Nicaragua, 28 de noviembre del 2002
Óscar-René Vargas (*)
El Nuevo Diario
Con la conformación del ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas), se quiere integrar a América Latina en un nuevo ordenamiento hemisférico. Los EE.UU., intentan, una vez más, la unión económica del continente, aspiración formulada varias veces desde la I Conferencia Internacional Americana a fines del siglo XIX.
Los EE.UU. tienen varios objetivos. La ampliación de los mercados para sus productos y sus inversiones es una de sus prioridades, no la única. Y lo es especialmente desde inicios del 2001, cuando empezaron a ser visibles las tendencias recesivas en su economía. También buscan asegurar su posición hegemónica regional en vista del fortalecimiento de la Unión Europea, al tiempo que dan respuesta al MERCOSUR, que no es una propuesta confiable a sus intereses.
Sin perder de vista la complejidad de la política exterior de los EE.UU., es importante anotar que América Latina ha estado fuertemente condicionada por los programas de ajuste del FMI y del Banco Mundial, que -aprovechando la palanca de la deuda externa- alientan la apertura comercial, la liberalización financiera y las privatizaciones. En este espíritu se inscribe el ALCA, una apuesta multilateral para poner en vigencia la totalidad del Consenso de Washington.
Las principales conclusiones que podemos señalar sobre las consecuencias de la implementación del ALCA para América Latina, a parte de profundizar la contradicción entre la región y los EE.UU., son:
1- El ALCA instrumento de los EE.UU. para recuperar la hegemonía económica mundial. La formación de los megabloques económicos regionales de la Unión Europea y de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN, por sus siglas en inglés) en torno a Japón, entre finales de los años cincuenta y principios de los noventa del siglo XX, determinó el nuevo escenario global. El reto para los EE.UU., de recuperar la hegemonía económica, quedó definido en los años ochenta. En este sentido, el ALCA es un producto histórico que forma parte de un proyecto más ambicioso de integración hemisférica comandado por los EE.UU. Es decir, es un instrumento económico y financiero de la burguesía estadounidense. Esencialmente pretende reciclar la hegemonía de los EE.UU., sobre la región y, con base en ello, tratar de superar el rezago que sufriera ese país en el último cuarto del siglo pasado frente a la formación y ascenso de los megabloques de Europa y Asia oriental encabezados por Alemania y Japón, respectivamente.
2- El ALCA tiene un doble objetivo económico estratégico. Con la estrategia del ALCA, el gobierno y el gran capital estadounidense busca garantizar la reserva de materias primas, mano de obra y de población consumidora, es decir, de mercados, que representa el área latinoamericana y caribeña. El doble objetivo estratégico consiste en satisfacer los requerimientos de su estructura productiva aprovechando su abundancia y bajo costo, para que ello sustente su relanzamiento como potencia económica en la lucha contra los otros dos megabloques y obtener una fuerte dosis de competitividad a costa de las condiciones de trabajo y de vida de los pueblos latinoamericanos. Es decir, el ALCA es la expresión concreta de una estrategia de anexión no de territorios, sino de mercados y, más aún, de las economías de nuestros países; con beneficios absolutos para los EE.UU., y los mayores costos y perjuicios para América Latina y el Caribe.
3- El ALCA puede tener consecuencias sociales negativas. El ALCA es esencialmente una expansión a todo el continente americano del NAFTA o TLCAN, suscripto por los EE.UU., Canadá y México en 1994. Durante estos años de vigencia, el NAFTA ya ha probado las consecuencias negativas que trae para los trabajadores, la sociedad y el medio ambiente. Desde la vigencia del NAFTA, por ejemplo, un millón de mexicanas más ganan menos que el salario mínimo y ocho millones de familias han sido sumergidas en la pobreza. Por otra parte, en la zona de las maquiladoras, a lo largo de la frontera entre los EE.UU., y México, el crecimiento de la polución y los deshechos químicos, resultado de la supremacía de los intereses comerciales sancionada en el NAFTA, han incrementado dramáticamente el deterioro de la salud de la población de la zona.
4- El ALCA tiende a degradar los derechos laborales y las condiciones de trabajo. La experiencia del TLCAN o NAFTA ha demostrado cómo los derechos laborales más básicos y los intereses de las trabajadoras han sido erosionados por estos acuerdos de libre comercio. El objetivo de asegurar la más absoluta libertad al capital para moverse en el ámbito continental significará una tendencia a la baja de los salarios y las condiciones laborales. La terrible situación que sufren las trabajadoras de las maquilas (salarios por debajo del salario mínimo, jornadas laborales de más de 12 horas, ausencia de amparo legal, limitación de la acción gremial, condiciones insalubres de trabajo, etcétera) son un ejemplo próximo de lo que nos augura el ALCA. Por otro lado los efectos de la libre importación de mercancías amenazan con condenar al sector industrial local a una completa desaparición, profundizando, de esta manera, los altos índices de desempleo que ya castigan a nuestros países.
5- El ALCA incrementará la pobreza y la desigualdad social. La aplicación de políticas económicas de corte neoliberal en nuestros países durante la última década han significado un constante incremento de la pobreza, la desigualdad social, la precarización laboral y el desempleo. El ALCA convalidará y profundizará esta situación. En los hechos el ALCA constituirá la creación de una zona económica, desde Alaska a Tierra del Fuego, en beneficio de las corporaciones transnacionales norteamericanas y algunos socios locales. De esta manera el acuerdo constituirá en el área económica un nuevo instrumento, que, junto al Plan Colombia y al Plan Puebla Panamá (PPP) intenta subordinar aún más a los países y pueblos de la región a la hegemonía de los EE.UU., manteniendo las actuales desigualdades sociales existentes.
6- El ALCA exacerbará la destrucción del Medio Ambiente. Tras la firma del ALCA cualquier regulación estatal destinada a preservar el medio ambiente, así como la salud, deberá acreditar que no constituye un obstáculo innecesario al comercio y la inversión, reservándose las empresas transnacionales el derecho a querellar legalmente a los estados. Para nuestros países significará profundizar una política de depredación de los recursos naturales en desmedro del medio ambiente (erosión de los suelos y la destrucción del hábitat natural) y las poblaciones locales.
(*) Autor del libro: ¿Qué es el ALCA? Globalización, Estados Unidos y América Latina (2002).
Tomado de La Insignia