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PAISOS CATALANS


HISTORIA DE LA SENYERA - IV


Vuelta a los tres bastones dorados.

A la muerta de Jaume I, el reino fue repartido entre sus dos hijos: al mayor Pere II el Gran correspondió el nucleo central, con la capital dinastica Barcelona y toda Catalunya incluyendo la mayoria de los condados feudatarios de Barcelona, y los reinos adyacentes de Aragon y Valencia. Al segundo hijo Jaume II, correspondió el Reino de Mallorca, los condados de Cerdanya y Rosello y el señorio de Montpellier. Como Jaume II poseía el reino en feudo de Pere II, la bandera usada era la misma en ambos. La vuelta a los tres bastones explicaría la aparición de documentos de este tipo posteriores a 1241 cuando Jaume I adoptó los cinco bastones.

Cuatro bastones dorados

No consta que se hubiera modificado la senyera en el periodo de diez años en que Pere y sus sucesores ocuparon los estados de Jaume II (1285-1295/98). Pere el Gran había conquistado Sicilia en 1282 (tras rebelarse los sicilianos en favor de Catalunya), y este sería el origen de las barras doradas y rojas usadas antiguamente en Sicilian (los colores rojo y amarillo persisten en su actual bandera), ya que el rey dispuso que para Sicilia se alternaran las barras catalanas con las aguilas negras de Sicilia. Con la incoporación de Sicilia se añadiría (según Narcis Sentenach) el cuarto baston dorado.

Cinco bastones doradas

Pere falleció en 1285 y le sucedio su hijo Alfons. El reino de Sicilia pasó a otro hijo llamado Jaume. Tal vez no se modificaron los palos pues el rey Alfons falleció en 1291. Su hermano Jaume de Sicilia fue proclamado rey de los condados Catalanes, de Valencia y Aragon (Jaume II) y en 1295 renunció a Sicilia recibiendo a cambio Corcega y Cerdeña, cuya conquista a los genoveses fue larga culminando la conquista de la segunda en 1325 poco antes de su muerte (1327). Le sucedio su hijo Alfons y a este (1335) su hijo Pere III de Catalunya, IV de Aragon y II de Valencia quien adquirió Mallorca en 1343, y Rosselló y Cerdanya en 1344 (Montpellier fue vendido por Jaume III de Mallorca al rey de Francia en 1349). En los sellos reales de esta época aparecen siempre cinco palos dorados y cuatro rojos.

La reincorporación de Sicilia a la corona tuvo lugar en 1377. Con ello Pere dominaba el Principado (nucleo central y parte más importante y de mayor categoría de sus dominios) cinco reinos (Aragon, Mallorca, Valencia, Cerdeña, y Sicilia) y otros diversos territorios (condados, ducados, vizcondados y señorios) que equivalían al menos a un Reino; por tanto los bastones dorados deberían ser al menos siete, pero de hecho unicamente consta que por esta época se añadirió una sexta barra (Enciclopedia Europeo-Americana) que en todo caso habría de desaparecer en 1392 cuando su hijo y sucesor Joan confió el Reino de Sicilia a su hijo Martin. En el reinado de Joan II (1458-1479) aparece de nuevo en los sellos el uso de seis barras doradas, al parecer debido a que fue rey de Catalunya, Navarra, Aragon, Sicilia, Valencia, Mallorca.

Representación heraldica y sigilográfica:

Desde entonces (1392-c.1460 y después de 1478) se usaron las cinco barras de oro y cuatro de gules. Representaciones de la bandera la presentan bipartida:

La dinastía catalana se extinguió con Joan II. Le sucedió una dinastía de origen castellano rapidamente integrada en Catalunya. El último rey de esta dinastía, Ferran, al enviudar de la reina Isabel de Castilla, intentó preservar la independencia de los territorios de la corona catalana y casó con una princesa de Foix, pero desgraciadamente, pese a repetidos intentos, no tuvo hijos varones y la casa de Austria (dinastía que ya gobernaba en Castilla) llegó al trono catalán, sin guardar apenas consideración a la simbología nacional catalana.