad de los artistas de ésta famosa disquera y también le tocaba atender llamadas de fanáticos que pedían información; esta era la parte que más odiaba de su trabajo y todos los días daba el máximo pues aspiraba llegar a ser un promotor. Abel era el dueño del apartamento, lo había adquirido con la grande herencia que su abuelo le había dejado, había invitado a su mejor amigo como roomate y con el dinero que le quedaba de la herencia había logrado levantar una cadena de tiendas de ropa femenina llamada "Rampage". Entre todas las empleadas tenía mala fama, ya que él las había hecho parte de su juego sexual. Era un tipo engreído, narcisista, egoísta, hipócrita; pero sobre todo avaricioso, su mayor aspiración era casarse con una mujer de dinero o con fama, y sólo le atraían las mujeres con buenos cuerpos como para mantener una relación seria, las demás ordinarias eran para su juego.
Pablo estaba cansado después de un día lleno de ridículos trabajos "puñeta, estoy harto de estar en esa posición, hoy me tocó sólo atender llamadas de nenas idiotas que se mueren por los patos de MDO" le dijo a su roomate Abel. Este le contestó entre carcajadas "Pues pendejo, si quieres llegar a ser un buen promotor, vas a tener que seguir soportando las llamadas de esas pendejitas, preguntando por esos cinco maricones." A lo que Pablo le contesta "acho sí, esos cabrones les gusta coger por el culo", Abel sólo se empezó a reir. Le iba a contestar pero sonó el teléfono y contestó "hello... si aquí está". Le tira el teléfono a Pablo diciéndole "toma, otra para la lista". Pablo lo contesta y empieza a hablar "Hello... ah hola como estás?!... QUE?!?!... aja... no te preocupes,... bueno sí, sí,... no te preocupes,... si no yo lo convenzo,... ok,... te acuerdas donde queda esto?... ok, pues cómo en cuánto,... a pues está bien, chao" y engancha el teléfono. Abel extrañado le pregunta "a quién tú invitaste para acá" a lo que Pablo le respondió "no la invité, va a vivir con nosotros un tiempo". Abel frunce las cejas pensativo y le dice "mmmm... y tiene todo en su citio?", un poco inseguro Pablo le contesta "eh... sí". Abel entonces añade "y cuán cariñosa es?" Pablo se molesta un poco ante la mentalidad sucia de Abel y le dice "ella no es como tus mujeres, a ella la respetas". Abel se sonríe y le dice "tranquilo, no te agites, yo sólo me voy a bañar y a arreglarme, si ella accede no le estoy faltando el respeto" y se va. Pablo se queda furioso esperando a su amiga Penélope.
p>Penélope y Pablo se conocían desde pequeños, ella es una muchacha dulce pero a la vez ruda, inocente y a la vez tenía malicia y confiable. Estaba estudiando medicina, lo que la mantenía completamente ocupada, pero sus padres querían que buscara un trabajo; ella sentía que no podría mantener uno y estudiar a la vez, por lo que tuvo una fuerte pelea con sus ellos y llamó a Pablo preguntándole si podía vivir con él. Penélope llegó y fue recibida por su mejor amigo y su nuevo roomate, les agradeció la ayuda y rápidamente Pablo le comenzó a mostrar el que sería su cuarto y el resto del apartamento; seguidos por Abel, quien no dejaba de mirar la forma sensual en que ella caminaba. Abel se mordía el labio y le hacía señas a Pablo de lo mucho que le atraía, Pablo sólo rodaba los ojos enojado ante las bellaquerías de Abel. Como la vez que Penélope fue al apartamento todavía estaba en remodelación, al verlo quedó impactada pues lo que antes era un pared larga, lisa y ordinaria, se había converito en un precioso ventanal que daba vista al océano. Las locetas que antes eran blancas y negras, ahora eran en mármol, la cocina pequeña e incómoda se había convertido en una acogedora y con la más avanzada tecnología en enseres. Lo que antes era una escalera común y corriente, ahora era una escalera en espiral que quedaba al lado de una pared llena de libros, lo que le daba un aire de intelectualidad al apartamento. En el medio de la pared de libros había una gran puerta de metal que se abría hacia los lados y te llevaba al estudio donde había una mesa redonda de tres espacios, la cual tenía tres computadoras; esta era la oficina de Abel. La sala era grande, todos los muebles tenían un aire futurista, eran de colores llamativos, todos concordaban perfectamente con la forma en que estaba decorado el apartamento. Pablo decidió llevar a Penélope a su habitación, ella quedó impactada al ver que su habitación por algún tiempo estaba completamente decorada de delfines, inexplicablemente su animal favorito. Las paredes del cuarto estaban completamente pintadas con siluetras de delfines, olas y un bello atardecer. El baño estaba decorado de la misma manera, las llaves de la ducha y el lavamano eran en forma de delfines, un espejo gigante también en forma de delfín adornaba una pared, la bañera era de un azul intenso simulando el mar. Luego le mostraron el game room, un cuearto espacioso con mesa de billar, una barra, algunas máquinas de juegos, pero lo más que le impresionó es que había un jacuzzi. Le mostraron el cuarto de Pablo, el cual estaba decorado de una manera rústica, lo más interesante era que el piso era totalmente en madera, a diferencia del resto de la casa. Pablo la llevó hacia el cuarto de Abel, y Abel se lo describió como el paraíso del placer. Penélope se pasmó ante la ocurrencia de Abel y Pablo le dijo "no te preocupes él esta loko".
Había pasado un mes de Penélope estar viviendo en el apartamento. Las cosas habían cambiado de una manera radical, Abel ya no llevaba mujeres al apartamento y Pablo tampoco. Ante esta situación fuera de lo común para ellos, Pablo le pregunta a su amigo "Abel que te pasa que ya no traes mujeres para acá??" a lo que Abel le contesta "Cállate pendejo que tú tampoco" y Pablo le responde entre carcajadas "No te tienes que alterar, no estoy insinuando nada". Abel miró a Pablo con cara de pocos amigos, pero Pablo no le hizo caso a la cara de Abel.
En eso llega Penélope y es recibida por Abel que le dice "mi amor llegaste" a lo que Penélope le contesta "que mi amor, ni que carajo" Pablo soltó una carcajada pero Abel y Penélope lo miraron con cara de no te rias. Ella le dijo "cállate idiota, no te metas" y Abel la interrumpe diciéndole "pero chica cuál es tu mal humor??" Penélope, tira el bulto en la mesa y le dice "tras que me colgué en un examen, el maestro cabrón nos mandó a hacer un ensayo para la semana que viene". Pablo le sonrie, la coge por la mano y le dice "vente, siéntate lo que necesitas es un masaje". En ese momento Pablo comenzó a darle masaje en el cuello, mientras Abel le quitó los zapatos y le daba masaje en los pies. Abel, alzó su mirada hacia Penélope y le dijo "de qué es el trabajo?" Penélope suelta un suspiro y le dice "es para la clase de sexología, el fresco del profesor quiere que hagamos el ensayo de una relación hipotética donde las personas tengan direferentes problemas y que le expliquemos las causas que le pueden traer psicológicamente, lo que me encojona es que dice que va a dar puntuación extra al que sea explícito". Pablo se empieza a reir y le dice "diablo que maestro mas enfermo" a lo que Abel añade con voz seductora "mami yo te ayudo con las descripciones, y empezamos ya". Ella se empezó a reir, mientras se pasaba la lengua por el labio y lo miraba seductivamente, entonces le dice "papito de verdad que me vas a ayudar??" Pablo se hecha para el frente, le pega la boca al oido y le dice "ay yo también quiero ayudarte". Penélope se para diciendo "Bueno yo mejor me voy a bañar" y Abel le sigue la corriente diciéndole "esta ya se puso calientita" y se empezó a reir. Penélope se fue al baño y prendió la ducha y mientras se bañaba, su mente se inundó de pensamientos sexuales con ambos chicos, se metió tanto es su pensamiento que empezó suspirar mientras se masturbaba justo cuando Abel y Pablo pasaban por su habitación, y como ella había dejado la puerta abierta, la escucharon y no perdieron la oportunidad de entrar. Pablo y Abel se miraron y se empezaron a reir silenciosamente. Los suspiros pararon, Abel y Pablo salieron del cuarto corriendo para que ella no supiera que habían estado allí y en ese momento Penélope salió del baño envuelta en una toalla. Se dijo a si misma "ay si dejé la puerta abierta, espero que estos no hallan entrado". Cerró la puerta y se puso un pantalón corto y una camisilla blanca que se le transparentaba y se le notaba todo. Fue a la cocina a hacerse algo para luego hacer el ensayo y encontró a Pablo y a Abel sentados en la sala riéndose. "Que les pasa" les preguntó Penélope un poco abochornada por que imaginaba que la habían escuchado. Pablo le dice entre carcajadas "no, lo que pasa es que este me hizo un chiste de esos que el hace". Penelope se conformó con la respuesta de su mejor amigo y se fue a preparar un emparedado. Al rato se fue a su cuarto y empezó a hacer su ensayo. Ya eran las dos de la mañana y había terminado su ensayo, lo quería compartir con sus amigos que estaban en el game room juagando billar, así que fue hasta allí a buscarlos. "Miren ya terminé mi ensayo quieren que se los lea". Abel estaba a punto de meter el ocho pero Penélope se sentó en medio de la mesa. Abel se molestó y le dijo "salte pal carajo pa allá, chica me hiciste perder". Penélope le dice "hay no seas pendejo, no quieres escuchar lo que escribí" y le saca la lengua y Abel se le pega a la cara y su lengua roza la de ella, así que ella se hecha un poco para atrás y luego se rie maliciosamente. Abel se le sentó al lado y Pablo se le sentó al otro lado diciéndole "dale pues léelo a ver". Mientras leía su ensayo, Abel quien aún tenía el palo de billar en la mano empezó a poner la lengua en la puntita del palo para joderla. Terminó de leer su ensayo sobre un triángulo amoroso y se percató de que Abel y Pablo tenían el miembro parado, se empezó a reir, pero Abel le dice "y no quieres practicar lo que dice en tu ensayo?" Pablo interrumpe y dice "que te pasa, yo no soy maricon". Penélope se queda callada pensando en la idea de Abel y él le contesta a Pablo "no seas pendejo eso no es mariconería" miró a Penélope y continúa "y qué dices?"
Penélope se queda callada y Abel le empezó a besar la boca suavemente, mientras Pablo por su parte la empezó a besar por el cuello. Abel le empezó a subir la camisa mientras Pablo le acariciaba los muslos y las nalgas. Unos segundos después estaba desnuda, primero le quitó los boxers a Abel, y luego continuó quitándole a Pablo la camisa y los pantalones, repartiendo besos entre los dos. Se besaba con Pablo mientras Abel le besaba y masajeaba el pecho con la boca y su lengua hasta llegar a sus penzones los cuales mordia con delicadeza, llevándola a la mayor exitación que habia sentido desde hace un tiempo atrás. Pablo le suspira al oído "mami te la voy a mamar" a lo que ella le respode en gemidos "sí papi sí". Penélope despega la cara de Abel de sus senos y le dice "vamos a cambiar de posición" Abel le dice "lo que tú digas". Pablo se acuesta boca arriba encima de la mesa de billar, Penéolope se pone de rodilla con su pelvis encima de la boca de Pablo, mientras Abel se encontraba parado de frente a ella y su miembro en la boca de ella. Mientras Penélope le daba placer a Abel y Pablo se lo daba a ella, él se comenzó a masturbar para también sentir placer. Cuando está apunto de alcanzar el orgasmo, Abel le dice aguantándole la cabeza "mami sigue, no pares" y se vino en su boca. Como aún Pablo y Penélope no se habían venido, cambiaron de posición, esta vez la boca de Abel saboreando los jugos de Penélope y ella colmando de placer a Pablo. Luego de esa experiencia los tres se fueron al jacuzzi a hablar y allí siguieron los besos.
Abel, se levantó esa mañana algo extrañado. Le había gustado lo que había pasado, pero a la vez no lo podía creer, nunca se había sentido de esa manera pues las veces que tuvo sexo fue solamente por placer, pero esta vez fue algo especial, pues sentía un cariño grande por estas dos personas. Pablo, por su parte estaba muy confundido, él y Penélope habían sido amigos de toda la vida, se preguntaba cómo lo ocurrido iba a afectar su relación. Penélope estaba pasmada, no podía creer lo que había hecho, esto era algo totalmente nuevo para ella y aunque nunca imaginó que le pasaría, había tenido fantasías sexuales sobre lo ocurrido. Le había encantado, nunca había sentido ese tipo de placer, había tenido relaciones, pero ninguna como esta. Pablo y Penélope estaban aburridos por la casa, se encuentran en la cocina, pero se sentían raros, no sabían como actuar ni que decir. "Penelope" "Pablo" se dijeron a la vez, se sonrieron, pero esa sornisa desapareció cuando Penélope dijo "Pablo, tenemos que hablar sobre lo que pasó". En ese mismo momento Abel entró a la cocina y al verlos dijo "qué pasa, por qué están tan serios??" Pablo le dice "creo que tenemos que hablar de lo que pasó". Se sientan a hablar y terminan llegando al acuerdo de que no harían eso más; aunque en las mentes de cada uno estaba el deseo de que volviera a ocurrir. Una semana después, Penélope tenía un exámen el cual la tenía muy preocupada, así que invitó a un amigo para que la ayudara en la materia y estudiaran juntos. Pero esto no le agradó para nada a Pablo y Abel por la forma en que aquel muchacho miraba a Penélope. Estaban un poco celosos ya que le habían cogido tanto cariño que la trataban de proteger ante cualquier hombre. Ella lo llevó al cuarto ya que tenía un buen escritorio y buena iluminación, por lo que sería un lugar perfecto para estudiar y concentrarse. El le había pedido un refresco así que bajó a buscárselo y se encontró en la sala a Pablo y a Abel, que celosos empezaron a hacerle preguntas "quién es ese??, a qué vino??, qué están haciendo??" fueron algunas de las que le hicieron. Ella les respondió algo molesta "estamos estudiando déjenme" y subió con el referesco. A los cinco minutos Pablo entra a la habitación sin tocar y les dice "de qué están estudiando??" Ella le dijo "Pablo vete" pero en ese momento entró Abel diciendo "hey, cuál es el revolú que hay aquí". Ella se molesta y les dice "ustedes son bien carbrones, no me dejan estudiar, salgánse". Pablo le dice "pero dale, nosotros te ayudamos a estudiar" entonces ella aún mas molesta le dice "de cuando acá ustedes saben algo de medicina, vayánse pal carajo" a lo que Abel le contesta "esta es mi casa y yo no pienso dejarte sola con este tipo". El muchacho algo molesto le dijo a Penélope, "mira yo no puedo estudiar así, nos vemos mañana en la universidad" cogió sus cosas y se fue y antes de que saliera por la puerta, Pablo le contesta "sí lárgate". Penélope, explotó y empezó a gritarles "PABLO CALLATE Y TU CABRON VETE PAL CARAJO" y Pablo le dice alzando la voz "Puñeta, tú no viste la forma en la que ese tipo te estaba mirando" a lo que Penélope le contesta "de la misma cabrona forma en que tú y Abel me miran". Abel se mete en la conversación y le dice "y cómo carajo te miramos, ese tipo estaba loco por acostarse contigo". Ella le contesta a Abel "yo soy grande y sé muy bien lo que hago, déjenme en paz". Pablo le comieza a gritar a ella "PUÑETA TU NO SABES CUANTO YO TE QUIERO, NO VOY A DEJAR QUE VENGA UN CABRON A JODERTE LA VI..." pero fue interrumpido por un beso de Penélope que no se había podido contener ya que se sentía completamente atraída por los dos chicos. Pablo recibió el beso mientras ella tomó a Abel de la mano acercándolo a ella para que también la besara. Al rato de estar besándose, se fueron a la cocina. Pablo y Abel se sentaron en el counter a mirar a Penélope mientras cocinaba, estaba con una camisilla blanca y una diminuta tanga. Penélope estaba buscando algo en la nevera y Abel se paró para tomar algo, se le acercó por detrás sobándole una nalga y le dijo "pásame el jugo de china por favor". El se sirvió el jugo con hielo, mientras ella se dirigió nuevamente a la estufa. Abel se bebió el jugo pero antes de poner el vaso en el fregadero, cogió un hielo, se lo puso en la boca para luego ir a donde Penélope para pasárselo por el cuello. Ella le dijo "carajo que tú haces! no ves que estoy cocinando" a lo que Abel le responde con el hielo aún en la boca, "perdón, no lo hice para molestarte, fue con otro propósito" se viró y ella le pellizcó una nalga para vengarse de la cogía de nalga que el le había dado. Pablo sólo se reía. Mientras Penélope cocinaba, Pablo y Abel se estaban secretiando y riendo en voz alta y ella los ignoraba. Pablo le dijo como para molestarla "Pene que nos vas a hacer de comida" y ella le dice "cállate imbécil". Como ellos seguían jodiéndola, se alteró y les gritó mientras los botaba de la cocina "acho vállanse pa allá, déjenme cocinar". Penélope terminó de coicnar, sirvió la comida en la mesa y todos se sentaron a comer.
Entre tanto juego y distracción con sus roomates, Penélope se había colgado en varios exámenes y si seguía así se iba a ver perjudicada seriamente en sus estudios. Después de esas malas notas, se había aplicado más en sus materias, por lo que ya no socializaba tanto con sus roomates, quienes la sentían un poco distante. Penélope estaba encerrada en su cuarto estudiando, lo que últimamente siempre estaba haciendo; Pablo acababa de llegar de su trabajo, mientras Abel estaba en unas reuniones de sus tiendas. Pablo quería compartir con Penélope, así que fue al cuarto de ella pues sabía que ahí se encontraba. Entró y se acostó al lado de ella que estaba sentada haciendo unos trabajos, le dijo "chica ya no dejas de estudiar, me tienes abandonado". Ella no levantó la mirada de sus libros y le dijo "no tengo tiempo, tengo que estudiar, ya me he colgado en varias pruebas y exámenes y no puedo seguir así". Pablo mirándola con deseo le dice "mami pero tienes que tomarte un break", ella se alteró un poco y le dijo "pues Pablo si no puedo". Pablo se sentó y le dijo cerrándole los libros "claro que sí, solo haces así" y tiró los libros de ella al piso. Ella lo miraba algo molesta y él la cogió por la cintura acostándola y diciéndole "no te molestes, si tú estabas loca por que alguien te sacara la atención de esos libros", la aprieta y continúa diciéndole "nada más relájate un poco, y quédate así conmigo hablando un rato, que hace tiempo que no tenemos una buena conversación". Penélope sintió un pequeño cosquilleo por la sensación que sentía ante el fuerte abrazo de Pablo y respiró hondo diciéndole "bueno, está bien pero sólo hoy". Pablo le empezó a acariciar el abdómen y le dijo "ok", le sonrió mientras su mano subía poco a poco por su abdómen. "Cuidado hasta donde llevas esa mano" le dijo ella acomodándose, y la manera en que lo hizo empezó a exitar un poco a Pablo que le dijo "no te preocupes que mi mano no hará algo que no quieras". Pablo tenía una erección y Penélope al sentirla, le dijo entre una carcajada seductora "Pablo, que es eso" él le siguió el juego y le contestó al oído "nada, que todo lo que haces me exita". Al rato Abel llegó al apartamento y los escuchó riéndose a carcajadas, así que fue a buscarlos y entró al cuarto con cara de cansancio diciendo "hola, qué hacen, cuál es la risería?" Pablo y Penélope dejan de reirse y lo miran, ella le dice estirando su mano "ven acuéstate aquí con nosotros". Abel se sonrió y se acostó de frente a ellos recostando su mano en la cintura de ella. Despues de un rato haciendo chistes y de estar seduciéndose, Abel empezó a acariciarle el muslo, cada vez subiendo un poco más. Ella lo miró con deseo y le acercó la boca para besarlo, empezó a suspirar mientras Pablo comenzaba a acariciarle los senos con las manos. Abel le metió la mano por el pantie hasta llegar a su vagina donde poco a poco la acariciaba metiéndole algunos dedos. Pablo le quitó la camisa, la besó pero ella rompió el beso pidiéndole en gemidos a los chicos que la acompañaran a la ducha. Ella se paró y caminó al baño llevando de la mano a sus compañeros con ella, donde ellos se desnudaron. Abel prendió la ducha y fue el primero en entrar, luego Penélope y luego Pablo, ella quedó de frente a Pablo, así que lo besó mientras extendió sus brazos hacia atrás poniendo las manos en las nalgas de Abel. Pablo la besaba por los cenos mientras Abel le besaba el cuello y la masturbaba. Ambos chicos estaban erectos y ella quería sentirlos en su interior, así que le pidió al que tenía de frente, que era Pablo, que la penetrara. El accedió con gusto y mientras ellos suspiraban por la exitación, Abel se masturbaba. Pablo se vino y como a ella todavía le faltaba, se viró de frente a Abel y le dijo en un gemido "ahora tú". Abel la acercó a su cuerpo y la alzó en sus brazos penetrándola hasta que ambos alcanzaron el orgasmo. Luego ambos chicos se quedaron acariciando a Penélope y besando cada esquina de su cuerpo.
Al otro día Abel tenía una de sus citas amorosas, con una muchacha que había conocido en "Borders" leyendo un libro. Habían hablado varias veces y Abel estaba pensando seducirla, para hacer lo que hacía con todas las demás, hacerla parte de su juego de sexual. Hacía tiempo que no se acostaba con otras mujeres por estar pendiente a Penélope y decidió que eso no podía seguir así. Se preparó, se puso unos pantalones negros que se le ajustaban a las piernas, una camisa azul turquesa con un diseño de una estrella plateada, ese azul de la camisa le hacía brillar más sus ojos verdes, se le veían casi azules. Se puso un jacket negro por encima, parecía un modelo, pasó por el cuarto de Penélope para bajar las escaleras y ésta al verlo lo paró diciéndole y mirándolo con deseo de arriba a abajo "papito, para dónde tú vas tan guapo?". Abel se sonrió maliciosamente y le respondió "mmm, por ahí con una muchacha que está bien buena" esto le dio celos a Penélope, sentía que no quería compartir ni a Abel ni a Pablo con nadie y lo cuestionó "y para dónde van? por qué tienes que salir con ella?" Abel se molesta ante las preguntas de ella y por salir del paso le dice "no es problema tuyo" y esto molestó un poco más a Penélope y le dijo "osea que te acostaste conmigo por joder nada más". Abel se molestó aún más por los reclamos de Penélope y alzando la voz le contestó "ay mira a mi no me vengas con eso, por que tú a Pablo y a mi también nos usas para tu propia diversión" comenzó a bajar las escaleras para salir por la puerta ignorando a Penélope mientras le gritaba "cabrón". Abel se fue en su mercedes convertible del año a buscar a la muchacha y al llegar allí ella se montó en el carro, estaba vestida con una falda negra y cortísima, una camisa negra con pequeñas lentejuelas plateadas que se amarraban a la espalda y unas botas. Se saludaron con un abrazo y se fueron a pasear, Abel se sentía seducido por la manera en que esta chica le hablaba cerca del oído, la manera en que se movía cuando bailaron, la manera en que caminaba, la manera en que se sentaba y hasta la manera en que se sonreía. Ella se sentía muy atraída hacia él también, había sido una cita perfecta, Abel había sido muy atento con ella y para nada intentó faltarle el respeto y esto la interesaba más, sin darse cuenta había caído en su trampa. Llegan al apartamento y antes de bajarse del carro, ella le pregunta si quería pasar a conocer su apartamento. Abel se sonrió dulcemente y le dijo "claro, por que no..." Se bajo del carro y ella le agarró la mano llevándolo hasta la puerta de su apartamento. Entraron y Abel se sentó en el sofá mientras ella le ofrecía algo de tomar, él se negó y ella se sentó a su lado mirándolo a los ojos con deseo. Abel sabía que había llegado su momento, se le acercó y acariciándole la cara le dijo seductivamente "que hermosa eres", le empezó a acariciar los labios diciéndole "esta noche ha sido maravillosa, eres una mujer muy especial, no sabes cuanto me atraes". Ella le acercó la cara, podía sentir el aliento de Abel en su boca y le dijo "muéstrame cuanto". En ese momento Abel la besó suave y apasionadamente, acariciando sus muslos, hasta poco a poco llegar a sus nalgas. Abel, mientras se entregaba a aquella muchacha no podía parar de pensar en Penélope y en que quería que Pablo también estuviera allí. Terminaron y Abel se vistió, se despidió de la muchacha con un beso y le dijo que le hubiera encantado quedarse, pero se tenía que ir por que al otro día tendría que trabajar muy temprano, pero que la estaría llamando. Pablo y Penélope se habían quedado algo aburridos, habían pasado la noche haciendo chistes, jugando de manos y seduciéndose con palabras, miradas y caricias. Estaban jugando billar y Penélope no metía ninguna bola, así que Pablo se le para detrás para ayudarla diciéndole "mami esto se hace así, deja que te enseñe". Le pone una mano en el hombro bajando poco a poco hasta llegar a la mano que ella usaba para darle soporte al palo y se la empezó a acomodar sutilmente y le susurra al oído "mamita ahí tienes la mano perfecta". A Penélope se le erizó la piel mientras Pablo la seguía ayudando. "Ahora te doblas un poquito" le susurró nuevamente pegándose más al cuerpo de ella y poniéndole la mano en la cintura para doblarla, luego bajo su mano hasta su pelvis acariciándole un poco el abdomen. Luego le pasó su otra mano desde el muslo hasta llegar a la mano de Penélope que agarraba el palo y empujándolo para darle a la bola blanca, le volvió a decir al oído "así es como de verdad se juega". Penélope sintió la erección de Pablo en sus nalgas, se viró y mirándolo a los ojos le dijo seductivamente "y qué otro juego me puedes enseñar". El se empezó a reir maliciosamente, miró el jacuzzi y le dijo "vamos a bucear y te enseño técnicas de relajamientos" ella sólo se mordió el labio inferior mirándolo de arriba a abajo. Pablo la calga y la mete al jacuzzi con todo y ropa y entra con los boxers que traía puestos. "La primera lección es que esta ropa es muy pesada y te la tienes que quitar" le dijo quitándose los boxers y luego añadió "como yo soy tu instructor, te ayudo a quitártela". La empezó a desnudar con sutileza, y le dijo con una sonrisa pícara "antes de la próxima lección tengo que ver si tu cuerpo está preparado" y la empezó a besar por el cuello, poco a poco bajando hasta sus cenos que estaban duros, besándolos, acariciándolos con la lengua y mordiéndolos suavemente, ella sólo suspiraba por la exitación que por cada segundo iba aumentando. Mientras Pablo besaba los cenos de Penélope, con su mano le acariciaba el clítoris suavemente hasta que ella explotó y le dijo en gemidos de placer "metémelo, metémelo ya". Pablo había dejado el juego de las instrucciones y se acomodó y la invitó a sentarse en sus piernas defrente a él, ella accedió con desesperación ante el pedido de Pablo y éste la penetró. El le acariciaba la espalda y las nalgas mientras ella se movía sientiendo la erección de Pablo en su interior. Estaban alcanzando el orgasmo y Abel entra al cuarto y al verlos les dice algo enojado "que carajo hacen" ella ignoró el reclamo de Abel y siguió mientras Pablo le contestó agitado y entre gemidos "que carajo crees" para luego venirse. Abel se molesta más y casi entre gritos les dice "por qué carajo lo tienen que hacer sin mi", Pablo sólo lo ignoró y se puso a observar a Penélope mientras se venía. Abel siguió con sus reclamos "están cabrones, por que no me esperaron", ella se molestó y le contestó "cállate que tú te fuiste con una mujer, así que por qué nosotros te tenemos que esperar". Abel se calma un poco y le dice "por que tuve el peor sexo de mi vida, estaba con otra mujer y no podía parar de pensar en tí y en este morón". En ese momento Penélope salió del jacuzzi, caminó hasta donde Abel y besándolo le desabotonó los pantalones, para luego bajárselos y darle placer con su boca. Cuando Abel se vino, ella regresó al jacuzzi por que tenía frío, se pusieron a hablar e hicieron una promesa de que no volverían a hacer nada entre ellos si no estaban los tres juntos.
Unos días después Pablo tenía una reunión muy importante de su trabajo a la cual por obligación tenía que ir, Penélope no tenía clases y Abel ese día no tenía que trabajar. Pablo se fue del apartamento y poco después Penélope y Abel se levantaron para desayunar. Ella como siempre andaba en tanga, y él mientras ella cocinaba no dejaba de mirarla con deseo. Ella sabía que la estaba mirando y le dijo "que me miras" a lo que él le respondió "el culo". Ella lo miró, le sonrió y continuó haciendo el desayuno mientras él se le acercó por atrás agarrándole las nalgas y la comenzó a besar por el cuello. Ella cada vez se sentía más bellaca por la manera en que Abel la besaba y la acariciaba, él la viró de forma que ella lo miraba a los ojos. La besó apasionadamente mientras la alejaba de la estufa y la llevaba hasta la esquina de una pared, donde le quitó la camisa y luego con la boca le quitó el pantie. Luego empezó a mamarle la vagina mientras ella cada vez se iba exitando más, él lo sabía y decidó dejar de hacerlo para molestarla. "No pares, qué te pasa a ti!?!" le dijo ella como rogándole que siguiera. El se empezó a reir maliciosamente y se puso de nuevo de pie para besarla, luego la miró a los ojos y le dijo "quieres más?" a lo que ella rápidamente le respondió "sí" moviendo su cabeza en afirmación. El miró a la estufa, luego la volvió a mirar y le dijo "pues dale termina de cocinar que la comida se te va a quemar", y se fue a sentar a la sala mientras ella molesta apagó la estufa y fue a donde él. "Ahora no tengo hambre, sólo quiero que acabes lo que empezaste" le dijo ella con autoridad. Abel la acercó hacia él y nuevamente con su boca le empezó a acariciar la chocha. Al cabo de un rato estaban en el piso eredados en besos, caricias y gemidos ya que Abel la estaba penetrando, y estaban tan enfocados en lo que hacían que no escucharon a Pablo entrar a la casa. Tuvo que volver por que se le habían quedado unos papeles muy importantes, cuando los vio se molestó por que habían roto el juramento de que no harían nada, si no estaban los tres. Buscó los papeles y antes de irse les dijo sarcásticamente "me alegra enterarme que cuando yo no estoy aquí, ustedes se divierten sin mí" y salió por la puerta tirándola. Ellos dejaron lo que hacían un poco frustrados, pues no habían podido terminar y después de lo que pasó, decidieron desayunar y controlarse mientras Pablo regresaba. A la tarde Pablo regresó aún molesto por lo que sus amantes habían hecho, ellos estaban hablando calmadamente en el game room y él llegó hasta donde ellos diciéndoles "están bien cabrones, ustedes hacen eso siempre que yo me voy?" "No chico, sólo fue algo que pasó" le dijo Abel tratando de calmarlo. Pablo se molestó más y le empezó a gritar "tú también te encojonaste pendejo, así que cállate la boca jodio maricón". La manera y el tono en que Pablo le hablaba molestó mucho a Abel, por lo que se puso de pie y sin pensarlo le metió un puño haciendo que su amigo callera al piso. Penélope, muy nerviosa trataba de parar la pelea "YAA!!! no peleen más carajo, se van a lastimar". En ese momento Pablo se paró del piso, se limpió el tajo que Abel le acababa de hacer en el labio y ya estaba listo para contestarle el golpe pero ella se puso en el medio para evitar la pelea diciendo "puñeta ya basta, carajo dejen la jodia pelea!!!" a lo que Abel dijo "él fue el que empezó" seguido por Penélope que le dijo "cállate, que tú fuiste el que comenzó a dar golpes". Pablo encojonado le dice alzándole más la voz "Hay mira yaaaa!!!!! decídete por uno de los dos que esta situación ya me está hartando; con Abel o conmigo." Abel al escuchar el comentario de Pablo, cruzó los brazos y la miró esperando una respuesta. "Puñeta ustedes saben cual va a ser mi respuesta, que me voy pal carajo sola, adios" decía estas palabras mientras caminaba hasta su cuarto y ponía su ropa en una maleta". En ese mismo instante es interrumpida por ambos chicos que la trataban de impedir que se fuera. "Tampoco soporto más esta situación, lo mejor es que yo me vaya por que nos estámos haciendo daño y no puedo escoger entre ustedes". Pablo, luego que ella terminó le dijo "no te tienes que ir esto ya terminó, fue sólo una pelea estúpida, esto no va a volver a suceder" a lo que ella responde "claro que no va a volver a suceder, por que yo me voy para el carajo, hagan ustedes dos lo que quieran". Luego de que ella terminó de hablar Abel se le arrodilló en frente y le dijo "No te vayas por favor, yo no puedo vivir sin ti", seguido por Pablo quien también se arrodilló. Ella los miró con lágrimas en los ojos y dijo "no entienden que ya no doy más, esto está mal, lo mejor para los tres es que yo me valla". Luego de decir estas palabras, agarró su maleta y se fue dejando Abel y a Pablo solos. Ya había pasado una semana y Abel y Pablo todavía no se dirigían la palabra a menos que no hubiese sido para insultarse o hecharse la culpa de que ella se hubiese ido.
Ella había estado enferma, la regla no le bajaba y ya estaba dos semanas tarde, así que fue a la farmacia y compró varias cajitas para hacerse la prueba de embarazo. Cuando llegó fue al baño y siguió las instrucciones al pie de la letra, cuando vio los resulatdos se asustó un poco y como sabía que esas pruebas no eran cien por ciento seguras, se la hizo de nuevo. Frustrada por los resulatdos, se la siguió haciendo hasta que no le quedó más remedio que aceptar que estaba embarazada. Ella aúnque tenía los resultados de las pruebas caseras, decidió ir a un médico por que no quería aceptar la realidad y éste le confirmó una vez más que estaba embarazada. El tiempo que había estado fuera del apartamento, lo había utilizado para pensar en todo lo que había ocurrido con sus mejores amigos, ya que en ellos era lo único que podía pensar, los extarañaba como nunca. Se había dado cuenta que los amaba a los dos por igual y no quería estar más tiempo separada de ellos. Sabía que la criatura que llevaba en su vientre era de uno de ellos, pero no le interesaba saber de quien era por que eso implicaría tener que alejarse de uno de ellos. Estaba decidida a volver y arreglar las cosas, pues realmente no quería seguir separada de ellos y aprovechó la noticia de su embarazo para esto.
Entró al apartamento con sus llaves y llevó sus cosas hasta su cuarto, ninguno de los chicos estaban, así que se sentó en la sala a esperarlos. El primero en llegar fue Pablo, quien al verla le dijo contento "cómo estás, te vas a quedar aquí" ella le sonrió y le dijo "sí, pero tengo que hablar con los dos". Pablo le acarició la cara y le dijo "bueno, pues yo te escucho, el pendejo este llegará orita" ella bajó su cabeza frustrada, al ver que sus amigos aún seguían enojados. Poco tiempo después llegó Abel y al verla, fue a donde ella para darle un fuerte abrazo. Ella le explicó que tenía que hablar con ambos civilizadamente y él se sentó a su lado para también escucharla. Los miró muy seria y silenciosa y luego comenzó "estoy embarazada". El primero que tomó la palabra fue Pablo, quien frunciendo la frente le dijo "y de quién es?" a lo que ella le respondió "no lo sé, y no quiero saberlo". Esta vez Abel tomó la palabra y le dijo acercándose más a ella y acariciándole el pelo "mi amor, cómo que no quieres saber, por qué no?" Ella le respondió "no, no quiero saber, yo no sé lo que ustedes vallan a decir de esto, pero yo los amo a los dos, y quiero que mi hijo sea de ustedes también, me gustaría que lo criáramos juntos" y bajó su cabeza esperando la respuesta de sus amantes.
Ellos se quedaron callados y muy serios así que ella añadió "yo sólo quiero que las cosas se arreglen, para poder estar tranquila". Abel sólo la quería complacer "claro, mi amor" se paró y fue a donde Pablo para darle la mano pero éste se la empujó y le dijo a ella "es que no entiendo, cómo carajo nos puedes amar a los dos por igual, yo me cansé de esto, no voy a seguir compartiéndote y tampoco estoy dispuesto a compartir un hijo". Abel se sentó al lado de ella mientras Pablo continuó "no voy a seguir con esto, si no puedes decidir, yo te lo hago más fácil" se paró y se fue a su cuarto para empezar a poner sus cosas en una maleta. Ella se paró para seguirlo mientras Abel se quedó sentado, ella entró al cuarto y le dijo sentándose en la cama mientras el ponía las cosas en la maleta "Pablo, por favor, yo te amo, lo amo a él, no te vallas, por favor". El la miró a los ojos algo molesto y muy serio y le dijo "no, yo te amo a ti, sólo quiero una relación contigo y no quiero a más nadie involucrado, así que es conmigo o con Abel". Ella se le empezaron a salir las lágrimas y le dijo "entiéndeme, por favor, no quiero perder a ninguno de los dos, no habías tenido problema antes" a lo que él le respondió "pues ahora sí tengo un problema, entiéndeme tú a mí, no voy a seguir con esto, yo te amo, y por lo que veo tú estás confundida, no sabes lo que quieres, pues te lo hago fácil, me voy. Quédate con Abel, si quieres seguimos siendo amigos, pero no te voy a seguir compartiendo, así que me voy". Cerró su maleta y empezó a bajar las escaleras para irse seguido por ella aún pidiéndole que no se fuera, tomó las llaves de su carro, abrió la puerta y le dijo a Abel "adios, que sean felices" entonces la miró a ella, le secó una lágrima y le dijo "te llamo, cuídate mucho" y salió cerrando la puerta.
Varios años después habían arreglado las cosas, Abel y Penélope estaban muy enamorados y él le había pedido matrimonio; y Pablo estaba muy enamorado de una compañera de trabajo la cual iba a tener su hijo. Era la graduación de Penélope y allí estaban su futuro esposo con su hijo, el cual cada día se parecía más a él, su mejor amigo, Pablo junto con su novia. Abel y Pablo se sentían muy orgullosos de ella. Después de la graduación todos se fueron a comer a un restaurante, en donde Abel y Penélope le diron la noticia a su mejor amigo de que se iban a casar, lo que puso muy contento a Pablo. "Me alegro por ustedes, pero saben yo también tengo una noticia, voy a ser papá" dijo y luego besó a su novia. Al cabo de un rato, se despidieron, Pablo se fue con la mujer que ahora amaba y Abel y Penélope se fueron con su hijo hasta la casa donde ahora vivían.